¡Confía en mi! -Remastered-

Capítulo 25

La vida resulta ser...meramente subjetiva.

El bien, el mal, los sentimientos, los errores, las victorias, las elecciones y las no elecciones. Todo lo que conlleva vivir, estar vivo, todo lo que es ser un humano, ¿Qué significa? Bueno, miles habrá allá afuera que lo vean de una forma u otra; algunos que lo pinten en el lienzo de mejor calidad, con los más finos y bellos trazos. Otros que lo plasmen en las más crueles y frías palabras...pero al final todos tienen su manera, ¿Verdad?

Imperfección
la más divina perfección.

Para mí, eso es la vida, eso es el ser humano, eso es lo que somos y los personajes que creamos o adoptamos.
Una respuesta simple en un mundo complicado.

En esta realidad podrías decir incluso que la perfección, aunque no exista, es una imperfección para algunos...¿Y será que en realidad no existe?, ¿No será nuevamente solo la subjetividad a la que estamos sujetos por este plano terrenal lleno de posibilidades que en ocasión sentimos inalcanzables?

Hmm...pensamientos de medianoche para los que quizás nunca tenga respuesta.

Sin embargo, poniéndolo en la situación actual, probablemente podremos darle un sentido y un fin.
Nadie fue hecho para ser perfecto, y la imperfección no fue impuesta en este universo como una señal errónea o de maldad. Las decisiones que tomamos en la vida definen el camino que vamos a seguir, pero eso no define quien eres, ni cuánto vales. No define el final de tu recorrido, si es que así lo deseas.

Y nuestra Nico, así lo deseaba.

Está cansada, muy cansada. Las fuerzas que le quedan son escasas, pero aún así se levantará una vez más con valentía hasta que el límite impuesto por la creación la alcance y el momento marcado por el destino para caer llegue nuevamente. Afortunadamente, ahora contaba con quienes estaban dispuestas a atraparla sin dudarlo dos veces.

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Hospital Nishikino - 8:47 PM

Nico observaba con todo el amor del mundo a la pequeña que ahora dormía entre sus brazos.

Cuando todo se calmó luego de la aparición maestra de Maki, la primera y más rápida en reclamar la atención de la pelinegra fue Hana. Subió a la camilla con ayuda de Umi y se abrazó a Nico como si su vida dependiera de eso. Duró casi treinta minutos sin parar de hablar bajo la mirada divertida de todas hasta que su cuerpecito se quedó sin energía y terminó arrullada por los latidos del corazón de la mayor.

—Gracias por cuidarla— susurró sonriendo.

—Es una pequeña encantadora— Eli respondió viendo enternecida a las dos pelinegras.

—Tiene que serlo si es tu nieta nya.

—Ara, ara, ¿Estás coqueteando con mi mujer, Rin?

—Dios me libre— la pelinaranja respondió con los ojos bien abiertos poniéndose detrás de su novia.

—O sea que no me amas— Eli negó con fingido dolor.

—¡Sí te amo nya!

—¿Y yo qué?— Hanayo la miró fingiendo estar lastimada también.