Capítulo 15. Sangre

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La familia Kamado era muy parecida a su familia en muchos sentidos, pero había algo que a la suya le había faltado, eso era cariño y comprensión a cada uno de sus integrantes. Pese a la decadencia del lugar y sus ropas desgastadas, las sonrisas no dejaban de relucir.

Todo era calma y paz, menos sus hilos del destino, ______ no podía entenderlo, nunca había visto hilos así en su vida, ni siquiera podría estar segura si su madre alguna vez los había visto, ¿Por qué cambiaban a cada segundo?

— ¿Entonces busca una flor? – la menos asintió y tomo la taza de té que le fue ofrecida por la señora Kie, una mujer de cuerpo pequeño, pero con una fuerza enorme igual que Karonji*

— Sí, parece ser que crece cerca de aquí, solo que no sabía cómo llegar, disculpe las molestias. — había algo en su hilo que decía que ella podría ser la clave de todo, pero el mismo caos en su hilo hacía que la lectura se hiciera complicada y hasta mareaba.

— No hay ningún problema, es un honor para mi familia ayudar a tan bella joven - ______ se sonrojó enormemente y comenzó a temblar de la timidez, no podía acostumbrarte a los cumplidos. Para aliviar su propia vergüenza ______ tomo rápidamente el té para calmar los nervios y eso hizo reír a la Kamado.

— One_san, usted es muy divertida. — Sonriendo hacia Hanako, ______ podía ver reflejada una dulce sensación, era muy linda y le recordaba a Tsubaki. — ¿Qué significa Hanahaki?

— Mi familia se dedicaba a la agricultura, pero mi primer ancestro era muy alérgico a las flores - los niños rieron - pero las amaba demasiado. Escapó de su hogar y cambio su apellido por uno que definiera su mayor pasión, así como su mayor perdición. Hanahaki, la enfermedad de las flores.

— ¡Qué romántico! ¡Tu familia es muy sentimental!

Los niños son realmente tiernos, esa familia era tierna, Nezuko era la definición de una hija perfecta, Hanako era una tierna niña, Tenko era un niño divertido, Tanjiro era un adolescente hermosamente caballeroso y ni hablar de Shigeru y Rokuta los cuales eran un amor. Era excesivamente agradables ¿Acaso el mundo tenía tesoros tan ocultos como las Kochoū y los Kamado?

Todos cenaron y decidieron ir a dormir, Hanahaki dormiría con Nezuko y Shigeru, era extraño, volver a sentir ese ambiente familiar, ese cariño, esa confianza, se sentía tan irreal, porque no existía algo como la incomodidad o el compromiso de por medio. La desconocida solo pensó rápidamente en su abuela, en cómo la había querido y le había enseñado a respirar adecuadamente, a palabras de Kokushibo, le había enseñado la respiración de aire. Poco a poco la doncella se dejó llevar por la tranquilidad que prevalecía en el hogar y se quedó dormida, hasta que un aroma demasiado conocido se hizo presente, despertándola inmediatamente.

Con mucho cuidado salió del Futón, tomando su sable en caso de que fuese necesario y camino al exterior, sin importarte si sus pies estaban descalzos ante la nieve.

— ¿Muzan_sama? - ahí estaba, tan similar y diferente a aquella vez en el templo.

— ¿Qué haces aquí? - sin atreverse a mirarle directamente, _______ bajo la cabeza e hizo una reverencia, ya no tenía el valor de mirarle a la cara, ese valor se había ido hace tanto tiempo. Esos ojos rojos que alguna vez la vieron con interés, hoy le miraban como cualquier otro subordinado.

— Mi investigación me llevo a estas montañas, estoy segura de que encontraré la flor cerca de aquí. Mañana me ayudará un chico de esta casa a buscarlo. — claramente, la niña tenía tantas ganas de preguntar "¿Que hace usted aquí?" pero no podía, le mataría o torturaría si lo hiciera, era mejor evitar todo eso.

— ¿No puedes leer porque estoy aquí? - la doncella se encogió sobre sus hombros y negó.

—Me prohibió leer su hilo sin su permiso previo. Me es imposible leer el hilo de esta familia, este hogar fue abandonado por mucho tiempo y parte de su historia se perdió. No puedo leer nada. — Yamato permanecía alejado, pese a que era un demonio había sido convertido para Hanahaki, no podía acercarse a Muzan Kibutsuji. Sin embargo, eso no le impedía estar relativamente cerca y poder ver todo, atento si su señora necesita ayuda.

— Inútil

_______ se quedó callada, no diría nada, lo único que la hacía útil para aquel rey no podía usarlo justamente, la única herramienta que tenía ya no podía ser usada. Aunque horas antes se sentía aliviada de volver a sentir un ambiente familiar, ahora le aterraba el hecho de que su rey estuviera ahí, si estaba cerca con su apariencia real significaba que habría sangre en dicho lugar, ya sea porque él hiciera el trabajo solo o porque mandaría a alguno de sus más fieles subordinados. Muzan se acercó y tomo las mejillas de la menor con una de sus manos, le obligó a levantar el rostro, pero seguía desviando la mirada.

— Mírame - lentamente ______ volvió a dirigir su mirada hacia el rey encontrándose con el rojo carmín. — Debes encontrar esa flor lo antes posible, si no quieres verlos morir, hazlo rápido. — la niña solo asintió, notando como sus ojos se volvían analíticos y fríos, obviamente algo tramaba. Por fin la soltó y solo retrocedió unos pasos - Solo unos dos años más y estarás lista.

— ¿Lista? - sus latidos comenzaron a ser aún más rápidos. No presentía nada bueno y el aroma a malicia no indicaba que aquello fuese un buen augurio, había logrado controlar su habilidad de ver los hilos del destino, siendo que con un parpadeo podía dejar de verlos, aunque fuera un momento y ese momento había terminado.

— ¡Es imposible!

— Una humana termina siendo devorada, un demonio termina devorando el producto, tal vez seas la respuesta. Solo necesito cortar esos pequeños filamentos y dejar que tu cuerpo regenere tu matriz, no es imposible.

Desde el inicio _______ sabía que solo era una herramienta más, que no importaba si moría durante el proceso mientras fuera sirviéndole, pero no estaba dispuesta a embarazarse. No solo no quería ser madre, era una pesadilla, pensar en serlo o la posibilidad de serlo, no por nada, después de un mes de sus encuentros bebía un poco de veneno. Por qué ser madre cortaba su posibilidad de huir, de huir cuando su familia hubiese muerto, de escapar de todo eso.

El sonido de pasos en la nieve los alertó a ambos, Tanjiro había salido y el aroma de un desconocido lo asustó, así que salió asustado al no ver a Hanahaki tampoco dentro.

El rostro del rey demonio se deformó completamente de miedo, aquel niño era igual a aquel hombre, cabello rojizo, una cicatriz en su rostro. Era el descendiente de Yoriichi Tsugikini. Rápidamente, la Hanahaki saco su sable de la vaina y se colocó en posición de defensa, el lado más racional de Muzan fue remplazado por el miedo, incluso los demonios tienen miedo.

"No puedo ver los hilos de mi familia, entre más cercana sea nuestra relación sanguínea, más imposible me es leer o manipular su hilo, entre menos cercano sea ese familiar mayor será la posibilidad"

Si su mascota no podía leer sus hilos era porque eran familiares lejanos, ¿no? Era mera lógica, pensaba Kibutsuji Muzan, misma razón por la que no podía controlar, pero si leer los hilos de Kokushibo, porque a pesar de ser su ancestro su relación se había diluido tanto con el tiempo que poco a poco dejaban de ser familiares.

Flores en la sangre (KNY x Tu) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora