ɪ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ || ᴋᴡᴏɴ ꜱᴏᴏɴʏᴏᴜɴɢ (ʜᴏꜱʜɪ) ✔

14: Besito.

—Ja ja, que buena broma —dijo con sarcasmo, ocultando su cara entre sus brazos.

—Pero no-

—¡Sukie! —grito SoonYoung entrando al salón de clases, llamando la atención de los únicos dos individuos dentro. Camino con rapidez hasta la chica y se puso de cuclillas frente a la mesa para estar a la altura de ella en ese momento.

MiSuk lo miro con asombro. Pensó que estaría riéndose de ella junto a sus amigos. Por otro lado, Kun no estaba nada contento con la situación.

«Que inoportuno eres, ojos de alcancía» Pensó bastante molesto sin dejar de ver a SoonYoung con ojos de asesino.

—Lamento mucho a ver bateado tan lejos tu pelota, enserio discúlpame —pidió mostrándose culpable —. Iba a atraparla, pero por acto reflejo termine dándole con el bate.

MiSuk no podía culpar el chico. Es decir, ¿Cómo él iba a saber que en la pelota había un corazón con el cual espera que se dé cuenta de sus sentimientos? Puf, ilógico.

—No importa —le sonrío con amabilidad, causando un vuelco dentro del estómago de Hoshi —de todos modos, iba a regalártela cuando vieras lo que tenía —mencionó con tranquilidad.

—¿Tenia algo? —ella asintió avergonzada —¿Qué era? —curioseo.

—Dibuje un co-

—¡Oh, miren la hora que es! —interrumpió un exagerado Kun, viendo la "hora" en su reloj imaginario —Vayamos a comprar algo antes de que el descanso acabé —se puso de pie. Tomo de la mano a su amiga para llevársela con él.

—Pero-

—¿Dejaras que muera de hambre?

—No. Sólo quiero de-

—Oh, veo la luz —dramatizo de vuelta, poniendo una mano sobre su frente y fingiendo tambalearse.

MiSuk se mordió el labio inferior, mirando el desastre de amigo que tenía. Arrastro la vista hacia Hoshi, encontrándose con una mirada confundida.

—Te lo diré luego ¿Sí? —cuestionó, acercándose un poco más al rostro del contrario. Hoshi trago grueso al tenerla tan cerca y termino por asentir robóticamente. MiSuk le sonrió.

—¡Me muero! —insistió Kun, viendo con recelo al muchacho.

—¡Yah! —grito molesta, apuntó de ponerse de pie; sin embargo, por su cabeza paso una idea un tanto descabellada —. Hablamos luego, SoonYoung —planto un besito rápido en la mejilla izquierda del muchacho y se levantó rápido, antes de que este pudiera decirle algo.

—¡Vámonos ya! —exigió molesto, tomándola de la muñeca y llevándola fuera del salón, dejando solo al rubio.

SoonYoung tardó un ratito en asimilar lo que había sucedido, y cuando lo hizo, tocó su mejilla, sintiendo una extraña calidez colocarse en su pecho y sus mejillas enrojecer de la vergüenza.

—Ella me besó... —murmuró incrédulo.