Flores en la sangre (KNY x Tu) FINALIZADA

Capitulo 26. Pecado

El fuego llenaba toda la visión de la híbrida, la carne chamuscada fue un aroma perturbador, al igual que los gritos o aquellos que intentaban alcanzarla para que los salvara del fuego que los consumía.

Cuando regreso a lado de su rey, la doncella simplemente hizo una referencia profunda para dar saludos a su rey, este se había acercado a ella y tomo su barbilla con dos dedos para posteriormente oler cerca de su cuello, el aroma ligero de las glicinas lo hizo querer vomitar.

— ¿Qué averiguaste?

_____ sin perder el tiempo contó todo, inyecto su voz de odio hacia su familia y sus conocidos, saboreo entre su propia lengua el desprecio hacia los Kamado y fingió entender el asco de Muzan a los humanos. Aquello pareció complacer al rey que acaricio la mejilla de la híbrida como si fuera un gato. Tal vez había un poco de verdad en esas palabras, ______ estaba celosa, una pequeña semilla de celos de ver a los demás ser humanos, sin ataduras de este patético rey.

— Hay un trabajo que necesito que hagas con urgencia.

La híbrida solo asintió y miro directamente a los ojos del demonio.

(....)

Fuego, había fuego por todos lados. Regresar a su pueblo natal había sido un espectáculo, ______ había masacrado a la familia Yuuma, esos bastardos se habían atacado a su templo y por fin habían aburrido al rey al que servían, ya no eran de utilidad. No hay piedad para aquellos que no eran útiles de ninguna manera a Muzan Kibutsuji. Un pequeño niño se arrastraba en sus pies pidiendo clemencia, la única clemencia que obtuvo fue la de un sable cortando en su cuello arrancando su cabeza de manera rápida. Ni los inocentes se salvaban de aquella purga.

¿Por qué deberían importarle esos bastardos? Todos eran iguales, los ancianos pagarían los pecados de su juventud y los jóvenes serían la semilla que no dejaría que floreciera. Ellos habían querido destruir lo que ______ había estado protegiendo, no tenía razón para tener piedad, entonces ¿por qué dolía?

______ llego al actual líder de la familia, el padre de Rinka. El hombre que la había tratado bien, la amabilidad se pagaba con un manantial primaveral, las groserías se respondían con el filo del hielo más frío. El hombre era amable con los humanos, con aquellos que no planeaba devorar, era una buena persona, pero había cometido el pecado de jactarse, de ser una pieza fundamental del tablero del rey de los demonios, enfrente de este mismo rey, había proclamado que la importancia de su familia era similar a la de las lunas. Su arrogancia había llevado a ese resultado.

La predicción de ______ logro ayudarla a inmovilizarlo, atarlo y proceder con una de las torturas que te aplicaron la segunda vez que intento escapar. Los 3000 cortes. Cortar el cuerpo de la víctima 3000 veces y la misma víctima no puede morir hasta que no se haya dado el último corte. Cortes delgados y lentos, haciendo que la víctima sufra todo un martirio. Su esposa y demás hijas veían todo asqueadas, la mayor vómito todo al ver las primeras capas de músculos vivos, ¿Qué importaba ver a esa niña bañada en sangre? Estaba bien, no importaba, ______ acabaría con ellos de la manera más sangrienta y ruin posible para dar un mensaje claro, el mensaje que quería Muzan.

Al final, ____ igualmente vomito, fue asquerosa la escena que había hecho, fue asqueroso ver que ella misma había provocado la masacre de una familia. Todo para convertirse en una flecha.

— 他道歉说，我非常抱歉，你对我家人的善意以这种方式结束，我真的很抱歉。

Al amanecer el cuerpo estaba hecho solo carne molida, las mujeres fueron convertidas en varas humanas* sin posibilidad de escapar del fuego que consumía el hogar Yuuma. Pobre niño, una de las hermanas de Rinka estaba embarazada, un mal que nunca nacería. Los ancianos murieron sofocados o decapitados, los niños murieron decapitados o apuñalados, los sirvientes murieron con sus intestinos salidos.

Era el infierno mismo, si hubiese podido suicidarse en ese mismo momento, ____ lo habría hecho con gusto para poder ir al infierno con ellos, ¿acaso su madre había puesto una maldición de obediencia?

La híbrida salió de entre los escombros, importándole poco que los habitantes te vieran con horror, camino hacia su antiguo hogar, nadie lo había habitado en años. Está sucio, lleno de vegetación muerta. La doncella entró al patio, camino hasta la entrada, una vez dentro se quitó sus sandalias y su uchiikatsuki lleno de sangre, con hollín y algunos cortes quedo en el suelo. El sable había sido dejado en el suelo a media habitación, al igual que sus guantes blancos llenos de sangre.

Una vez frente al altar, que antiguamente solo guardaba un espacio para su abuelo, yacía una campana de viento de su abuela y una oz que su padre usaba. Debió haber sido Asagao quien coloco esos objetos ahí, debió haber estado en esa casa hace tiempo. Aquel pensamiento sacó una sonrisa a la doncella y al mismo tiempo logro que ella rompiera en llanto mientras se postraba tristemente ante el altar.

— Perdón, perdón, perdón, padre... Nunca fuiste tan estricto conmigo, siempre me dijiste que debía buscar hacer el bien antes que el mal... Perdón. Abuela, siempre me dijiste que algún día mi habilidad ayudaría a otros, solo los lleve a su muerte. Abuelo, me dijiste que las personas se juzgan por quienes son, no por sus familias. Los decepcioné.

Incluso si el sol iluminaba su figura y comenzaba a irritarse la piel, a convertirse en cenizas poco a poco conformes el día pasaba, no dejo de postrarse. La sangre la asfixiaba, el recuerdo de lo que había hecho y su hogar abandonado solo era asqueroso. Una puerta se abrió y ni siquiera volteo a mirar, sabía quién era, se sentó a su lado e hizo la misma reverencia que tu ante sus ancestros.

— Apestas - ______ por fin se levantó después de horas de estar postrada incómodamente.

-— Lo sé, aunque al final del día soy basura, ¿No es así Sanemi_san?

El albino la miro con lástima, él sabía que preguntas quería hacerle, pero nada más no hacía por qué ya las conocías. La última vez que había estado ahí, se habían amenazado mutuamente. Ahora solo estaba ahí para aliviar un poco su dolor. Kirari le había confesado solo una parte de su conversación con su hija y de la verdadera naturaleza de los Yuuma. Había madres que darían al mundo por proteger a sus hijos y otras que darían a sus hijos para proteger al mundo. El pilar del aire se levantó y la cargo para alejarla del sol que había arruinado su perfil. Débil, patética y sin vida, era como la describía Sanemi en su mente.

— Está, no eres tú.

— ¿En serio? De todas las cosas que podías decir decidiste externar esa, qué horror.- _____ reías mientras llorabas - ¡¿Por qué demonios nací?! ¡Las personas que quiero mueren! ¡No puedo evitar su sufrimiento incluso con esta maldición! ¡¿Por qué?! ¡¡Todos sufren por mi culpa!! ¡Si yo no hubiera existido, todo sería mejor!

Algo malo de la previsión, era que ______ sabía parte del futuro y pasado, pero una vez se involucraba con esa persona, las posibilidades de hechos que la incluían eran tan poco visibles que no los podía ver. Sanemi solo podía ver a su madre en ella, ambas culpándose sin cansancio sobre cómo habían arruinado la vida de quienes los rodeaban por haber nacido. Incluso él, se odiaba, pero no maldecía su nacimiento. El pilar del viento levanto su mano y acaricio el cabello de ______.

— ¿Acaso piensas que culpándote u odiándote vas a solucionar algo? No sé el futuro, no sé qué vaya a pasar. Sin embargo, sé que debes vivir. Por aquellos que salvaste, por aquellos que proteges. Yo vivo para mi hermano, tú vive por esos estúpidos que se abrazaron a tus muslos*. - el sol se ocultó y el frío aire movió las campanas de cristal que aún perduraban en la entrada.

— Vete.

Antes de que el cazador dijera más, ______ lo abrazo colocándose frente de él y recibiendo el ataque de lleno. Su espalda se llenó de agujas. Gyokko.

Sus jarrones habían sido colocados hace tiempo, esperando a que llegara la dulce doncella y llevara a algún pilar para asesinarles, tal y como Muzan le había dicho. Ahora la Luna 5 hacía su aparición triunfal, si alguna vez rieron juntos, ahora sus peces se encargarían de llevarlos al Averno.