El sábado me despierto más temprano de lo que hubiese querido, pero tengo muchas cosas que hacer. Entre ellas ir a trabajar a la agencia de mi madre. Hablo con Allie a través de mensajes y le cuento sobre el tipo pesado y nuestro encuentro en la fiesta. Ella asegura que debería dejar de negarme a mí misma que el tipo me gusta, pero en realidad no sé si eso es lo que me pasa con Caden. Es extraño.
Cuando me estoy terminando de preparar para salir de mi casa, mi teléfono comienza a sonar. Me sorprende un poco ver que el que está llamando es Matt. Se ha mantenido completamente alejado de mí desde el incidente en la cafetería. No debería contestarle, pero me encuentro haciéndolo de todas formas.
—Hola, Gwen —me saluda.
—¿Qué quieres, Matt? —mi pregunta no es para nada amable —Estoy muy apurada.
—Dame un minuto, por favor —suplica. Su voz suena algo congestionada —He querido hablar contigo antes pero quería darte tiempo.
—Darme tiempo —repito soltando un resoplido nada femenino —Mira, Matt, no creo que esto tenga sentido. Lo que me hiciste el otro día...
—Lo sé, lo sé —me interrumpe —Perdí el control por completo, Gwen. No tienes ni idea de lo arrepentido que estoy.
No digo nada por unos instantes porque parece hablar bastante en serio. Conozco a Matt hace bastante a pesar de que nuestra relación amorosa no duró demasiado. Sé cuando habla en serio.
—No lo sé... todo fue muy dramático, Matt.
—Dame una oportunidad de explicarte bien —me pide —Ven a mi casa hoy en la tarde, por favor. Yo querría ir a la tuya, pero estoy pasando por un pequeño resfriado.
—No sé, Matt —me muerdo una uña nerviosa —No creo que esto tenga una solución.
—Somos amigos, Gwen, por favor. No tiremos los años que llevamos conociéndonos a la basura por una tontería.
No me pareció una tontería mientras gritabas en mi cara y me llamabas puta, pienso. Suelto un suspiro porque le daré la oportunidad de defenderse.
—Está bien, iré después del trabajo.
—Gracias, Gwen. Te veo luego.
—Adiós.
Llego al edificio de la agencia y me detengo antes de ingresar al ver estacionada una moto que me resulta demasiado familiar. No, no puede ser su moto.
Subo al piso quince y doy un saludo general. Pregunto por mi madre y una de las asistentes me dice que está en una reunión con un muchacho. Al instante la moto se me viene a la cabeza y me apresuro hacia la oficina. Entro sin llamar y mis ojos lo encuentran allí. Caden se gira a verme con una sonrisa llena de cinismo. Le echo una mirada a mi madre y su expresión me dice que hizo algo que no va a gustarme.
—¿Qué hace él aquí? —quiero saber mientras cierro la puerta detrás de mí y me acerco para sentarme al lado de él.
—Hola, Gwen, ¿Cómo estás? —me pregunta. Su tono destila sarcasmo —Que yo sepa no dormimos juntos como para que me niegues el saludo.
—¿Qué haces aquí? —no estoy tan furiosa como debería estarlo, pero me sorprende bastante verlo.
—Te dije que vendría —sonríe él. Quiero golpearlo.
—Pensé que bromeabas —le aseguro y vuelvo la atención a mamá —¿Qué hace aquí?
—Caden, vino a verme porque quería hablar conmigo —me cuenta ella y es obvio que está nerviosa. Seguro ha hecho algo que va a enojarme.
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Peligrosa Atracción
RomanceGwen sabe qué es lo que quiere. Es inteligente y está preparada para asumir las responsabilidades de convertirse en una graduada universitaria. Pero detrás de toda esa perfección que siempre quiere mostrar se esconde una chica insegura que ha sido...