◽CAP-8◽

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Elisse y Dylan están discutiendo, generalmente se llevan bien, pero cuando tienen puntos de vista diferente se convierten en perro y gato

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Elisse y Dylan están discutiendo, generalmente se llevan bien, pero cuando tienen puntos de vista diferente se convierten en perro y gato. En ese caso, Elisse seria el perro.

Hemos perdido el autobús escolar así que estamos caminando. Disminuyo el paso para ajustar el nudo del short de Logan y evitar que se termine cayendo por mis rodillas. Dylan se da cuenta de ello y frunce el ceño. Realmente no le había echo gracia mi incidente con Logan.

—Ese tío es un idiota

—Por supuesto que es un idiota— re afirma Elisse, baja la mirada al short pensativa— pero aún me resulta extraño. Él no es del tipo distraído que choca con todo el mundo.

—Que puedo decir los accidentes pasan—sonrió nerviosa. 

Les había contado una pequeña versión de lo que paso: Logan por estar distraído choco conmigo cuando salía de la consejería, su bebida cayó en mis pantalones, y él se ofreció a darme su short como signo de disculpa. 

Prefería guardar lo que paso en el cuarto del conserje como una experiencia personal de esas que no sientes de contar a nadie más, era algo injusto considerando que Eli me contaba todas sus historias. Pero la mía comparada con las de ella era un cuento mal hecho.

—¿Y encima te ofreció su ropa como disculpa?— Elisse simplemente no atracaba como Dylan

—Es que estaba tan apenado.

—¡Ja!— las dos volteamos por la risa sarcástica de Dylan—¿apenado? Los tíos como Logan no conocen eso, seguro ahora se esta riendo con sus amigos sobre esto.

—Sus amigos, eh?—murmura Elisse cruzando los brazos.

Le doy un codazo en las costilla a Dylan, por hacer mención del amigo de Logan, Bazil. Se supone que no lo mencionaríamos por nada del mundo. Él era Voldemort ahora.

—Bobo— le recrimino en voz ultra-baja

—Ay se me escapó a cualquiera le pasa. 

Y como si Eli se diera cuenta de nuestras caras de haber metido la pata, nos sonríe, y es la sonrisa más forzada que ha hecho en mucho tiempo— No pasa nada chicos estoy bien. 

Y  la verdad no lo esta, aún no se exactamente que paso, Eli no quiere decírmelo, no del todo. Así que puedo suponer que no hubo acuerdo bueno, me gustaría saber... pero no tengo a nadie a quien preguntar.

Dylan llama mi atención— No te preocupes tanto, Hope— susurra en mi oído sonriéndome, así que le sonrío, las sonrisas son contagiosas. Te animan a estar feliz.

Llegamos a la calle central, a Dylan le llega un texto de su tía Sam por nuevos recados, él no lo dice, pero Eli y yo sabemos que es por eso. Se despide y lo vemos marchar. 

—Lo trata como si fuera su mayordomo—espeta Eli— no, peor que eso. ¿Sabes lo que haría yo?

—¿Qué harías tu?

La Tercera RuedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora