Slade y yo los encontrábamos en París, Francia debido a un trabajo que aceptamos, debíamos reunirnos con el señor Dubois, un asociado con el que ha trabajado Slade durante varios años, pero no por esa razón era de extrema confianza.
-Slade, uno de mis más confiables socios, te he llamado hoy aquí por que necesito de tus servicios, pero me sorprendes ¿Quién es ese joven que tienes al lado? es alguien de quien deba preocuparme- pregunto el señor Dubois viéndome fijamente
-No señor, he tomado la decisión de tomar a un bajo mi manto a un aprendiz. Desde entonces no me he arrepentido, ni lamentado ha sido más que extraordinario, puede mantenerse tranquilo- respondió viéndolo esas palabras significaban mucho para mi pero debía mantener mis emociones calmadas y mantener mi expresión facial con seriedad.
-Muy bien, si tu lo dices, confió en ti Slade. Bueno pasando a los negocios, verán mi hijo y yo nos hemos interesado en algo, tenemos un cliente que desea y añora la pintura de "LA MUERTE DE SARDANÁPALO" pintada por Eugène Delacroix en 1827, cuando la vendamos ustedes recibirán el 45% de las ganancias- dijo mientras le daba otra calada a su cigarrillo dejando salir algo de humo que se desvanecía en aire
-Entiendo, estudiaremos el campo y la situación después le daremos los detalles, le aseguro de que muy pronto la tendrá con usted- dijo Slade mientras ambos nos poníamos de pie, en eso se escucho la puerta abrirse, por instinto voltee a ver hacia la puerta desenfundando mi arma y apuntándola en su dirección
-Padre wowo...- dijo un joven de al rededor unos 21 años poniendo las manos en alto
-Puedes bajar el arma chico, es mi hijo. No mentías Slade es realmente extraordinario- voltee a verlo y recibí un asentimiento baje lentamente mi arma volviéndola a guardar- que sucede Nathan?
-B-bueno padre, vengo de haberme reunido con el señor Travis dice que ya tiene listo el dinero, 3 millones de euros por la pintura una vez la tenga con él- se acerco a mi lado viéndome fijamente por encima de su hombro
-Muy bien todo va de maravilla, solo falta que hagan su trabajo...
Después de definir un par de cosas más salimos de ahí, pero pude notar como ese tal Nathan no paraba de verme inclusive cuando nos fuimos de ahí sentía su mirada encima de mi, llegamos a la guarida que teníamos ahí, y comenzamos a organizarnos, a estudiar el mapa del museo, las salidas y entradas, las partes, el tiempo que tardaba la policía en llegar, el cual era bastante poco debíamos actuar rápido, el sistema de alarma, vigilancia y seguridad. Después de cinco días planeando todo y dando los detalles finales todo esta listo.
Ese día un poco más temprano yo entre y lo recorrí por completo dejando un par chips que nos ayudarían a interferir por unos momentos con sus sistemas y comunicaciones, debía admitirlo era bastante hermoso el museo solo hubo algo durante mi visita que me incomodo demasiado, me encontré a ese sujeto Nathan que intercambiaba algunas palabras conmigo diciéndome una y otra vez la belleza de las obras y del hermoso y trágico significado que cargaban consigo, pero en todo momento me observaba a Slade claramente no le gusto eso y me dijo que debía tener cuidado con él, no le preste mucha atención se veía más que inofensivo, su aspecto fisio era delgado, pero ciertamente era atractivo.
Entramos al Louvre, y nos movimos con de forma rápida y precisa el sistema solo podía desactivarse por 3 minutos máximo si es que no llegaban a notarlo de no ser así tal vez un minuto y medio o dos. Llegamos y frente a nosotros estaba la pintura con sumo cuidado y mucho esfuerzo la bajamos era bastante grande y pesada casi cuatro metros por cinco, la sacamos del marco y la enrollamos metiéndola en una carpeta en forma de tubo para protegerla la pase, continuamos corriendo nos quedaba poco tiempo menos de dos minutos para que la policía llegara, logramos salir pero nos separamos burlándola y sin dejar rastro.
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MI YO VERDADERO [CORRIGIENDO]
FanfictionQue pasaria si todos en los que creias, en todos a los que considerabas amigos y familia te traicionan, te juzgan y te dan la espalda. Pues esto fue lo que le sucedio a Robin. Nunca creyo llegar a aliarse con su archi-enemigo y mucho menos llegar a...