Capítulo: 53 "Palabras"

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Un joven de cabello negro, ojos dorados y piel blanca se encontraba sentado con la mirada perdida, una densa bruma de energía del resentimiento lo cubría cual manta, abrigándolo; a su alrededor yacían varias bestias demoníacas y algunos cadáveres feroces acurrucados, descansando cómodamente.

El doncel estaba muy tranquilo, sus expresiones suaves y lindas, su mirada inmadura y calmada, como un estanque de agua cristalina, tal apariencia vulnerable y dócil sobresalía al estar en el centro de esas temibles y peligrosas bestias, sin embargo, también estaba acorde con lo calmado que estaban, pareciendo inofensivos.

En ese momento apareció un enorme dragón de escamas color violeta con destellos anaranjados, de bigotes cristalinos y ojos escarlatas, poseía una mirada feroz; el doncel no pareció percatarse de su llegada, sin embargo, las demás bestias se levantaron de un salto y huyeron velozmente fuera del abismo, los cadáveres feroces se levantaron torpemente y se fueron caminando lentamente, incluso un cadáver que no tenía piernas se fue arrastrando con sus manos, escapando del recién llegado.

-.... Ahhh ... Suspiró el dragón mientras se recostaba en el piso frente al joven. - ¿Cuánto tiempo estarás así Lan Qiang? – El contrario pareció no escucharlo, continuaba viendo a la nada, pero la densa bruma se volvió más espesa y pesada, que fue absorbida por el doncel.

-.... – No obtuvo respuesta, pero el joven proseguía absorbiendo energía del resentimiento, lo que no sería bueno para él, el dragón intentó moverlo para que saliera de su trance, pero no pudo lograrlo.

-Lo siento, no quería que terminarás así, creo que lo mejor será que regreses con tu familia, estar aquí no te ayudará en nada; fue un grave error en pensar que podías ser de utilidad, ... ahhh ... eres débil. – La voz del dragón era profunda y seria, pero en su tono trataba de ser gentil.

- ... - El joven continuó en silencio, sin embargo, su mirada perdida reaccionó, mostrando un ligero brillo rojizo, el dragón se percató de ello, así que, sabía lo que se avecinaba, de nuevo el doncel perdería el control, así que, no tenía más opción que volver a su figura humana; en un par de segundos una brillante luz irradió de la enorme figura del dragón, la cual fue remplazada por la figura masculina de un hombre fornido y apuesto, de facciones delicadas pero varoniles, de mirada fría y afilada, portaba un conjunto de ropas ajustadas a su figura que tenían un cierto color metálico, muy distinta a la ropa que usaba el doncel, que eran túnicas blancas con patrones de nubes de color celeste bordadas en las mangas.

El hombre se acercó hacia el doncel con pasos suaves, luego acercó su mano y acarició la suave y pálida piel del menor, este al sentir la fría piel del contrario se contrajo ligeramente, volviendo su mirada hacia los profundos ojos rojos del mayor. - ¿A-Qiang? – Preguntó el hombre con un tono gentil y suave.

El contrario respondió abalanzándose contra el mayor, presionando con fuerza sus labios contra los del hombre, adentrando su lengua con ferocidad y obligando al contrario a aceptarlo, aunque el mayor no quería ceder, no tuvo más remidió que cooperar de malas, ese beso fue intenso, el cuerpo de doncel parecía desesperado, impaciente y enloquecido, incluso sus pupilas se dilataron y una capa de rojo cubrió sus córneas, el color rojo sangre se reflejaba de esa hermosa mirada.

El doncel puso su cuerpo contra el contrario, sus manos descendieron por el pecho y abdomen del hombre, adentrándose entre sus ropas y deslizándose en sus lugares prohibidos, el dragón gruñó en desacuerdo e interrumpió el beso, alejando al doncel de él, el menor frunció el ceño y le dedicó una mirada furiosa y una mueca de disgusto.

-¡¿Por qué me haces esto?! – Gritó enfurecido, casi colérico por tal acto, su corazón crujía, lastimándolo e impidiéndole respirar, la cubierta de energía del resentimiento comenzó a vibrar, desestabilizándose. – Yo te amó, ¡¿Por qué cada vez que intento acercarme a ti tú me alejas?!, ¡Ya no lo soportó!, ¡No puedo seguir así! ... tu indiferencia me está matando ... - Esto último lo dijo entre sollozos, el mayor lo escuchó en silencio, sosteniendo su mirada seria y fría, que era habitual en él.

-Lo lamento, pero tú sabes que, a quien amo no eres tú. – Sus palabras fueron directas, haciendo que el menor no pudiera controlar sus emociones, un hilo de pensamientos asesinos inundó su mente, aunado a la energía del resentimiento que había corrompido su alma y corazón, nuevamente se abalanzó contra el contrario, solo que está vez, lo atacó; el mayor lo esquivó fácilmente, el doncel cerró sus manos en puños y volvió a intentar golpearlo, pero cada intento fue esquivado con facilidad, aunque, cada movimiento estuviera impulsado por dicha energía, para una bestia que ha vivido miles de años y cultivado un grado superior de cultivación no era nada para él.

-¡Él ya murió! – Gritó enloquecido el joven, por sus ojos escurrían lagrimas cristalinas, el mayor al escucharlo se detuvo en seco. – Y aunque hubiera reencarnado, ya te olvidó, nunca más te amará, porque ya estará amando a alguien más. – Cada palabra la dijo como si estuviera escupiendo veneno, reconociendo que no era oponente de su contrincante, así que, prefirió elegir herirlo con palabras, la cuales eran como dagas, el hombre frunció el ceño, aquel rastro de compasión y lástima fue removido por el odio y la tristeza, al ver tal expresión en el rostro del mayor, el doncel curvó hacia arriba sus labios rosados, sin embargo, aunque mostraba una sonrisa triunfadora, por dentro su corazón se rasgaba y quebraba en mil pedazos, ahogándolo con su misma sangre, asfixiándole con amoníaco sus pulmones.

En un rápido movimiento el contrario apresó el cuello del doncel en un fuerte y apretado agarre, imposibilitándole respirar, el joven se removió presa del pánico, pero al mismo tiempo se sintió un poco feliz por haber logrado hacer que el dragón mostrará sus otras emociones, ya que siempre se mostraba indiferente, frío y distante, y otras veces le mostraba lástima y gentileza, pero siempre minimizándolo.

-No vuelvas decir estas palabras o te arrancare la lengua y te sacaré los ojos. – Su voz sonó tan fría como un glaciar y su mirada mostraba un mar de fuego queriéndolo convertir a cenizas, queriendo que viviera un Infierno. 

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elvis- Sempai

¡¡¡Feliz Halloween!!!

El doncel del amor y la cultivación 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora