Mackenzie mantuvo la mirada en sus botas. Había llagado a casa tras saltarse la última clase de la mañana y, para su sorpresa, se había encontrado a su padre allí. Él nunca estaba en casa tan pronto y cuando lo había visto en el salón se había quedado sin aire unos segundos.
—¿Vas a decirme o no por qué no estás en el instituto?
Antes de que pudiera escabullirse la había sentado en el sofá del salón para pedirle explicaciones.
Mackenzie no contestó.
Su padre se llevó las manos a la cabeza y soltó un profundo suspiro de abatimiento.
—Llevas evitándome desde que llegaste —dijo molesto.—. Sé que las cosas no están siendo fáciles para ti. Con lo de tu madre y tener que mudarte... También sé que las cosas no son como cuando eras pequeña, que perdimos el contacto, pero tenemos que hacer que esto funcione Mackenzie y solo va a hacerlo si ambos queremos que pase.
La morena no respondió, ni levantó la vista de los de pronto interesantísimos cordones de sus botas.
Su padre soltó un suspiro más.
—Por favor, dime que no haces esto a menudo. Dime que no te escaquear para salir por ahí, o te metes en problemas o... Dime algo, por favor.
—Cancelaron la ultima clase por el baile. Es todo —confesó.
—¿No te saltaste las clases?
Mackenzie negó con la cabeza.
—B-bien, entonces... Lo siento. Mack, entiende que esto es nuevo para mi. Solo... Solo quiero que seamos una familia. Hoy tengo trabajo hasta tarde en la tienda pero, ¿te parece si cenamos juntos mañana en la noche, como una familia de verdad? —probó—. Haré los canelones que te gustan, los de la receta de la abuela.
—No puedo —dijo secamente y se levantó del sofá como si hubiera recuperado la conciencia—. Es el baile de inicio de curso. Le prometí a Betty que iría.
—¿Vas air al baile? —dijo su padre sorprendido—. Eso... Eso es genial. Entonces... ¿Cuando vuelvas? De todos modos es sábado, no pasará nada por cenar un poco más tarde.
—Eh... Claro —dijo sin ánimo.
Al ver que su padre no decía más dio la conversación por acabada, se dirigió a su cuarto y cerró la puerta. Una vez sola soltó un suspiro de frustración y se dejó caer boca arriba en la cama. Al final tendría que ir al maldito baile.
Estuvo el resto de la tarde revisando fotografías que había hecho a lo largo de la semana. No fue hasta pasadas las siete que se dirigió a su armario y sacó una caja vieja y arrugada del fondo de este. De dentro sacó un sencillo vestido corto, azul noche y con una abertura en la parte de detrás de la cintura.
—Al menos es oscuro —se dijo.
En menos de media hora se puso el vestido, se calzó unas botas cortas de tacón, negras y con cordones, y se hizo una trenza de lado. Se enfundó los guantes, cogió su cámara y el teléfono móvil y salió de la casa.
☾
La morena se pasó más de veinte minutos frente a la entrada, tratando de decidirse entre si entraba o no. Había salido antes de casa con la excusa de que había quedado antes con sus amigos pero lo cierto era que lo único que deseaba era perder a su padre de vista.
Dejó caer su peso contra la pared y soltó un suspiro de frustración. Tenía el cuerpo tenso, la respiración acelerada y un nudo en la garganta. Le sudaban las manos y le faltaba el aire.
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Lost Stars. Archie Andrews ☾
Fanfiction"Todos somos estrellas perdidas tratando de brillar en la oscuridad" Riverdale. Esa pequeña ciudad aparentemente inocente y segura, donde todos se conocían y todo parecía perfecto. Esa ciudad llena de secretos, llena de sombras, mentiras y farsas bi...
