Capítulo 4

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Pensé seriamente en desobedecer a Forto, nunca lo había siquiera vislumbrado, era algo que no se adaptaba a mi personalidad pero debido a la extrema falta de información a cerca de mi pasado, no me quedaba otra salida.

Primero decidí comenzar con el libro. El enorme libro dorado de Forto era lo primero que debía examinar. Averiguar que contenían sus páginas era uno de mis deseos mas prohibidos. Forto dejo de leerlo hace mucho, apenas si puedo recordarlo, estaba muy pequeña, tal vez 6 o 7 años. <Él pasaba las páginas con una expresión de tristeza plasmada en su rostro, luego de leer cada página giraba a mirarme unos segundos y volvía a retoma su lectura> hasta que un día lo vi llorar sobre el libro, ese día lo cerro y jamás lo volvió a leer. Eran recuerdos que no podía pasar por alto, había algo en ese libro que estaba ligado a mí y ya no podía soportar mas el no saber que contenía.

Tenía en la mente despistar a Forto, tratando de estar lo mas posible en mi habitación y obedeciendo en todo lo que se me decía pero a pesar de hacerlo no hizo falta poner mucho esfuerzos en el plan.

Forto había estado saliendo mucho de la casa, me quede sola con Oriel, pero él jamas salía de la biblioteca.

Estaba desayunando "sola" como se había vuelto costumbre, Oriel se encontraba en el jardín y se me había notificado que Forto no llegaría hasta dentro de 2 días, eran dos días mas en los que estaría sola.

Oriel poco salía de la biblioteca y cada vez que lo hacía era por poco tiempo. En ese momento él se encontraba en el jardín leyendo uno de sus libros raros, debía tomar esa oportunidad y aprovecharla.

Fui a la biblioteca, camine al centro, donde estaba el libro, deslicé mis dedos por el cristal, estaba tan frío, el libro era tan hermoso, completamente dorado, su cara era lisa y casi podía reflejarme en el. El cristal no era muy pesado, lo levanté y lo aparte, luego comencé a temblar, al fin leería el libro. Lo abrí y la primera página estaba en blanco, eso era normal en todos los libros. Seguí pasando las páginas, ya contaba cuatro y aun estaban en blanco, me desespere y las salte una tras otras de adelante hacia atrás y todas, absolutamente todas estaban en blanco.

- ¿Qué es ésto ? -

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- ¿Qué es ésto ? -. Pensé confundida.

Estaba decepcionada, ese libro estaba en blanco, tal vez Forto lo cambio antes de irse. Lo cerré y apoyé mis palmas en la cara dorada y lisa del libro, estaba resignada a no saber nada pero, de un momento a otro mis palmas comenzaron a quemarse e instintivamente las retiré del libro, este comenzó a cambiar, su cara comenzó a crear especies de elevaciones y una leve luz dorada parecía estar gravando con fuego figuras en la portada del libro.

Cuando este quedo completamente cubierto de gravados lo volví abrir. La primera página no tenia nada, la segunda tampoco, pero la tercera si.

< Sintió en su rostro un frío incomparable que la hizo abrir los ojos y llorar de inmediato, la mujer que la sostenía en sus brazos era hermosa y fría como un témpano de hielo. Ambas estaban solas pero solo por unos minutos. El alquimista se acerco a ellas, hablaron sobre proteger a la pequeña humana. >

No entendía de que se trataba ese libro, parecía que contaba una historia ¿Pero de qué? ¿O de quién?

Deje atrás esa última página y salte a las últimas escritas, el resto estaban en blanco, mas de la mitad del libro no tenía nada escrito.

< Un elemental llegó a vivir a la casa, su padre el alquimista lo acogió para proteger a la joven. >

Leía con desesperación las páginas y mientras mas las leía mas me daba cuenta de que se trataba de mí. Todo lo que el libro contaba se trataba de mi vida, contaba la llegada de Oriel, los acontecimientos extraños, todo. Lo que no entendía era porque el libro no mencionaba los nombres, en cambio se refería a Oriel como El elemental y a Forto como el alquimista.

Llegue a la página en donde se contaba ese preciso momento, ese instante en el que leía el libro e incluso mencionaba lo que sentía al leerlo, no pude evitar asustarme y alejarme rápidamente del libro, era como ser espiada, pero luego de eso habían tres páginas mas.

Saber mi futuro no era lo que quería, mi pasado me interesaba mas, así que me fui a las primeras páginas, pero cuando iba a comenzar a leer la puerta principal se abrió, era Oriel, ya debió terminar su libro. 

Cerré el libro rápidamente y devolví el cristal, luego corrí a mi habitación.

Mi corazón latía a mil por segundo, había roto las reglas, pero había válido la pena.

Al llegar a mi habitación llame a Tanny por teléfono.

- Hola Alka ¿Cómo estas? Oye ... -. La interrumpí.

- ¡Tanny luego me dices, ahora necesito tu ayuda! -. Mi respiración era acelerada.

- ¿Qué sucede, por qué estas tan exaltada? -. Se preocupo de inmediato.

- Descubrí algo pero no puedo contarte por teléfono, necesito que busques todo lo que puedas sobre los elementales -. Le susurre esperando no ser escuchada por Oriel.

Luego de haber dicho aquellas palabras ella guardo silencio, estaba segura de que había oído hablar sobre ellos.

- ¡Tanny! ¿Cuento contigo? -. Pregunté esperando su respuesta con incertidumbre.

- Claro Alka, el lunes en el instituto te daré la información -. Respondió tranquilizadome de inmediato.

- Gracias -. Añadí finalizando con un respiro.

Colgué y tome mi libro de ideas y anote todo. No le pedí a Tanny que averiguase de los alquimistas porque ya había leído sobre ellos, seres que manipulaban los conocimientos de la física, química, matemática, astrología, espiritualismo y muchas otras cosas, tienen como meta la transmutación. Era tan extraño, no parecía que fuese real. Un libro que escriba mi futuro, es una idea inquietante.

***

Al día siguiente me levanté con un fuerte dolor de cabeza, sentía frío, pero nada comparado con las crisis. Me levante sin siquiera abrir los ojos y por inercia caminé hacia el baño, me lave el rostro para despertar y al salir y mirar mi cama no pude evitar gritar, fue tan fuerte que Oriel estuvo de inmediato en mi habitación, lo mire y su expresión era igual a la mía, ambos estábamos sorprendidos pero yo sentía miedo. Caí sentada en el suelo y Oriel se acercó para abrazarme y colocó sobre mis hombros una manta ya que estaba helada y mi piel muy pálida.

La cama estaba totalmente congelada, era hielo.

IMAGEN MULTIMEDIA ----> ORIEL

Libro 1 - Los Elementales - ♨El reino secreto❄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora