Estaba temblando en el suelo, no podía pensar con claridad, estaba en shock, no quería que esto me pasara.
- ¡ORIEL! TRÁEME MIS PASTILLAS. ¡MIS PASTILLAS! -. Grité mientras sujetaba mi cabeza con ambas manos.
- ¡No Alka si las sigues tomando esto pasara con mas frecuencia! -. Estaba exaltado.
Lo mire confundida, definitivamente debía darme una explicación.
- Ya no tiene caso seguirlo ocultando -. Emitió resignado acercándose a mi cama.
Extendió su palma y el ambiente comenzó a cargarse de electricidad, parecía estar flotando, no parecía real.
Su palma se encendió. Era fuego. El fuego salió de la nada y comenzó a tomar cada vez mas fuerza, luego su brazo entero se incendiaba pero a él no parecía dolerle, estaba concentrado en lo que hacía, luego las llamas alcanzaron una fuerza tal, que derritió muy rápido el cubo de hielo que antes era mi cama.
Una vez que todo se seco debido al calor abrazador que producían sus llamas, él las desvaneció tan rápido como las produjo, luego giro para verme. Se acercó despacio y me levantó, yo no podía emitir palabra, no sabia que decir.
***
Estábamos en la biblioteca, Oriel comenzó a buscar con desesperación un libro, no estaba segura de cual.
- ¡RAYOS! NO ESTÁ -. Vocifero al darse cuenta de que el libro no estaba por ningún lado.
- ¿QUÉ OCURRE ORIEL? -. Pude emitir, con lágrimas en los ojos.
- Tu vida no es lo que párese Alka, posees un poder desconocido al que todos temen.
Me mantuve en silencio, tal vez esperando que él dijese algo que me hiciese sentir mejor, pero no, en mi mente se repetían sus últimas palabras. Todos temen de mi. Ya había sido muy difícil vivir con lo que parecía una enfermedad mortal, ahora debía lidiar con un poder del que todos temían.
Luego de estar en silencio tanto tiempo, esperando ambos que alguno dijese algo. Él habló.
- Mi padre no puede enterarse de esto, saldré a conseguir otra cama, la mas parecida a la tuya, te quedaras aquí tratando de no exaltarte demasiado o de nuevo te saldrás de control ¿OK? -. Emitió igual de consternado que yo.
Una vez que Oriel se marchó, fui al jardín, si esto era un poder que no sabía controlar, aprendería hacerlo.
Estaba en el jardín de la casa y solo pensaba en lo ridícula que me veía intentando manifestar mi "poder" tratando de congelar algo, porque después de todo creo que ese es mi poder, todo indica que mi poder es el hielo. Mis palmas en el arco, mi cama, los escalofríos, aunque se que también habían veces en la que sentía que me quemaba, pero supongo que fue el hielo, mientras mas frío mas quema.
Intente concentrarme, así como hizo Oriel, pero no paso nada. Intente alterarme, corrí por el jardín, grite, sentía el corazón latir a mil por el cansancio pero aun nada sucedía.
Era tan desesperante. Lo conseguía cuando estaba inconsciente, porque me cuesta tanto ahora que estoy mas despierta que nunca.
Estuve en el jardín, 5 horas ¡5 HORAS! haciendo lo que parecía perder el tiempo, nada ocurría y me sentía mas normal que nunca. Vencida me arrojé sobre el césped del jardín, resignada a que era una inútil cuándo sentí a Oriel llegar, al mirarme se reía con cierta ironía y me irritaba en extremo.
- Puedo ayudarte, aun nos queda un día y medio, mi padre llega el lunes.
No dije nada, solo lo vi con incredulidad, no esperaba que nada sucediera.
- Bien levántate de la tierra y escucha con atención -. Me extendió su mano para ayudarme a levantar.
Lo mire y esta vez tuve compasión y quise dejar que se sintiera importante pero vaya que detestaba a ese sujeto.
- Lo primero que debes saber, es que necesitas estar en completa paz, de este modo todo surgirá con naturalidad ¿Por qué crees que solo lo consigues dormida? Es el único instante en el que tu mente y cuerpo están en paz... -. Lo interrumpí.
- Pues en el arco yo... -. Me callé al instante.
Había metido la pata, se suponía que no debía saber sobre ese arco.
El entrecerró los ojos, pero a pesar de eso no parecía sorprendido.
- Así que después de todo ya has visto el arco. Vaya sabes mas de lo que esperaba -. Se dibujo una sonrisa en su rostro.
Agache el rostro, no sabía si había cometido un error al comentar aquello pero al final no me importaba, solo quería saber quien rayos era y que era este poder del que Oriel hablaba.
-¿Por qué conseguí enfriar mis palmas en ese arco? -. Pregunté esperando una explicación.
- Es un lugar en el que tus poderes consiguen una especie de respuesta debido a la gran carga de energía y si no sabes aun controlarlo, todos saldrán disparados, pero no es bueno que merodees por ahí hasta que consigas controlar al 100% tus poderes.
Aun tenía muchas preguntas pero sabía que en ese momento solo podía asimilar el echo de que tenía poderes, ya era suficiente por un día.
Oriel me pidió que meditara, sí, meditar, lo consideraba perdida de tiempo. Él dijo que era una buena forma de encontrarse a uno mismo pero consigo encontrarme leyendo mis libros, meditar era una tontería, pero si quería su ayuda tenía que intentarlo.
Todo el día estuve con Oriel, y no es hipocresía, solo que debo ser sincera, lo estaba empezando a soportar.
***
Al final del día anote todo en mi libro de ideas.
Libro de ideas:
< Fue un día agitado y descubrí que el libro que Forto me ocultaba contenía nada mas y nada menos que mi vida escrita, contaba todo lo que había vivido y tres páginas mas de lo que viviré, es lo que mas me impacto.
Es muy extraño pensar que tu vida esta siendo contada, me siento espiada.
A demás de eso descubrí que tengo poderes, y a pesar de que es extraño no me parece tan malo, puesto que mi enfermedad resultó ser toda una farsa, Forto lo inventó para mantener mis poderes ocultos pero aun no sé porque ¿Por qué no decírmelo? todo hubiese sido mas sencillo, pero aun hay mucho que no sé. >
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Libro 1 - Los Elementales - ♨El reino secreto❄
FantasiaSINOPSIS 1 LIBRO DE LA SAGA Alka es una chica de 17 años que perdió a sus padres cuando era una bebé y quedo bajo el cuidado de un amigo de la familia, Forto, un hombre de 40 años. Alka vive aislada en una enorme mansión por padecer una extr...