PARTE 17.

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Después de que la señora Cooper y Betty se pasaran todo el camino de vuelta discutiendo, Mackenzie se pasó todo lo que quedaba de tarde en la biblioteca, investigando en el archivo para su trabajo con Archie. Había montones de documentos, en algún sitio debía haber información sobre su familia.

El lado de su padre estaba resultando sencillo, los Barnes llevaban en el pueblo generaciones. Sin embargo, no lograba encontrar nada sobre la familia de su madre. Sabía que eran inmigrantes, pero no había registros de ellos en el pueblo, solo de su madre. Y pensándolo bien, su madre nunca le había hablado de sus abuelos. Solo conocía a su tía, era toda la familia materna que tenía.

Estaba tan enfrascada en la investigación que no notó cómo la biblioteca se fue vaciando, hasta que solo quedó ella. Pasadas las 8, le pesaban los párpados y estaba cabeceando sobre los anuarios que había encontrado en la biblioteca del instituto, donde salían sus padres.

Si no hubiera sido porque Verónica se había dejado sus apuntes esa mañana y no había podido ir a buscarlos hasta entonces, quizás Mackenzie habría reparado en una foto de su tía adolescente, acompañada por un joven Hiram Lodge. O quizás simplemente se habría quedado dormida y habría pasado la noche en el instituto.

—¿Mackenzie? —Verónica la llamó, preocupada al encontrársela de nuevo medio dormida. ¿Cuánto tiempo llevaba allí?

—Ah, hola Veronica —saludó desperezándose.

—Es tarde, deberías irte a casa —insistió.

—Estoy bien. Solo necesito acabar... —Mackenzie se interrumpió al fijarse en la latina. Llevaba unas orejas de gato—. ¿Y eso?

Veronica desvió la vista y, cómo si nada, se encogió de hombros y comentó:

—Me he unido a las Pussycats. —Luego se paró a pensar un momento—. ¿Has comido ya?

Quizás no llevaban mucho tiempo conociéndose en serio, pero Veronica sabía como convencerla. Y si llevándola a comer al Pop's conseguía que dejara de lado los libros un rato, valía la pena. Luego se encargaría de que llegase a casa pronto y quizás consiguiera infundirle algo de sensatez para que no se pasara la noche en vela estudiando. Por otro lado, le gustaba pasar tiempo con Mackenzie y aún se lamentaba el no haberse dado cuenta antes.

—¿Estas diciendo que Polly no sabía que Jason estaba muerto? —preguntó sorprendida, mientras una ahora más despierta Mackenzie la ponía al día de lo que ella, Betty y Jughead habían averiguado.

Mackenzie negó.

—Betty dijo que le afectó mucho enterarse. Al parecer todo empezó cuando los padres de Jason lo forzaron a romper con ella —explicaba Mackenzie—. Y los padres de Betty odiaban que saliera con él también. Cuando los dos supieron lo de su embarazo quisieron huir. Polly le dijo a Betty que el 4 de julio iban a reunirse en él pero los padres de Betty se enteraron y la llevaron con las Las hermanas de la misericordia.

—Así que el padre de Betty está involucrado no hace más que reforzarse —dijo pensativa.

Mackenzie asintió, mientras se llevaba a la boca las últimas papas fritas que le quedaban.

Sin embargo, había algo que le rondaba en la mente a Mackenzie.

—¿Podemos hablar ahora del hecho de que te has unido a las Pussycats? —cuestionó dejando el plato ya vacío a un lado—. Creí que ayudarías a Archie.

—Oh, créeme. Él ya tiene ayuda—se cruzó de brazos, desviando la mirada hacia la ventana.

—¿A qué te refieres? —cuestionó Mack sin entender.

Lost Stars. Archie Andrews ☾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora