En la cama de Alex Turner

47: Para amar hay que confiar

Ya eran las 10am y se podía sentir el espíritu de la Navidad en el departamento. Después de tantos conciertos con los chicos, me había convertido bastante conocida al este de Estados Unidos. Tenía contratos por todos lados, me ofrecían grabar cd's, abrir conciertos, aparecer en eventos y hasta escribirle canciones a otros artistas. Firmé con una disquera para grabar todas mis canciones y sacar mi propio álbum. Todo iba de maravilla.

Tomé un baño y luego me arreglé para salir con Matt a tomar ese café que tanto me insistía durante semanas. Aproveché también sacando algo de dinero para compras navideñas.

-¡Taby!

-¡Matt!

-Wow, Taby, te ves muy bien, no me lo tomes al mal sentido, quiero decir, te ves radiante, llena de felicidad.

-Tranquilo, Matty y sí, estoy muy feliz, ya es 24 de diciembre y aparte de que es ya casi Navidad, si supieras... mi vida está de maravilla.

-Suena bien escuchar eso de ti, quiero que me cuentes todo. ¿Que quieres desayunar?

-Un café, por supuesto, unos huevos revueltos y pancakes.

-Pediré lo mismo.

Luego de que nos hayan servido el desayuno, ambos continuábamos conversando, Matt siempre se había portado como todo un caballero y un amigo conmigo, es la parte que nunca mencioné de él. En realidad, todos en la banda eran muy amistosos pero Matt, me trataba casi como a una hermana, siempre hablábamos, él me aconsejaba y yo a él hasta que viajé a mi país, que fue cuando dejamos de comunicarnos.

-Así son las mujeres, Matt, tienes que aprender a entenderlas. Todas somos complicadas, es parte de nuestro misterioso encanto.

-Tienes un poco de razón en eso- rió Matt. -Breana y yo últimamente peleamos por todo, antes éramos como dos niños enamorados juntos felices de la vida, pero creo que desde que empezamos a vivir juntos, ya no es lo mismo.

-¿Qué? ¿Por que lo dices?

-Es difīcil de explicar. Cuando convives con alguien ya todo el tiempo, llegas a conocerlo más a fondo. Ella tiene hábitos diferentes a los míos, hace cosas diferentes a las mías y a veces eso creo que es lo que afecta.

-Wow, las desventajas de vivir con tu pareja- reí sutilmente mientras manifestaba un poco de angustia con lo que él me contaba.

-Lo sé, y tanto hemos hablado del tema que hasta llegamos a decidir que si queríamos podíamos seguir con nuestra relación todo normal, pero volver a vivir en casas diferentes y ya no juntos, sin ningún problema, siguiendo con nuestra relación como si nada hubiera pasado.

-¿En serio? Bueno, y, ¿entonces porque no lo haces, si ese es el problema?

-Porque la amo y quiero casarme con ella.

Mi reacción después de que Matt haya dicho eso fue alucinante.

-¡MATT!- exclamé mientras me acomodaba porque casi me caigo de la silla como Condorito. -¿Por que no me lo habías dicho? ¡Oh por dios! ¡Esto es hermoso!

-Taby, por favor, nadie lo sabe aún, no puedes decir nada, en especial tú que eres como su mejor amiga.

-Ya, ya, esta bien, como digas.

-Nadie lo sabe, ni siquiera mis padres. Eres la primera persona a quien se lo cuento.

-¿Y... porqué me lo cuentas a mi?

-Eres la única chica en la que confío. Las demás me caen muy bien, pero Taby tu eres casi como una hermana para mi.

-Tu hermanita menor- sonreí haciendo una mueca.