Lost Stars. Archie Andrews ☾

PARTE 21

Finalmente, y animados por Archie, Mackenzie, Jughead y sus padres acabaron en el garaje de los Andrews. FP quería que Archie le enseñara su música y todos acabaron queriendo tocar un poco. Finalmente, Fred se fue a terminar papeleo pendiente y Nick a buscar la camioneta para marcharse a casa. Se hacía tarde y tenía que abrir la tienda pronto en la mañana.

—Wow, chico, eres bueno. Mucho mejor que tu padre —asintió después de que Archie tocara un riff de guitarra bastante complicado. Asintiendo, dejó la guitarra a un lado y se acercó a la nevera del garaje—. Oye, ¿Fred guarda alguna cerveza por aquí?

Jughead miró a Archie y a Mackenzie, alarmado.

—Eh... Papa, ¿no crees que es un poco tarde?

—Sí, sí —dijo dándose cuenta y caminando al otro lado de la sala, en busca de sus cosas—. No, no pasa nada. Igualmente, mañana me espera un gran día.

—Sr. Jones, antes de irse, ¿puedo hacerle una pregunta?

—Claro —dijo FP, poniéndose la chaqueta.

—Antes, esta noche, dijo que mi padre se lo debía. ¿A qué se refería? —preguntó muy serio.

—Archie, ¿por qué no lo dejamos mientras podamos? —pidió Jughead en voz baja, para que solo sus amigos lo escucharan.

—Es... Bueno, es solo una pregunta —dijo, sin rendirse. Y algo le decía a la morena que aquello no iba a terminar bien—. ¿Pasó algo entre usted y mi padre?

—Es historia antigua —dijo FP, como queriendo dar a entender que era agua pasada—, pero tu padre y yo... empezamos Construcciones Andrews juntos.

—¿Mi padre y usted eran socios? —dijo sonriendo.

—Él no lo llamaría así —corrigió FP y la sonrisa se borró del rostro del pelirrojo.

—En fin... Al principio nos costó. Fred tenía que ganar para ti y tu madre; yo tenía a Jughead y a Jellybean, a su madre y las facturas del hospital. Así que cogí algunos trabajos que no eran exactamente legales. Y uno de ellos acabó metiéndome en problemas, y tu padre... Fue lo bastante bueno como para pagarme la fianza —explicó y Archie volvió a sonreír, orgulloso de su padre, aunque esta no tardó en volver a borrarse—. Pero luego dijo que fuéramos cada uno por su lado. Que yo era un lastre. Me hizo firmar un papel diciendo que la fianza era para comprar mi parte. No importó que mi parte del negocio valiera probablemente unas diez veces aquello. Y eso fue todo. Él se fue por su camino, y yo por el mío —dijo y se sacó una petaca del bolsillo de la chaqueta—. ¿Saben? Creo que necesito algo un poco más fuerte que la cerveza.

Después se fue a buscar la camioneta y los tres amigos se quedaron allí, en un tenso silencio del que no sabían como escapar. Mackenzie ayudó a Archie a guardar las guitarras en sus fundas y jughead permaneció a un lado, pensativo después de lo que acababan de oir.

— Jughead, lo que nos ha contado tu padre... no lo sabía —dijo Archie, en un tono cargado de culpabilidad.

— Yo tampoco —negó—. Pero es esclarecedor, ¿eh?

—Mi padre debió tener una buena razón —justificó el pelirrojo.

—¿Para jugársela a mi padre? —dijo Jughead molesto.

—Chicos, no creo que sea buena idea...

Justo entonces se oyó un pitido fuera.

—¿Listo para circular, Jugs?

El pelinegro rápidamente escondió la petaca de su padre en el sofá de los Andrews, justo antes de que su padre entrase de nuevo y le tirase las llaves. Estaba claro a quién le tocaría conducir.