Aquella mañana el sol no apareció por el horizonte. Quizás sí lo hizo, pero no para mí. La única luz que recibía era la de la lámpara del escritorio y la bombilla del techo. No era una mala iluminación, pero nada podía compararse al momento en el que te despertabas por los rayos de luz.
Al llegar había visto una ventana en el pasillo que separaba las celdas de ambos lados, pero el cristal de mi habitación era opaco. Ahora solo podía soñar con volver a ver la luz del sol con mis propios ojos. Me removí en la cama y escuché unos cuantos golpes en la celda de al lado.
— ¿Señor de las estafas? ¿Estás bien? ¿Qué han sido esos golpes? — pregunté algo preocupado, sabía que ese apodo no le gustaría, pero tampoco podía hacerme nada por llamarle así. Y él me llamaba pedazo de basura, así que era justo
— ¿Así que ahora te preocupas por mí, Zach? O quizás debería decir señor Maximoff, ¿no? Porque ese es tu verdadero apellido, ¿me equivoco? — respondió con un tono ciertamente molesto. ¿Se había enfadado por no haberle contado quien era de verdad? — Estoy haciendo deporte. Lo único que puedo levantar es la cama, así que la cojo como si tuviera pesas. Y no me llames Señor de las estafas. Ese no es mi título.
Imaginarme a Loki haciendo pesas fue una sensación... Diferente. No lo había visto en persona, pero podía imaginarme como era. Por como hablaba, la manera en la que sonaba, su voz ronca y fuerte, y como era capaz de levantar la cama con sus brazos, era un hombre musculoso.
Seguramente atractivo. Tal vez tenía algún tatuaje por su cuerpo. Esa imagen se posó en mi cabeza por unos segundos y ya no abandonó aquel lugar en mucho tiempo.
— Si, bueno, sobre eso...
Fui interrumpido por un agente de seguridad. No traía el desayuno, solo ropa nueva. ¿Acaso tambien nos iban a hacer la colada también? Más que una cárcel parecía un hotel. Me dejó la ropa sobre el escritorio y luego me dirigió la miarada.
— Vístete Maximoff, alguien quiere hablar contigo. Y date prisa — sentenció mientras salía, dejándome espacio para cambiarme con un poco de privacidad. Al menos él lo hacía.
— Hablaremos después, parece que tengo visita. Nos vemos luego, señor de las estafas.
La ropa no era para nada similar a la que llevaba. Era ropa elegante, un traje de hombre de negocios. Su camisa bien planchasa, con unos ajustados pantalones que me resaltaban la figura. Acompañados por unos caros zapatos con plataforma. La chaqueta y corbata del mismo color que los pantalones, quedaban como un guante.
Una vez terminé, toqué el cristal opaco. No sabía exactamente donde estaba la puerta, pues su ubicación cambiaba cada vez que se cerraba. El agente me miró de arriba a bajo y me indicó que lo siguiera. Me esposó con unas cadenas normales y simplemente comenzó a caminar.
No habían más agentes de seguridad con él, así que caminábamos a solas. Aún recordaba aquellos pasillos del día anterior. Nos dirigimos al ascensor, donde pulsó el botón y esperó a su llegada. Una vez abiertas las puertas, dejó ver a dos agentes armados. Entré en aquel elevador y el primer agente se marchó. Tal vez cuando no había nada especial la seguridad era menor. Fuimos hasta el piso 73. Una vez fuera, cuatro agentes me esperaban.
No podría contar el recorrido que hicimos ni aunque quisiera. Fueron unos veinte minutos caminando por pasillos laberínticos y estrechos, todos de la misma longitud y distancia. De vez en cuando nos topábamos con una bifurcación.
Ya había comenzado a creer que mi guía estaba igual de perdido que yo cuando chocamos contra una puerta. Era de cristal, por lo que se podía ver en su interior. No parecía haber nadie.
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𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐬𝐢𝐨́𝐧 ┇ 𝐿𝑜𝑘𝑖 𝑥 𝑀𝑎𝑙𝑒 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟
Fanfiction"𝑌 𝑎 𝑙𝑎 𝑙𝑢𝑧, 𝑣𝑖 𝑠𝑢 𝑟𝑜𝑠𝑡𝑟𝑜. 𝑌 𝑠𝑢𝑝𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝘩𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑒𝑛𝑎𝑚𝑜𝑟𝑎𝑑𝑜" (T/N) Maximoff, uno de los trillizos de Wanda y Visión, escapa de la realidad creada por su madre en Westview. Él era diferente a sus hermanos, pudo...