2-3
Después de que pasaran cinco minutos de la hora acordada.
Veo a Logan asomarse fuera de las puertas del instituto con Sarah Mitchell a su lado.
Sarah era otra de las chicas que quería conseguir la beca. Pequeña y escuálida. Su cabello rojizo siempre se encontraba atado en dos moños desordenados como si fueran su orden natural lucir así de voluptuosos. Vestía tallas oversize como yo pero a veces también la veía usando faldas escocesas.
El año pasado me tocó hacer un proyecto con ella y después de pasar la etapa de timidez es muy ocurrente y graciosa. Sabia que cuando arrugaba su nariz elevando las gafas redondas metálicas y sonreía mostrando sus dos incisivos sobresaliendo, significaba que le habías caído bien.
Y eran justamente esos gestos que estaba dedicando ahora mismo a Logan.
Se dirigieron hasta la bici de ella y él dejó caer la pila de libros que estaba cargando en el cesto, se dijeron algo más y luego ella se despidió rápidamente, casi parecía estar escapando.
Supongo que la atención extra tampoco era lo suyo.
Me enderezo cuando Logan esta a una distancia prudente de mi.
—Llegas tarde.
—Solo cinco minutos—contesta ligeramente sorprendido por mi acusación.
—Exacto, mis rodillas llevan aguantando su peso cinco minutos innecesarios.
—Pudiste haberte sentado—dice moviendo la cabeza indicándome que lo siguiese.
—¿Y perderme la oportunidad de una disculpa?—digo en tono broma poniéndome a su lado— Olvídalo.
Entonces se detiene y se gira acuclillándose a la altura de mis rodillas.
—Lamento mucho la tardanza rodillas de Piglet ¿me perdonan?
Arqueo una ceja mientras él se endereza con una sonrisa en el rostro—Dijeron que si.
—¿Así? Porque yo escuché que preguntaron porque te tardaste—digo siguiéndole el juego.
—Tenia cosas que hacer.
Y eso es lo último que dice hasta llegar al Wagoneer amarillo de Bazil. No entendía ese afán suyo por no especificar y ocultar sus cosas. Eso contrarrestaba totalmente con su actitud parlanchina y curiosa.
—Lo he estado pensando y...¿En serio crees que funcione el plan?—cuestiono mientras lo veo cambiando de estaciones de radio desinteresadamente —¿Y si Basil no le pide irse con Elisse?
—Le dije que te llevaba conmigo y que debía aprovechar, así que lo hará—comenta deteniéndose en la emisora que se dedica a dar reportes económicos y financieros en todo el país—¿No te molesta verdad? Tengo ganas de escuchar esto.
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La Tercera Rueda
Teen Fiction¿Qué no a todos una vez nos ha tocado ser el amigo que solo esta ahí para que todo funcione? Hope Hansen esta acostumbrada a la ajetreada vida que lleva su única amiga, y aunque no se una a sus locuras es la encargada de que no termine mal parada. T...