¿Qué no a todos una vez nos ha tocado ser el amigo que solo esta ahí para que todo funcione?
Hope Hansen esta acostumbrada a la ajetreada vida que lleva su única amiga, y aunque no se una a sus locuras es la encargada de que no termine mal parada. T...
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A la mañana siguiente salgo decidida de mi casa.
Todavía es muy temprano, así que supongo que Logan sigue alistándose o tal vez recién se esta levantando. Era mejor hablar con él ahora que durante las clases. Seria muy difícil lograr estar a solas en el instituto.
Toco la puerta tres veces.
Ya lo tengo todo planeado, primero diría que no fue mi intención decirle todas esas cosas-aunque en ese momento si lo fue- Luego, me disculparía ligeramente. Para finalmente, decirle que siga sin dirigirme la palabra-como lo hizo estos dos últimos días- y que yo solo quería estar en buenos términos con él.
Seria derribar dos latas de un tiro: mi frágil cargo de conciencia y la impertinencia de Logan en mi vida.
La puerta se abre y mi sonrisa de confianza muere al no ver a Laura como esperaba. Sino a Logan. Esta completamente cambiado, mirándome fijamente con una tostada en la boca y el cabello algo húmedo.
—Ah, eres tú
—Si. Soy yo.—de repente estoy nerviosa
Se recuesta en el marco de la puerta
—¿Qué quieres?
—Bueno yo...quería decir que...—¿Qué quería decir?—¿Qué haces levantado tan temprano?
Logan arquea una ceja
—¿Viniste exclusivamente a preguntarme eso?
Asiento, porque si abro la boca voy a soltar palabrotas y no para Logan, sino para mi.
¡No se supone que tenia que ser así¡. Laura tenia que abrirme la puerta y luego llamar a Logan. Él bajaría somnoliento y me vería sorprendido por estar parada en su puerta dispuesta a disculparme.
El que se sorprende primero pierde y yo ya perdí. ¡Tontas expectativas!
—Practico para ser parte del 5am club, dicen que dan galletas con forma de animalitos en las reuniones—responde irónico, recibiendo un mensaje en su móvil y cerrando la puerta detrás de si. Le pone seguro. Y comienza a caminar hacia la acera, lo sigo.
—¿Estas solo?
—Algo así, estoy contigo.
Frunzo el ceño—Me refiero a si estas solo en casa
—¿Por qué tendría que decírtelo?
Vale, sigue enojado. Yo también debería estarlo, pero no puedo guardar rencor por mas de 24 horas.
Cuando se detiene al borde de la acera, todavía sigue viendo su móvil. Suspiro cansada, esto no lleva a ningún lado.
—Mira, solo quería decirte que lamento haberme explayado así de ti el otro día. No te conozco ni la tercera parte-ni me interesa- y no debí darte por sentado de esa manera, no fue correcto.
