Capítulo: 30 "Despertar"

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XingCheng se despertó somnoliento, su cuerpo estaba muy pesado y sus caderas punzaban en un intenso hormigueo, su área sensible estaba adolorida, cuando intentó mover sus piernas, un tibio liquido escurrió por su muslo, sus pómulos se tiñeron de un rojo cereza, Son Lang estaba dormido a su lado, sus brazos rodeaban la cintura del menor, muy exhausto por la noche anterior, sin embargo, refleja un aura fresca y con mucha energía.

Al ver aquel rostro con una firme sonrisa plantada en sus labios, no puedo evitar sentir un sentimiento de pérdida en su corazón, no importaba cuanto excitado estuviera ni cuanto gozase en el momento, siempre que terminaban, despertaba con un sentimiento de reproche y envidia que su pareja pareciera tan fresco como una lechuga.

Intentó recordar más sobre ayer, ya que estaba un poco confundido, como si lo que vivió ayer hubiera sido una simple ilusión, recordaba fragmentos ilógicos, una hermosa bestia alada, una fina nieve y de un secreto que no debía aceptar, no había coherencia como tal, por lo que no debía brindarle mayor atención de la necesaria, tal vez solo fue un raro sueño, no es la primera vez que tiene sueños de ese tipo, desde que era niño a veces se despertaba por algunas pesadillas que nunca lograba acordarse cuando habría los ojos, simplemente se desvanecían de su memoria.

Ahora que lo pensaba mejor, él dejo de tener ese tipo de sueños en el tiempo de estuvo con Xue Yang, en sí nunca tuvo sueños del todo malos, a veces prefería dormir todo el tiempo, ya que así se alejaba de su fétida realidad.

Al percatarse que lo estuvieron haciéndolo a la intemperie, un escalofrió de vergüenza recorrió su espalda, de inmediato se liberó del agarre de su pareja y se cubrió con sus túnicas, Son Lang parecía estar en el quinto sueño, sin querer despertarse aun con sus movimientos y ruido provocado por el menor.

-Son Lang despierta. – Comentó el doncel mientras los removía para que se despertase y se fueran a la posada donde se hospedaban recientemente.

Sin embargo, el contrario permaneció profundamente dormido, el menor comenzó a preocuparse, de nuevo lo movió con mayor intensidad, pero no hubo respuesta, en ese momento, un intenso dolor invadió su cuerpo, una extraña sensación de agonía recorrió cada centímetro de sus extremidades, intentó pedir ayuda, pero su garganta no emitió ningún sonido, el joven cayó al suelo en posición fetal, una capa de sudor cubrió su piel, era un sudor frío, helado.

Sus mejillas se volvieron de un color escarlata, cada vez tornándose como el color de la sangre coagulada, sus dientes se apretaron y rechinaron con fuerza, tratando de soportar dicha sensación de asfixia y agonía.

Intentó arrastraste a lado del mayor, pero no logró avanzar ni un centímetro, su pechó ascendía y descendía sin control, su abdomen se tensó, terminando convulsionado y vomitando bocanadas de sangre fresca, el punto fijo de visión se alocó, bajando los parpados con lentitud, sumergiéndose en el oscuro abismo de la incertidumbre y desesperación, un aire helado se coló por sus huesos, haciéndolo temblar.

Una voz conocida y odiada fue lo último que alcanzó a escuchar, cada vez acercándose más a donde se encontraba. Un miedo invadió su corazón, se suponía que esa persona ya estaba muerta; ... ¿No?

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elvis- Sempai

El doncel del amor y la cultivación 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora