Lost Stars. Archie Andrews ☾

PARTE 16

Mackenzie cabeceaba mientras trataba de leer por quinta vez el mismo párrafo de su libro de biología. Se había pasado las últimas semanas sin dormir, tratando de ponerse al día con las clases. Se había atrasado mucho y necesitaba buenas notas si quería que su padre le levantara el castigo. Aunque era más que eso, una parte de ella quería ponerle las cosas más fáciles a Nick de lo que se las había puesto a su madre. No quería preocuparlo, ya tenía suficiente con todo lo demás. Había notado, aunque su padre lo negara, que las cosas no iban del todo bien en la tienda. Además, llegaba a altas horas de la noche cada vez de forma más continua. No sabía lo que hacía y quería preguntarle por ello, pero nunca encontraba el momento.

—¿Mackenzie? —la voz de Veronica la trajo de vuelta. Había empezado a babear.

—¿Q-qué pasa? —dijo frotándose los ojos, al tiempo que se incorporaba.

—¿Qué haces aquí tirada? ¿Va todo bien? —preguntó la latina con preocupación.

—Sí, estaba tratando de estudiar —explicó, abriendo su taquilla para guardar el libro y sacar otros dos, que se llevaría a casa para repasar en la noche—. Es solo que apenas he dormido.

Veronica hizo una mueca.

—Te vez horrible —dijo.

—Oh, gracias por el cumplido, Vi —ironizó con una sonrisa divertida—. Tú también estás estupenda.

—Hablo en serio, Mack —dijo con el ceño fruncido, a ella no le hacía gracia—. Llevas días igual. Deberías irte a casa y dormir un poco. Te estás exigiendo demasiado.

Mackenzie negó.

—No puedo, le prometí a Archie ir a ver su prueba para el concurso de talentos.

Veronica enarcó una ceja pero no dijo nada. Se limitó a asentir.

—Bien, pero después de eso te vas a casa a reponer sueño —alegó y la tomó del brazo—. Vamos, yo también quiero ver la actuación de Archie.

En el salón de actos tuvieron que ver un par de actuaciones antes de que Archie apareciera. Mackenzie no sabía cómo pero en poco tiempo ella y Veronica, contra todo pronóstico, se habían vuelto grandes amigas. No tenían nada en común, y sin embargo ahí estaban, sentadas en la primera fila del salón de actos, comentando animadamente el fin de semana mientras esperaban a la siguiente actuación.

—¿Archie Andrews? —llamó Kevin, al tiempo que el pelirrojo salía al escenario con su guitarra en la mano, llamando la atención de las dos muchachas—. ¿Y con qué harás la audición?

Archie ajustó el micrófono antes de contestar:

—Con una canción original que he escrito, titulada I'll Try —dijo, nervioso. Le temblaban las manos, y la voz.

Mackenzie se mordió el labio, preocupada.

—¡Inténtalo con más ganas! —gritó Reggie al fondo. Él y sus penosos amigos del equipo de fútbol habían ido a burlarse—. Puede que tengas que intentar no ser tan penoso.

La muchacha se volvió indignada y les mostró su dedo medio. Aunque poco sirvió, continuaron carcajeándose.

—Tómate tu tiempo, Archie —dijo Kevin al verlo tan cohibido—. Aunque tengamos gente esperando.

Mackenzie frunció el ceño. Eso no le quitaba presión.

Se fijó más en el pelirrojo, que cogía la guitarra con las manos temblorosas y reajustaba el micrófono una y otra vez.

—Oh, Dios mío, ¿qué está pasando?

—Creo... Creo que tiene pánico escénico —dijo Mackenzie aterrada.