Capítulo 14. Raro

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— ¿No está?

Rengoku por fin había regresado, necesitaba hablar con ______ y obviamente no permitiría un no como respuesta, tenía muchas preguntas.

— La doncella salió, no es muy común que lo haga, pero tampoco muy raro.

— ¿Qué quiere decir?

El anciano tomo su barbilla como meditando su respuesta.

— No suele salir muy seguido, pero tiende a irse por mucho tiempo cuando lo hace, al menos un mes.

No era común, pero tampoco raro. Rengoku agradeció la información, probablemente habría salido de cacería, era un demonio, o un híbrido, debería necesitar comer humanos para sobrevivir ¿No? Al menos grandes cantidades de carne de animales.

Al bajar la montaña pudo ver a Himejima, quien también tuvo curiosidad del porqué su compañero parecía tan decaído. Al menos por lo que decía Karonji, esta última le había pedido su ayuda, pues no solo Rengoku había sido afectado por la revelación de que ______ seguía con vida. Kanae y Asagao estaban igual de afectados.

Kanae sentía cierta culpabilidad, había convertido a una niña en carne de cañón para salvarse y salvar a su hermana. Shinobu no se vio tan afectada al tener aquello como una posibilidad. Aun así, la culpabilidad era visible en ambos rostros.

Asagao se llenó de una furia inexplicable. ¿Decepcionado? No sabía que sentía, estaba feliz de saber que su gemela seguía con vida, pero, ¿Cuál fue el costo? Era una mujer sin pudor, que comía carne humana y controlaba humanos y demonios. Prefería que ella hubiera muerto como un mártir trágico en lugar de seguir viva y dañando a más personas. Un remolino de emociones que no sabía identificar se había apoderado de él y eso solo podía expresarlo como irá.

Ninguno de sus demás hermanos lo sabía.

— ¿Hablaste con Kirari_domo? - Pregunto Himejima quien comenzó a caminar a lado de Rengoku que buscaba un lugar para comer.

— Sí, está impresionada de que ______-chan siga con vida, pero después... Bueno, fue como si le dijera que comería setas. Solo dijo "Está bien".

— ¿Crees que lo haya previsto esto?

Himejima solo pudo contestar un "no lo sé" mientras entraban al restaurante, una niña que siempre escribía con amor cada carta deseándole una buena fortuna, dándole predicciones para qué evitará ciertos accidentes. Que con tanto cariño le había hecho un amuleto de la suerte. Habían pasado tantas cosas dentro de esas cartas y esos pequeños intercambios que nadie sospecharía de eso, del cariño que había nacido. Una niña que había prometido visitar, si las hermanas Kochou no hubieran ido al templo, si hubiera ido él y hubiera enfrentado a las tías de esta ¿Se hubiera evitado todo?

— ¿Por qué le tienes tanto cariño a una pobre niña abandonada por los dioses?

Abandonada y tirada a los demonios como un juguete para ser exactos.

— Sencillamente, le tengo cariño, no tengo una explicación.

Ambos pidieron tanta comida que parecía más un abastecimiento para un batallón que para dos hombres. Aunque la dueña río ante aquella imagen y comenzó a reír junto a otros comensales sobre que la "doncella roja" no era la única que comía grandes cantidades de comida. Era impresionante, gracias a lo platicadora que había resultado ser la dueña se enteraron de muchas cosas que pasaron gracias a la "Doncella roja". Era casi una santa en ese lugar, pero no debían decir nada en las ciudades vecinas, por qué ______ era considerada un objetivo de caza seguro.

Rengoku quería volver a hablar, quería volver a verla barrer un suelo tranquilamente, sonreír con timidez y demostrarse fuerte ante una discusión. Si hubiera una manera de volver hacerla humana, la encontraría.

(°°°)

— Muchas gracias, Kamado-san.

_______ había encontrado a un amable joven dentro de uno de sus puntos de investigación, dicho joven, Kamado Tanjiro, se había ofrecido en darle hospedaje y ayudarle a encontrar la flor que necesitaba. Así que ______ veía al joven de haori cuadriculado con una sonrisa, una persona demasiado amable. Aquel día nevado no fue necesario ponerse su sombrero de bambú, solo una yukata negra que alguno de sus protegidos había hecho para ella, con varios bordados de lirios rojos.

— ¡No es ningún problema! Estoy seguro de que a mis pequeños hermanos les gustará recibir una invitada. — Decidieron regresar antes, pues Kamado Tanjiro no estaba seguro sobre qué tan responsable sería llevar a una desconocida a su hogar sin que esta supiera el camino.

— Kamado-san es una persona muy amable. — por alguna razón el hilo del destino de Kamado estaba cambiando demasiado, se trenzaba, se enredaba, se acortaba en algunos puntos y luego se alargaba. Era muy caótico e inestable.

— ¡Hanahaki-chan también! - la mayor solo rio en respuesta, era imposible tocar su hilo ¿Alguien que su habilidad no podía afectar? Por estar tan concentrada en eso terminó tropezando con la nieve, por suerte el de cabellos burdeos logró atraparla.

Era una sensación cálida, su aroma era embriagante y cálido, era similar a aquella ocasión que también la había atrapado Rengoku, pero era tan diferente al mismo tiempo.

— Hueles al sol - había pronunciado Hanahaki antes de darse cuenta y sonrojarse.

— Hanahaki-chan tiene un aroma muy dulce, muchas gracias - ambos compartían el sentido del olfato agudo, uno más que la otra, así que era extraño poder notar la vergüenza que a ambos les causaba darse halagos mutuamente.

Al llegar al hogar de la familia Kamado, _______ se dio cuenta de cómo Tanjiro no era el único que tenía un hilo caótico, toda su familia también. La madre del adolescente le saludo y recibió amablemente, pues una noche solo era eso, una noche.

Flores en la sangre (KNY x Tu) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora