El doncel del amor y la cultivación 2

Capítulo 34 "Fuego venenoso"

XingCheng se despertó, pero al abrir los ojos todo lo vio era oscuridad, no había nadie ni nada, solo una inmensa mancha negra rodeándolo todo, amenazándolo con ingerirlo hasta no dejar rastro de su existencia.

El joven intentó ponerse de pie, pero al posar sus manos en el piso toco algo húmedo y tibio, al inhalar pudo percibir el aroma de sangre, un indescriptible olor a hierro fluyó por sus fosas nasales, al ver que todo su cuerpo estaba cubierto de ese tibio escarlata de inmediato revisó que esa no fuera su sangre, que no tuviera ninguna herida.

Al asegurarse que estaba bien, dio un suspiro de alivio, pero ese escaso momento de templanza fue suplantado por uno de miedo total, ya que no sabía dónde estaba ni el por qué estaba allí.

Lo último que recordaba era haber tenido intimidad con su pareja al aire libre, y despertar aturdido, luego, recordó una voz, al recordar dicha voz, su rostro se tornó más pálido, de inmediato se levantó y empezó a correr, intentando alejarse de ese miedo, esa impotencia y ese pasado que quería olvidar.

No importaba cuanto corriese o que tan rápido lo hiciese, el resultado era el mismo, sus pasos eran constantes pero torpes, tropezándose y tambaleándose, pero nunca se detuvo.

Sin embargo, sus bellos se erizaron y su cabello hormigueó al escuchar a lo lejos esa voz que lo perseguía, acercándose a él cada vez más cerca; el ambiente se estaba volviendo más caliente, aumentaba la temperatura a una velocidad impresionante, el doncel comenzó a sentirse cansado e irritado por el sudor que cubría su cuerpo, empapando sus túnicas, incluso su respirar se le hacía difícil y le provocaba un ardor en su pecho.

Sus mejillas se tornaron carmesíes y sus latidos se volvieron más veloces y fuertes, amenazándolo con detenerse en cualquier momento, él sintió sus piernas debilitarse y cayó de rodillas sobre la tibia sangre, pero al momento en que sus piernas tocaron el piso, unos brazos de fuego lo rodearon, impidiéndole huir, el fuego era de un color verde claro con azul oscuro, era hermoso pero con solo acercarse, ese calor ardiente podía carbonizar a quien sea, por lo que era mortal al tacto, como si además de las altas temperaturas poseyera un veneno mortal pero hermoso, muy hermoso.

El doncel al ver que esos brazos iban por él, se levantó y corrió, esquivando y huyendo de una inminente y dolorosa muerte, esquivó varias veces, pero sin su espada le era difícil lanzar ataques, por lo que solo podía esquivar y correr, pero eso no le sirvió de mucho, ya que aquel fuego venenoso no le dejo salida alguna, sin poder escapar, por lo que reunió energía yang y realizó una barrera, pero fue destruida con un simple ataque, por lo que tuvo que pensar en otra cosa, al verse debilitado y sin poder atacar a su oponente, intento realizar un último movimiento y aprovechar la distracción para escapar, pero al momento que realizó el ataque fue embestido por un bestia ave de fuego venenoso, similar a un fénix de fuego solo que de un color más claro y precioso, al momento en que el fuego toco su cuerpo, su piel se tiño de un rojo oscuro y de un café tostado, el aroma de carne quemada le hizo querer devolver el estómago, pero el dolor fue más intenso y abrumador, incluso podía sentir como sus órganos internos convulsionaban y su sangre hervía, sus huesos incluso se estaban volviéndose más rígidos e inservibles.

El dolor se transformó en una terrible agonía, su cuerpo colapsó, al igual que su mente, la oscuridad de su alrededor lo tragó, se sentía asfixiante, no podía respirar, no podía ver, no podía escuchar ni sentir, solo se estaba volviéndose nada en la nada, sin embargo, cuando estaba a punto de convertirse en uno con la nada, un frío albergó de su alma, una energía vital brotó de su lastimado cuerpo, curando las heridas y sanando su consciencia, el calor y el frio lucharon, el fuego y el hielo comenzaron una guerra donde no se sabía quién ganaría, el doncel se levantó débilmente y dirigió su ataque hacia aquel fénix de fuego venenoso, la bestia esquivó y chilló, provocando que el doncel se cubrieron los oídos y frunciera su ceño, pero aun así, resistió; continuo lanzando ataques de hielo, solo que este hielo no era un hielo normal, ya que era de un color morado oscuro con un toque de color turquesa, muy hermoso y tentador, como si tuviera una esencia mortal fluyendo dentro, que con solo un ligero toque podría morir al instante en una agonía muy dolorosa.

Su cuerpo todavía estaba en un mal estado, heridas sangrantes y órganos quemados, incluso su abdomen tenía quemaduras de tercer grado y su pierna izquierda aún tenía las burbujas reventándose, provocando que un líquido blancuzco se escurriera por su tobillo, su mejilla no tenía un pedazo de piel, se podía ver la carne rosada y la sangre escurriendo lentamente, sus ojos estaban inyectados en sangre, su cabello estaba carbonizado y en sus brazos se podía notar en algunas zonas, el hueso y el músculo quemado.

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elvis- Sempai