Flores en la sangre (KNY x Tu) FINALIZADA

Capitulo 23. Promesas

Yamato corrió hacia su señora, al igual que Nezuko y Tanjiro, esperaban que fuera alguna de sus típicas bromas, pero no, estaba vomitando sangre. Vomitaba sangre a cantidades extremadamente alarmantes, Kanae de la impresión apenas logró abrazarla y comenzar correr a la enfermería, siendo que sus hermanos lograron verla, aquella escena era impactante, era una flor roja que solo escupía más flores.

Rápidamente, Kanae acoso a ______ y Yamato cerró todas las ventanas y las puertas rápidamente con ayuda de Nezuko, nadie debía ver esa escena. Yamato tomó la mano de su señora, no podía hacer nada para evitar que ella siguiera vomitando.

—¿Qué demonios está ocurriendo? - preguntó Shinobu entrando rápidamente a la habitación mientras Kanae preparaba un sedante.

—¡Es su habilidad! - poco a poco la doncella dejaba de vomitar sangre y tal vez otras cosas, el sedante logró calmar mínimamente el dolor para poder dejarla en la calma.

—______ tienes que quitar la maldición, vas a morir si sigues así - Nezuko estaba al borde del llanto al igual que Tanjiro que había adquirido su tamaño normal - ¡No puedes continuar así! -

—También prometí protegerlos... No puedo romper mis promesas.

Las Kochoū pidieron respuestas solo con la mirada, Yamato les explicó su habilidad de sangre y la razón por la que estaba vomitando sangre, alguien había atacado el templo, nadie menos que los ayudantes humanos de Muzan. Los Yuuma, su estadía con los cazadores sería más corta de lo que esperaban. Alguien había revelado su ubicación.

No importaba, al final del día no planeaban quedarse por mucho tiempo, pero al menos ______ sabía que podrías dejar a los hermanos Kamado en buenas manos. Hanahaki dejó de escuchar lo que decían, sus oídos habían comenzado a sangrar, sí que se estaban esforzando por destruir su maldición. Una habilidad de sangre que no se puede controlar y que daña al usuario es inútil, pero más inútil sería no aprovecharla.

Tal vez fue por qué al final del día estaba casi muriendo ese día que _______ no se dio cuenta cuando sus hermanos entraron y tomaron sus manos, o cuando su gemelo colocó su frente en la suya llorando, eran dos mitades, era obvio que la quería. Se preocupaba por ella. Incluso si no podía perdonar su pecado.

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Una semana después la doncella consiguió abrir los ojos, a su lado estaba Asagao, regreso su mirada al techo, ¿Acaso era un sueño?

—Vete - susurró la mujer.

Asagao sabía que era incómodo estar ahí, pero... Aunque odiaba en lo que su hermana se había convertido, quería mantener las cosas en calma por sus hermanos, porque seguían siendo dos mitades.

—No, ______, me fui una vez confiando en nuestras tías, confiando en nuestra familia y te perdí. Eres mi hermana para bien o para mal.

Su hermana no quería saber nada, cubrió el ojo que había recuperado después de ocho meses de regeneración, otra vez dolía y no podía ver nada con él, la maldición de Kibutsuji y su propia habilidad de sangre la estaban matando. Algo que siempre quiso y buscó, ahora todo parecía triste, la muerte no le daba miedo, pero dejar solos a quienes dejaría atrás sí. Qué hipócrita.

Tanjiro se levantó de su asiento y caminó hacia los hermanos Hanhaki, colocándose en medio de ustedes dos, qué hermoso niño, ______ cepillaba sus cabellos con cuidado, el demonio sabía qué estaba pasando, otra vez ella se había quedado sin un ojo por quien sabe que tanto tiempo.

Alguien había ocupado su lugar.

Fue lo que pensó Asago, aquel que puso en sus hombros la responsabilidad de su hermana, olvidó lo cercana que ella era físicamente con quiénes consideraba familia. Asagao no dijo nada, simplemente se levantó, dejó un beso en la frente de su gemela y se retiró, él no era la familia en la que ______ confiaba ni la que necesitaba en esos momentos. Tras su retirada, entraron los menores de la familia Hanahaki.

—¿______? - pronunció levemente Momo.

Habían crecido, eran niños amables y fuertes, eran niños que habían aprendido a leer las emociones de los demás. Sus ojos llenos de lágrimas fue suficiente para que no supieran si entrar o no, Tanjiro limpio lentamente las lágrimas de _______ con sus manos, sus dulces manos y la miro, si no fuera por el bambú es posible que mostrará una sonrisa radiante. Sabía qué quería decir, sabía que debía hacer, pero tenía miedo.

Tanjiro la ayudó a sentarse, con su cuerpo como soporte comenzó a caminar lentamente hacia los pequeños, Momo y Kiku sonrieron, corrieron hacia su hermana y la abrazaron. Extrañaban muchísimo a su querida hermana, extrañaba verla tejer, barrer, leer, escribir animadamente, la extrañaban.

— Mis niños - susurró _______ mientras los abrazaba con miedo, tenía tanto miedo de lastimarlos, de contaminarlos, que solo podía llorar.

"______-chan merece ser feliz, ¿Por qué siempre le arrebatan todo eso?"

Tanjiro era feliz de verla, disfrutar unos momentos con sus hermanos, Yamato había estado con los pilares y Ubuyashiki para dar información, sabía que pronto partirán otra vez. Había una pequeña guerra que Muzan había comenzado cuando envió a sus ayudantes al templo.

(•••)

— Tienen que comer.

Cuatro horas habían pasado rápidamente, hablaron de todo, rieron, lloraron y fueron nuevamente tres hermanos que solo querían convivir.

— ¡Te irás si nos vamos! - Kiku estaba negado a irse, solo quería a su familia junta.

— No, aún no me recupero, esta vez prometo despedirme adecuadamente.

Los niños entendían algo, no se podían detener los caminos de nadie, todos debían avanzar, por caminos distintos. Los dos salieron y un nuevo visitante entró, Rengoku. Con una mirada, ______ le pidió a Tanjiro que saliera, esa era una conversación privada entre dos viejos amigos.

—Ren...-Antes de hablar, el rubio la abrazo, exactamente como dijo que haría en su última carta.

"¡Estoy emocionado por poder demostrarle a mi padre que puedo ser un gran cazador! Muchas gracias por toda tu ayuda, prometo mimarte tanto que te hartaras, empezaré con un abrazo, tan pronto como te vea, te abrazaré..."

Sus brazos rodeaban su pequeño cuerpo con miedo de lastimarla, pero aún más miedo de que desapareciera. Ella no lloraba, pero temblaba, era demasiado shockeante todo esto, escucharlo, pedir perdón, escucharse a sí misma, tratar de decir algo que no salía de su garganta.

Fuera de la habitación, Tanjiro estaba feliz de saber que su maestra estaba rodeada de personas que de verdad le querían, que le apreciaban y nunca más dirían ninguna palabra ofensiva.

Con miedo y tomando fuerzas, ______ regreso el abrazo, tímidamente, sin saber si estaba haciendo bien o no. Solo pudo pronunciar un "Bienvenido" suavemente. Al fin hablarían.