Veronica observó a Mackenzie, buscando una explicación ante el extraño comportamiento de su rubia amiga. La morena solo pudo responder encogiéndose de hombros.
—¿Por qué no te pones cómodo? —dijo Mackenzie improvisando y animándolo a entrar al agua con una sonrisa—. ¿Quieres una copa?
Se acercó a Betty y a Veronica, que la siguieron a donde dejaban los padres de Ethel las bebidas. Ella si que necesitaba un trago. Estaba de los nervios pues bien sabía que todo aquello podía acabar muy mal. Ya la habían expulsado de un instituto. La cosa no podía volver a repetirse.
—¿Tienes lo que te pedí? —le preguntó Betty por lo bajo.
Mackenzie la miró confundida pero aún así dio un asentimiento y le entregó un pequeño sobre que había dejado sobre la mesa.
—¿Qué es eso? —preguntó Veronica al ver a Betty echárselo a la bebida.
—Relajante muscular —explicó con tranquilidad—. Mézclalo con alcohol y bajará tus inhibiciones. Hola, suero de la verdad.
—¿Qué? —Mackenzie exclamó por lo bajo—. Oye, no sabia que lo querías para eso.
—¿No deberíamos tomarlo con calma? —intervino Veronica algo preocupada.
La verdad es que, después de ver la nueva actitud de Betty, Mackenzie empezó a pensar que la cosa se les estaba yendo de las manos. No podían drogarlo.
—Está bien —dijo dándoles a entender que estaban exagerando y se volvió hacia el moreno—. ¿No es cierto, Chuck? No quieres tomártelo con calma, ¿o sí?
—Estoy "Más rápido y más furioso", nena —dijo con confianza desde el jacutzi.
—Bien —asintió Betty—. Buen chico, Chuck.
—¿Qué demonios le pasa? —le susurró Veronica a Mackenzie.
—No tengo idea —dijo aterrada por la Betty dominatrix.
—¿Y por qué le diste eso?
—Me lo pidió antes de venir —se excusó—. No sabía que era para drogar a ese cerdo. Es... Mejor acabemos con esto rápido.
Pero cuando quisieron darse cuenta, y sin haberles dado tiempo a reaccionar, Betty hacía sacado un par de esposas y sujetado por ambas manos a un ya drogado Chuck Clayton para impedirle salir del jacutzzi.
—¿Qué? —dijo Chuck tratando de soltarse—. ¿Qué demonios...?
—Comienza a grabar —le indicó Betty a Mackenzie que rápidamente sacó su móvil.
—Oigan, chicas. Está realmente caliente aquí —dijo algo aturdido.
Y era cierto, el agua se movía y humeaba como si fuera una hoya de caldo hirviendo.
—Y se pondrá más caliente en un minuto —dijo Betty sin inmutarse, subiendo aún más la potencia—. Es hora de chillar, cerdo. Di la verdad acerca de lo que pasó entre Veronica y tú.
—Pasamos un buen rato —dijo—. Ella pasó un buen rato.
—La verdad, Chuck. Me ayudas o te herviré vivo —amenazó tajante señalando el termostato que no hacía más que aumentar.
Mackenzie desvió la mirada a Veronica, que miraba a Betty muy seriamente.
—¿Qué? —dijo el muchacho, confundido al empezar a entender qué ocurría—. Nos besamos.
—¿Y luego?
Miró a Betty furioso.
—¡Y luego la llevé a su casa! —admitió sin más remedio— Y no le di miel de maple.
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Lost Stars. Archie Andrews ☾
Hayran Kurgu"Todos somos estrellas perdidas tratando de brillar en la oscuridad" Riverdale. Esa pequeña ciudad aparentemente inocente y segura, donde todos se conocían y todo parecía perfecto. Esa ciudad llena de secretos, llena de sombras, mentiras y farsas bi...