𝟏𝟕.

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Ha sido maravilloso. Tú lo has hecho maravilloso. Te quiero, pequeño brujito.

Aquella frase resonaba en mi mente una y otra vez. Su dulce voz, ronca pero cariñosa, confesando su amor en un susurro fugaz, fruto de la pasión. Unas palabras tan simples que a la vez resultaban tan imponentes que asustaban. No fui capaz de reaccionar ante aquella desprevenida muestra de amor, por lo que Loki se durmió sin recibir mis sentimientos a cambio.

Tal vez la noche que tuvimos fue suficiente como para demostrarle como de fuerte era el vínculo que teníamos, y lo mucho que deseaba estar con él. Pero ese pensamiento no me detuvo de pasar la noche en vela, observando como el reflejo de la luna se filtraba a través de nuestra ventana. El fino rayo de luz mostraba el cuerpo, todavía desnudo, del asgardiano. Se había dormido abrazado a mí, nuestros cuerpos pegados el uno al otro.

Su rostro relajado le hacía ver como un chico joven e inocente, no el cruel y despiadado Loki que había sido con el resto del mundo. La noche pasó, sin embargo, no me importó. Sentía la calmada respiración de Loki, mi cabeza apoyada en su duro pecho desnudo. Era una sensación mágica, y deseaba quedarme así por el resto de la eternidad.

Pero el sol rompió el hechizo que nos mantenía unidos. Loki despertó e intentó moverse con suavidad para no despertarme. Se levantó de la cama y vi por el rabillo del ojo que se estaba poniendo su ropa interior. Me giré para observar al dios, su cuerpo perfectamente formado, su cabello alborotado por la noche, sus ojos aún llorosos y entreabiertos. Era perfecto. Para mí.

- ¿Te he despertado? No era mi intención. Dormías plácidamente. - dijo mientras se volvía a sentar en el borde de la cama, ahora ya medio vestido - ¿Sabes? Te ves muy bien dormido. Incluso pareces un angelito. Si no supiera lo que hiciste anoche, podría incluso creerlo.

Sonreí levemente mientras me reincoporaba para sentarme y pasar mis brazos alrededor de su cuello. Unos segundos transcurrieron en los que el silencio llenó la sala, solamente nuestras miradas fijas en las del otro. Aún me costaba creer aquello, estar con alguien a ese nivel de intimidad. Pero él parecía muy cómodo y eso me reconfortaba. Besé sus labios con dulzura para luego buscar mi ropa interior, la cual estaba por el suelo de la habitación.

- Tú tampoco es que seas un enviado del cielo. Ayer fuiste muy duro conmigo, ¿no crees? - y su expresión se transformó en segundos. Ahora parecía preocupado de lo que hubiera podido sentir anoche - Es una broma, Loki. Fue perfecto. Tal vez podemos repetir.

- Tendrá que ser en otra ocasión. He estado pensando muy bien que vamos a hacer, y creo que sé donde vamos a ir hoy. Tampoco tenemos mucho dinero, y este hotel es demasiado caro para nosotros.

Le sonreí de manera burlona y me dirigí al baño para darme una ducha rápida. Él entró pocos segundos después, pero nada más sexual pasó salvo uno o dos besos apasionados bajo la lluvia. Nos aseamos con rapidez y Loki volvió a elegir una vestimenta para ambos.

Ahora él no llevaba un traje, si no una camisa "hawaiana" que todos los turistas suelen llevar. Acompañada de unos vaqueros cortos, el look destacaba por las chanclas y las gafas de sol que llevaba. En cambio, yo obtuve un outfit distinto. Más apropiado a mí. Unos pantalones anchos y un crop top negro. Era una combinación extraña, pero tampoco me opuse a ello.

Salimos de la habitación a toda prisa y nos dirigimos a la recepción, donde Loki me dejó apartado porque era un tema de "adultos" y los niños tendrían que esperar. Estuvo unos diez minutos hablando con el recepcionista mientras gesticulaba con las manos y hacía aspavientos, indicando su enfado con la compañía. Unos minutos después, el asgardiano le lanzó un par de billetes y vino hacia mí. Me tomó del brazo y salimos a la calle.

𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐬𝐢𝐨́𝐧 ┇ 𝐿𝑜𝑘𝑖 𝑥 𝑀𝑎𝑙𝑒 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora