Capítulo 6. Hielo

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Mirar a las hermanas Kochou era un constante mar de celos, admiración y vergüenza propia. Nanami era hija única desde la muerte de su hermano mayor, por ende, su padre y madre eran en exceso protectores, razón por la que decidieron apoyar la decisión de Nanami de confinarse al templo como princesa a torre. Por su parte, ______ solo podía ver la relación que le gustaría llevar con Tsubaki en aquellas hermanas, cosa que no era posible, esa niña era todo lo que no podías ser y tenía el orgullo de la familia que cada día crecía.

No podía creer que mientras las hermanas Kochōu se apoyaban mutuamente, y si peleaban lo resolvían casi enseguida; Tsubaki y ______ solo podían llevarse bien cuando la menor se encontraba de buen humor o la mayor no sacará ninguna palabra en todo el día. Al menos podía presumir de su buena relación con sus demás hermanos.

— ¡Saca la nieve más rápido! ¡Están a punto de llegar!

Aunque este no era el mejor momento para pensar, entre las cuatro trataban de sacar todo el hielo y nieve que se había acumulado la noche anterior. Si sus tías vieran que no limpiaron la entrada, posiblemente les darían varios manotazos, regaños y quién sabe qué más.

— ¡Me duelen mucho los pulmones! Hacer actividad física mientras hace frío no es para mí. — ______ quería llorar de la frustración, la nieve no cedía por más que intentaran quitarla, esta parecía multiplicarse, sus manos poco a poco se volvían rojas y era más difícil moverlas, cosa que le impedía ayudar como quería. Sus brazos comenzaban a doler y arder en partes iguales, podía jurar que su nariz, así como sus orejas, estaban a punto de caerse.

Kanae se acercó y colocó sus, misteriosamente, cálidas manos en el frío rostro de la menor. Sonrió gentilmente como su abuela, ahora sí que ______ estaba a punto de llorar, no solo era inútil, sino también recibía la lástima de una persona que apenas había conocido.

— ¡Yo te ayudaré! Estamos por terminar, solo sigue esforzándote, después podemos entrar ¡Y resguardarnos en un calentito kotetsu!

La Hanahaki asintió levemente mientras seguía apaleando la nieve, las hermanas Kochōu solo eran unas devotas que habían terminado atrapadas por la tormenta y que amablemente se ofrecían a ayudar. No podían ser más perfectas ¿O sí? Pues parecía que si, al llegar, sus tías estás pronunciaron de manera soberbia "Si solo estás fueran la mitad de hermosas y útiles que ustedes".

Ambas se cohibieron, Nanami no era tan torpe como su prima, en cambio, tenía una astucia envidiable, pero llegaba a ser imprudente en exceso. ______ podía entender el trato frío hacia su persona, pero hacia Nanami no. Su voz no salía en defensa y las desconocidas no meterían las manos al fuego solo por dos niñas que acababan de conocer. Si tan solo fuera más valiente y no arruinara todo, podría ayudar.

— Entonces, ¿Me permite llevármelas? - todas las mujeres miraron sorprendidas a Kane, incluso Shinobu - Puedo hacerlas mis discípulas, en medicina, suelen faltarnos manos en el hospital ¿No es verdad, Shinobu?

— ¡Kanae!

Aunque el menor regaño a su hermana está solo sonrió, aquella mujer era la representación de la benevolencia y amabilidad de la humanidad, como si no hubiese nada malo en ella, excepto ese extraño desgaste en algunas partes de sus hilos.

— Disculpé, aunque le agradezca su ayuda a este par de inútiles, me temo que deberé negarme. Sus padres siguen estando a cargo de ellas, deberíamos preguntarles.

— Entonces vendré en dos días, si tiene más niños que quiera dejar bajo mi cuidado y tutela con gusto los recibiré.

Ambas hermanas partieron de regreso al pueblo mientras las mayores de la familia Tsugikini hablaban a espaldas suyas. ______ sentía tanta pena como vergüenza por eso, Nanami también, pero ninguna dijo nada, decirlo sería pasar el día sin comida. Aquello a los ojos de la primogénita de los Hanahaki era la promesa de un buen futuro, sabía que algún día se casaría, muy probablemente con un hombre rico que solo la quiera para abrir sus piernas y dar hijos mientras calienta su cama con amantes mucho más preciosas que ella, en cambio, si ______ escribía una carta para sus padres pidiendo permiso ella sería de utilidad, por una vez, ella accedería a conocimiento y... no, solo era una niña soñando demasiado alto y que probablemente sería quemada por la estrella que tanto sueña una vez que la tuviera entre manos.

Flores en la sangre (KNY x Tu) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora