Lost Stars. Archie Andrews ☾

PARTE 5.

Al terminar la última hora Mackenzie se reunió con Jughead junto a su taquilla. Esperaba poder hablar sobre lo que había pasado en la mañana y arreglarlo.

—¿Juggie? —dijo llamando la atención del muchacho, que en ese momento estaba acabando de guardar sus cosas.

—Ah, ahí estás —dijo y le sonrió de lado—. Iba a ir a buscarte ahora. Pensé que igual querías que te invitara al Pop's antes de ir a tu casa.

Mackenzie lo miró desconcertada. ¿Cómo era que de pronto estaba tan animado?

—¿Estás bien?

—Claro —dijo como si fuera algo obvio—. ¿Tú no?

—¿No estás enfadado por lo de esta mañana? —insistió la morena.

—¿Por qué exactamente debería estar enfadado? —dijo como si no entendiera a qué quería llegar su amiga.

—No sé, dímelo tú —respondió completamente perdida.

Jughead soltó un suspiro.

—Oye, siento haberme puesto así —admitió—. No dijiste nada malo. No tiene nada que ver contigo. Solo... Mejor vamos al Pop's. Luego te lo cuento.

Mackenzie asintió, sintiéndose aún algo perdida, y siguió a su extraño amigo hacia la salida.

Caminaron por el pasillo ya vacío de estudiantes. Mackenzie le insistía a Jughead para que la dejara escoger la película que verían, cuando pasaron junto al aula de música y el pelinegro se detuvo de improvisto. Su ceño se frunció con desconcierto.

—No puede ser.

—¿Qué...? —Mackenzie iba a preguntar qué le ocurría hasta que desvió la vista hacia donde Jughead miraba y vio a través del cristal de la puerta lo que ocurría en el aula de música—. ¡Oh!

Archie y la señorita Grundy estaban adentro. Muy cerca el uno del otro. A punto de besarse. Parecía un momento realmente intimo y Mackenzie se sintió como una intrusa al observar. Al mismo tiempo una sensación de pánico la invadió.

—Esto es increíble —murmuró Jughead en tono enfadado antes de marcharse.

Mackenzie tardó un momento en reaccionar y salir corriendo tras Jughead.

☾

—¿Estás bien? —dijo Mackenzie mientras caminaban a quién sabe donde. Jughead parecía realmente molesto. De un modo en que nunca lo había visto.

La muchacha arrastraba los pies a su lado, no sabiendo muy bien qué hacer o decir. No sabiendo si explicarle a su amigo la situación o callarse el hecho de que ella sabía de la relación de Archie con la profesora. Quizás lo mejor era que hablara con Archie y él se lo contara. Pero lo cierto era que, de algún modo, ella era cómplice.

—Ha estado raro todo el verano —habló Jughead tras unos minutos de incómodo silencio—. Me ha evitado todo el verano. Desde que canceló nuestro viaje el cuatro de julio. Ahora entiendo la razón.

—¿Por eso ya no son amigos? —se atrevió a preguntar la morena.

—Él se alejó —dijo encogiéndose de hombros como si no le importara. Pero Mackenzie lo conocía, estaba dolido—. Dejamos lo de las películas para otro día, ¿okay? Tengo algo que hacer.

Jughead aceleró el paso.

—¿A dónde vas? —preguntó antes de que pudiera irse.

—A ver a Archie —se limitó a contestar sin volverse o detenerse.