Un fuerte estruendo irrumpió el sueño de ambos prisioneros. Una puerta se había abierto de golpe, dejando ver a una docena de guardias armados hasta los dientes apuntando directamente al centro de la celda. El mayor de los encarcelados se levantó y pudo ver como aquellos hombres habían ido a buscarle.
La noche anterior había conseguido tranquilizar a su compañero, el pequeño Maximoff, e incluso le había alentado a buscar una manera en la que ambos conseguían escapar de aquella celda.
Sabía que no llegaría a tiempo, que sus días estaban contados y pronto sería llevado ante los máximos ejecutivos de la organización. Pero sentía la necesidad de proteger a (T/N), de mantener aquella inocencia virginal, aquella que aún creía que existía algo bueno en el mundo.
— Loki Laufeyson. Vístete. Te vienes con nosotros.
La voz del guardia resonó en la sala, más grave y profunda de lo normal. Mantenía aquella tonalidad neutra, sin pensamiento ni ideales propios, solo las órdenes a seguir que se le habían dado.
El dios se levantó de su cama y con tranquilidad comenzó a preparase. Nunca había tenido complejo de su cuerpo ni inseguridad sobre sí mismo, pero aún así podía resultar una situación incómoda.
Para Loki, quien ya había aprendido que no importaba lo que dijera, no iban a mostrar emoción alguna, ya era una broma total. Se desnudó por completo y les dedicó un pequeño baile jocoso a los guardias, mientras se mofaba de ellos.
Al otro lado de la celda, un aún joven e inexperto chico escuchaba que estaba ocurriendo en la habitación pegada a la suya. Había fallado, no había encontrado una solución para salvar a Loki. Ahora se lo llevaban y tal vez nunca más podría escuchar su voz. No es como que le importase de verdad, no.
O al menos es lo que se decía en su mente cada vez que pensaba en el asgardiano y una sonrisa aparecía en su rostro. Se levantó de la cama y pegó su oreja a la pared, quería escuchar todo con detalle. Cuando supo que el mayor ya estaba preparado para su partida, suspiró su nombre.
— Loki... — casi inaudible, solo fue captado por el Dios de las mentiras
— No sufras, pequeño brujito. Si vuelvo, me reiré de tí por esto hasta que uno de los dos salga. Si no vuelvo... — hizo una pequeña pausa — No te preocupes por mí. Aprende a mirar por tí. De igual manera, te echaré de menos brujito.
Con esas palabras se despidió. (T/N) no dijo nada. Su voz se quebró y ni una sola palabra salía de su garganta. ¿Qué era aquel sentimiendo devastador que le arrollaba? No podía sentirse así por un asesino, un criminal, alguien que había cometido semejantes atrocidades.
Pero, ¿que lo diferencia del resto? Tenía sus motivos, igual que el mundo. Algo que lo motivara, que le ayudase a continuar hasta cumplir sus objetivos. No podía culparlo. Era ambicioso, innegable.
Loki abandonó la sala y, rodeado de guardias de seguridad, caminó por los pasillos encadenado hasta los dientes. Sus piernas estaban entrelazadas, por lo que el movimiento era casi imposible.
Sus brazos también se encontraban en la misma situación. Incluso su boca estaba tapada, como si fuera un perro. Continuó hasta el ascensor, donde le vendaron los ojos. A partir de ahí, su camino fue completamente a ciegas y guiado únicamente por los guardias. La primera vez pudo recordar todo el laberinto, por lo que casi consiguió escapar.
Fue llevado a una sala oscura, donde lo único que había era una silla en el centro. Le quitaron la venda y el bozal que le apresaba, y le dejaron a solas. Las luces se encendieron y unas voces sonaron. Sabía de donde provenían. El cristal opaco frente a él les deletaba.
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𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐬𝐢𝐨́𝐧 ┇ 𝐿𝑜𝑘𝑖 𝑥 𝑀𝑎𝑙𝑒 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟
Fanfiction"𝑌 𝑎 𝑙𝑎 𝑙𝑢𝑧, 𝑣𝑖 𝑠𝑢 𝑟𝑜𝑠𝑡𝑟𝑜. 𝑌 𝑠𝑢𝑝𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝘩𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑒𝑛𝑎𝑚𝑜𝑟𝑎𝑑𝑜" (T/N) Maximoff, uno de los trillizos de Wanda y Visión, escapa de la realidad creada por su madre en Westview. Él era diferente a sus hermanos, pudo...