¡Confía en mi! -Remastered-

Capítulo 20

Odienme, odienme, lo sé JSJSJSJSJS. Lo siento gente...pues en resumen: su escritora querida descubrió su sexualidad, consiguió novia y la perdió, reprobó matemáticas, casi se muere, desarrolló ansiedad, consiguió una beca, descubrió que quiere ser cuando crezca, salió del clóset accidentalmente con su papá y hermano menor y ahora está sanando y siendo bastante feliz de hecho JAJAJAJA-

....Los extrañé :)

Disfruten ❤️

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En ocasiones no tenemos la mente tan abierta para creer en espiritualismo, y sin embargo, podemos creer que fue una gran coincidencia que esa noche, en ese hospital, Nico Yazawa estuvo a punto de probar el amargo sabor de la muerte pero cinco minutos antes de que apareciera la infernal línea plana en el monitor de frecuencias cardíacas , Asuka Yazawa dió su último respiro durante la intervención de emergencia a la que la sometieron esa misma noche por complicaciones.

Así es como hasta la otra punta de la ciudad en Akashicho, Chuo City; dentro del quirófano nueve en la sala superior del St. Luke's International Hospital, Asuka pronunció un "Mi pequeña" antes de finalmente entregarse a los brazos de un paraíso prometido.

"Hay quien incluso, da la vida que le queda por ti"

¿Y tú?
¿Qué es lo que piensas?
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-¡NICO-NYAAAAAA!

Sin previo aviso (fuera de ese espantoso grito), la pelinaranja gatuna apartó a Maki con brusquedad y saltó a la camilla envolviendo a Nico en un abrazo cuál koala.
En otras circunstancias Nico se hubiera quejado por la repentina falta de contacto con la pelirroja, pero es que la felicidad y calidez de la pequeña atleta era contagiosa.

-Ri-¡Gha!- sin poder terminar antes de que el resto de "simios" en la sala también se lanzarán contra ella, simplemente suspiró y esbozó una pequeña sonrisa entre el tumulto de personas a su al rededor. Claro que algunos regaños en particular no se hicieron esperar.

La peliazul (quien era la única que no había acudido al abrazo grupal) se hizo lugar entre el círculo hasta estar lo suficientemente cerca de Nico y tomarla del cuello de la camisa violentamente. No parecía estar en sus cinco sentidos honestamente.

-¡Te dije una y otra vez que te quedaras en casa!- la voz de Umi era una agridulce combinación de alivio y furia, preocupación más que nada y claro que Nico no la culpaba.

-Lo lamento- Nico bajó la cabeza. Umi de alguna manera encontró ese gesto aún más irritante.

¿Un "lo lamento"? ¿Que acaso un "lo lamento" hubiera arreglado el cuerpo y vida de Nico si algo peor hubiera pasado? Esos eran los pensamientos de la peliazul.

-Nico, ¿Fue una coincidencia?- la voz de Umi tembló -Fue solo una mala coincidencia que estuvieras en ese lugar, ¿Verdad?, ¡¿Verdad?!

Nico suspiró pesado y levantó solo un poco la mirada para así darle a la escritora la confirmación negativa que necesitaba.

Mientras tanto, el resto de µ's permanecía confundido y silencio, al menos hasta que Umi comenzó a zarandear y gritar a Nico, por lo que intervinieron inmediatamente.