En la cama de Alex Turner

51: Perder a alguien que amas

-Jake, perdóname, pero tengo que irme.

-¿Por qué? ¿Que pasó?

-Alex me llamó y ya me está esperando en los bolos.

-Ohh, cierto, tenías que ir. Esta bien, Taby, pero ¿podríamos salir otro día con más tranquilidad y sin apuros de nada?

-Claro- respondí mientras tomaba mi cartera y me levantaba del asiento. -De veras, lo siento Jake.

-Tranquila, Taby. No es tu culpa- respondió Jake con una sonrisa.

-Adiós.

Me di una vuelta para salir.

-Espera...- me detuvo Jake sosteniendo su mano en mi hombro.

-¿Si?

Jake me miró por varios segundos y luego miró mis labios.

-Tus donas- dijo entregándome la caja de donas que había comprado para mi.

-Jake, no tienes porque...

-Tómalas, igual las compré para ti.

-Gracias.

-De nada.

Continué hacia la salida.

Una vez afuera, varias fanáticas se acercaban pidiendome fotos y autógrafos. Cada vez eran más, no me podía acostumbrar, la verdad, siempre disfrutaba más y más esto.

-¡No puede ser!- decía una mientras me abrazaba.

-¡¡¡Gracias!!!- gritaba otra mientras le devolvía su boligrafo y cuaderno.

-¡De nada! ¿Cómo se enteraron de que estaba aquí?

-Bueno, se corrió la noticia de que Alex Turner estaba aquí y luego de que tú estabas aquí. Pensamos que tenían una cita o algo. ¡Y queríamos verlos! Pero estabas con otra persona.

-Es sólo un amigo- respondí amablemente.

-Después de ese concierto en el Madison Square Garden, en el que se te declaró, hemos quedado flechadas, ¡hacen una pareja hermosa!

-Gracias- sonreí.

-Incluso, Jessie, preparó un cartel para ustedes. ¡Tienes que verlo!- dijo entusiasmada. -¡Ven Jessie!

La chica que estaba con el cartel, se veía algo nerviosa, no paraba de sonreír y me entregó el cartel. Eran varias fotos de Alex y yo pegadas en una cartulina llena de colores, donde en medio podías ver nuestro nombres juntos dentro de un corazón.

-¡Esta preciosa!

-Gra-gracias- dijo la chica algo tímida.

-¿Puedo tomarle una foto?

-Puedes llevártelo si quieres...

-¿De veras?

-Si.

-¡Aww, gracias!- le respondí regalando un abrazo. -¡Gracias por esto chicas, de verdad, no tienen idea de lo feliz que me pone!

-De nada, Taby. ¡Te amamos!- dijo una de ellas.

Me despedí de las chicas y ellas me miraron de una manera llena de dulzura y admiración. Luego, me apresuré para ir al auto y dirigirme a los bolos.

-¡Chicos!- saludé.

-¡Al fin llegas, Taby!- dijo Jamie mientras me daba un beso de saludo.

-No podíamos hacer nada sin que tú estés- añadió Matt a la conversación.