Capítulo 18

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Lo tenia entre mis brazos y miraba a mi alrededor.  Estábamos rodeados de una bruma helada, había congelado mucho del bosque, y mi poder había lastimado al guerrero.   Me sentía mal, culpable, y tal vez ahora podía entender el por que todos temen de mi. 

Trate de sacar fuerzas para levantar el pesado cuerpo desmayado del guerrero y llevarlo a una zona mas caliente ya que toda el área estaba congelada. 

Monte guardia toda la noche, lo deje posado en el suelo, pero no sabia como calentarlo.  Intente hacer una fogata improvisada.  Había encontrado algo de comer.

De pequeña mantuve afinidad con la naturaleza, Forto me enseño a amarla y respetarla, así que sentía que ahora me estaba devolviendo el favor.  Logre conseguir agua y carne para mantener y renovar fuerzas.  El guerrero aun inconsciente se veía tan indefenso, me senté a su lado, y lo observe por largo rato, pero a pesar de que las horas pasaban el aun no despertaba y me estaba preocupando, el fuego aun no calentaba lo suficiente.  Lo cubrí con algunas hojas.   Tenia miedo de dejarlo solo, ahora no era capaz de defenderse. 

Espere a que mi temperatura se estabilizara, una vez que el calor volvió a mi, me acosté a su lado.  He leído muchos libros de supervivencia y darse calor era una de las técnicas mas conocidas.   Me acosté a su lado y lo rodee con mis brazos.   Estuve a su lado dos horas hasta quedarme dormida.

Abrí los ojos con inocencia, expandí mis brazos estirando mis músculos y luego de unos segundos me di cuenta de que el cuerpo desmayado del guerrero no estaba.  Me levante con un miedo indescriptible, el no estaba por ningún lado.   Me desespere y mi mente se nublo, no sabia que hacer.  

---- ¿Estás bien? ----. Dijo el guerrero tomándome de los hombros al verme tan asustada.

Mis ojos se quedaron fijos en los de él y sentía como poco a poco mi tranquilidad volvía, pero aun lo miraba fijamente sin decirle nada.  Estoy segura de que mis ojos no habían estado tan abiertos.

El sonrió y me soltó, camino unos metros y recogió la leña que parecía, había estado recolectado mientras yo dormía, y aun estaba parada ahí petrificada mirándolo como si no fuese real, pero mi reacción se debió a que no entendía por que me había asustado tanto, por que fue tan desgarrador imaginar que él se había ido, eso.  Eso era lo que me tenia ahí parada mirándolo de ese modo tan especial, y él solo me ignoraba, con esa actitud tan independiente que demostró desde el primer momento en el que lo vi. 

Tomó la leña y la lanzo al fuego, se sentó a un lado y en ese momento pareció fijarse en mi.

---- ¿te quedaras ahí? ----. Me pregunto haciéndome reaccionar. 

Con una timidez que nunca había experimentado me acerque dudosa a su lado, me senté y guarde silencio. 

El comía la comida que había recolectado y tras cada par de bocados me miraba con algo de curiosidad, yo reaccionaba extraño, el conjunto de emociones y pensamientos me tenían en suspensión, no sabia que decir.

---- Gracias ----. Dijo al terminar de comencé el quinto pez que había pescado. 

Gire sorprendida, extrañada y alagada, era el primer trato gentil que me daba. 

---- No es nada, solo es comida ----. Dije tratando de no darme tanto crédito. 

El se puso justo en frente de mi.

---- No hablo de la comida.  Me salvaste ----. Lo decía con tanto asombro, casi no se lo creía.

En el fondo sentía que no había hecho nada bueno, tal vez es natural tratar de buscar el lado malo de nuestro ser, yo era así, no podía sentir que alguna vez hice algo bueno, no me sentía capaz de hacer algo bueno, algo significativo, preferí siempre leer las hazañas increíbles de mis héroes de ciencia ficción, mis libros contaban historias magnificas, cosas que jamas podría hacer. 

---- Te lastime, no puedo controlar mis fuerzas, casi mueres por mi culpa ----. Dije sintiéndome realmente culpable por arrastrarlo conmigo. 

El sonrió y se levanto, al segundo arrojo una llamarada a mi bata de dormir. 

Me levante de un brinco del suelo, estaba confundida y disgustada. 

---- ¿Qué te sucede? ----. Le pregunte tratando de apagar el fuego que consumía rápidamente mis telas. 

---- No seas tan tonta niñita, tu no podrías matarme, yo a ti si.  Aunque no te negare que posees un poder increíble, y tal vez lo necesite para descubrir lo que le pasa a los espíritus, por alguna extraña razón no te hacen nada ----. Me dijo revelando su plan.

Parecía que nunca le importo nada de lo que me pasara, solo estaba pensando en como utilizar mi poder a su favor, tal vez debía borrar de mi todo sentimiento extraño que sintiese hacia él, este mundo no era después de todo como el mio, los seres de aquí parecían no tener corazón. 

Ya que el intentaba usarme para sus fines yo haría lo mismo, no quería mas que saber la verdad y largarme lejos de ese sujeto. 

---- Bien parece que esto es un trato ----. Le dije, ahora con una mirada diferente.

El arqueo la ceja y me lanzo una capa.

---- Póntela, has quedado casi sin prendas ----. Me dijo mientras levantaba sus cosas del suelo.

---- Debes llevarme luego a la región helada, solo te ayudare con esa condición ----. Le dije con voz firme y con una tristeza casi imperceptible. 

---- Bien niña, es un trato ----. Termino por decir caminando sin intenciones de parar. 

Ahora ya había un camino trazado, solo debía caminar por el y tratar de llegar con vida al final.

***Marcus***

Ahora Me encontraba con el viejo loco de Forto, en el bosque inhóspito dirigiéndonos al reino de hielo.  Iríamos a ver a la reina de hielo, la antigua amiga de Forto y nada mas y nada menos que la madre de Alka, que resulto ser una princesa fugitiva.  

Forto no tenia mas remedio que buscar la ayuda de la Reina para usar el poder que ahora tenia para buscar a su hija quien mantendría su identidad en secreto por su propio bien.  

Llegamos aun páramo hermoso y completamente cubierto de hielo.  Forto iba cubierto en abrigos y yo me sentía como en casa. 

Caminamos 15 kilómetros y cada vez que daba un paso sentía el frío abrazarme, pero Forto no la estaba pasando muy bien, cada vez que nos adentrábamos más, el frío era mas intenso. 

---- ¿Estás bien? ----. Le pregunte algo preocupado al ver lo débil que se tornaban sus pasos. 

---- En estos momentos era en los que agradecía que Oriel me acompañara ----. Dijo bajando sus cosas al suelo y hurgando entre ellas. 

Saco una poción rosa y se la tomo, justo después el color regreso a su cara y siguió caminando como si nada hubiera pasado. 

---- ¡OH! eso fue increíble y sus frasquitos mágicos son geniales ----. Dije realmente sorprendido. 

Forto me miro serio he intento defender sus natas habilidades. 

---- No son "Frasquitos mágicos" Son pociones realmente poderosas que debes saber usar.  Si tomas la poción equivocada podrías morir de inmediato ----. Dijo con un conocimiento agudo a cerca del área. 

Reí sin evitarlo y el me miro con resignación, seguimos caminando pero aun faltaban 10 kilómetros para llegar al castillo de la reina que se encontraba aun muy lejos. 

Libro 1 - Los Elementales - ♨El reino secreto❄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora