Capítulo 12

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Llego a mi departamento y directamente voy hacia mi habitación. Me dejo caer en la cama, totalmente rendida. Quiero desaparecer del mundo por al menos una semana y que este terrible dolor de cabeza me deje en paz.

Mantengo los ojos cerrados, encontrando calma en el silencio que reina en mi casa. Mi comportamiento ayer ha sido deplorable y me arrepentiré toda mi vida de ello.

El celular comienza a sonar y lo busco sólo para ver que es Caden. Sin dudarlo, rechazo la llamada. Un minuto después vuelve a sonar. No voy a contestarle, por nada del mundo. Dejo que suene y me meto al baño para darme una ducha.

El agua tibia ha aclarado mis ideas y el dolor de cabeza ya no es tan destructor. Con una toalla sobre mi cabeza, me dirijo hacia la cocina para prepararme algo de comer. Ahogo un grito cuando noto una figura junto a la mesada de desayuno.

—¡Casi me matas del susto! —le digo a ella mirándola con los ojos bien abiertos.

Allie suelta un par de carcajadas y juega con las llaves. Me había olvidado por completo que le había dado a ella una copia para que pasara cuando tuviera ganas.

—Hola, nena, me tienes totalmente abandonada —me dice. Soltando un suspiro me acerco a ella y nos abrazamos. Me suelta y me mira con el ceño fruncido —Te ves fatal, ¿qué te pasó?

—Tengo resaca —le comento mientras me dirijo hacia uno de los gabinetes para buscar un poco de té verde. Eso me ayudará.

—¿Resaca? —inquiere curiosa —¿Saliste anoche?

Pongo a hervir un poco de agua y me giro a verla. No puedo ocultarle nada a Allie, ella es mi mejor amiga, mi hermana. Todo.

—Sí, salí con unos amigos de la Universidad…

—Amigos —repite con una pequeña sonrisa —¿Ya tienes amigos allí?

—Bueno, no sé cómo llamarlos —sacudo la cabeza —Son compañeros que serán buenos amigos.

—Bien —ella no me cree del todo —Saliste con ellos y tomaste mucho.

—Exacto.

—¿Llegaste hace un rato?

Allie me ha descubierto, no podré no contarle toda la historia. Aunque omitiré ciertos detalles. Es mejor así.

—¿Recuerdas al tipo pesado del que te estuve hablando? —le pregunto entonces. Ella asiente —Bueno, él está trabajando en la agencia de mi madre ahora como mi asistente y ayer me llevó a un bar junto con sus dos mejores amigos. Me embriagué y no pude volver a casa sola… Él me llevó a su casa y dormí allí. Me desperté y huí.

—Wow, creo que me perdí de muchas cosas estos días —sonríe ella y se acomoda el cabello rubio en un rodete —¿Quieres que te prepare algo para comer?

—¿Harías eso por mí? —me acerco para tomar asiento junto a la mesada

—Claro que sí, nena. De paso me sigues contando sobre el tipo pesado que al parecer se  ha convertido en tu nuevo acosador.

Allie y yo pasamos el resto del domingo juntas, mirando películas y comiendo helado. Ella me informa que el miércoles comenzará las clases en mi Universidad y que ya tiene una habitación del campus asignada. Me emociona que vayamos a pasar más tiempo juntas y todo eso.

Cuando la noche cae, Allie se va y yo recibo la visita de mis padres. Me había olvidado que los había invitado a cenar.

—¿Cómo estuvo tu salida con Caden? —me pregunta mamá cuando estamos sentados a la mesa.

Peligrosa AtracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora