¿Qué no a todos una vez nos ha tocado ser el amigo que solo esta ahí para que todo funcione?
Hope Hansen esta acostumbrada a la ajetreada vida que lleva su única amiga, y aunque no se una a sus locuras es la encargada de que no termine mal parada. T...
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Me encuentro hablando con Elisse en mi habitación mientras espero a que mamá termine de alistarse para ir al supermercado.
—Tienes que comprar helado.
—Elisse mi mamá es la que va de compras yo solo llevo las bolsas.
—Igual necesitaremos helado. Mucho helado.
—¿Por que tanto?
—Mi tío exporta galletas Oreo y él esta viniendo con nosotros. Le he cedido mi asiento premium para que vaya cómodo con papá y a cambio prometió darme tres paquetes de galletas. ¿A que mola?
—Dile a tu tío que lo amo—me llevo la mano al pecho con dramatización. Ya necesitaba darme un respiro de las comidas saludables de mamá— pero aún así es mucho.
—¡Por eso compra muchooo helado!
Ruedo los ojos y termino colocando en la lista de compra "MUCHOOO HELADO " con resaltador fucsia.
—Ahora que te inclinas un poco, puedo ver que un huracán a pasado por tu habitación.
Achino mis ojos con amenaza a la pantalla de la Tablet.
—No esta tan mal.
—¿No? ¡Siento que en cualquier momento el monstruo de la basura saldrá entre esas pilas de papeles y te comerá!
—Y me va escupir porque sabe que tengo mal sabor.
Elisse ahoga sus carcajadas en su mano. Esta en un bus interprovincial de regreso a Concord y por respeto a los demás no quiere ser ruidosa. Aun asi su risa esta mas debil que lo normal y yo sé la razón.
—¿Ese tal chico de Boston en serio era tan majo?
Asiente
—Demasiado, de hecho él y su amigo no eran los típicos chicos aburridos "solo uso chantal de marca" Boston. Me dan un aire de New York y L.A, sobre todo su amigo.
—¿Por qué es una estrella de cine?—bromeo.
—Tiene el aire. El primer día que nos presentaron nos llevo a conocer el bar de Celestino ese que esta en la calle 26.
—Elisse tu no puedes beber— la reprendo.
Ella suelta una carcajada por lo bajo.
—¡Losé y fue sorprendente! Boston no es tan aburrido como pensé. Recuerdo que amanecimos en el ático de la casa de Paul Revere ¿puedes creerlo?
Niego con una sonrisa, me encantaban sus historias parecían cuentos fantásticos para irse a dormir. No me explico como hicieron para subirse a una de las casas mas históricas del Estado de Massachussets pero de Elisse ¿Qué puedo esperar?
—¿Y porque no te quedaste con el amigo? Si era tan excepcional.
—Imposible—dice haciendo desdén con su mano— Él solo es un tio genial, no es muy atento y caballeroso como el otro.