Entre Lazos [+18] [Completa]

Capítulo 10

Kathery

Sábado 19 febrero 2022

Todo pasó muy rápido desde que subimos a ese escenario. Sentí que Aarón volvía a ser el mismo de antes que apareciera Mateo; bailamos, reímos, tonteamos. Y cuando terminó, realmente creí que me besaría. Hasta que no lo hizo.

Fue como si de repente se reventara una burbuja. Él solo se fue y me dejó ahí, tuve que caminar sola hacia la mesa bajo un montón de miradas.

No lo entiendo. Ha actuado raro desde que apareció Mateo. Una parte de mí, muy pequeña, se emociona ante la idea de que esté celoso. Sí, sé lo inmaduro y egoísta que eso suena, pero estoy siendo honesta. Por otra parte, me siento horriblemente culpable ya que Aarón está en un país completamente diferente y eso no es fácil para nadie. No quiero que se sienta dejado de lado.

Agradezco que Ian se haya llevado tan bien con él. Amo a ese idiota, tiene una personalidad tan loca y espontánea que rápidamente te hace entrar en confianza.

Soltando un suspiro, camino a la terraza por donde salió Aarón, tengo que encontrarlo y hablar bien las cosas con él.

—Kathery —escucho a Mateo sobre la música.

Volteo y camina hacia mí, un nudo retuerce mi estómago

—¿Todo bien? —su mirada va de la terraza a mis ojos—. Ese tipo... ¿Es algo más que tu amigo? —pregunta en un tono bajo, acercándose más.

—También es mi mánager —alza sus cejas y ruedo mis ojos—. Solo un amigo.

No puedo hablar con él de esto.

—Te llevaré a casa —no pregunta—. Si tienes hambre comeremos algo, pero creo que tenemos cosas que hablar.

Nada me gustaría más, sin embargo...

—¿Podría ser otro día? Mi amigo vino desde España y me sentiría mal si lo dejo solo.

Si lo toma por sorpresa, no lo demuestra. Ofrece una sonrisa ladina y se acerca hasta quedar a centímetros frente a mí.

—Siempre tan buena —murmura, acariciando mi mejilla con su pulgar—. Te llamaré, Kathery.

Deja un lento beso en mi mejilla, casi en la comisura de mi boca. Trato de no enforcarme en la corriente de calor que recorre mi cuerpo y me alejo. No debería mirar atrás, pero lo hago. Él sigue en el mismo lugar observándome con ese fuego en sus ojos.

Volteo y sacudo la cabeza antes de salir a la terraza. Necesito centrarme en Aarón, en mi responsabilidad con él. Es mi deber cuidarlo, así como él me cuidó cuando estaba en España.

Miro por todas partes antes de encontrarlo apoyado en la barandilla fumándose un cigarro. Me acerco sin decir una palabra y me apoyo a su lado.

—Lo siento —habla después de un rato—. Yo no debí...

—Está bien —sujeto su mano dándole lo que espero sea una sonrisa alentadora—. Todo está bien, solo... ¿Qué pasó? Es que no te entiendo, Aarón. Es como...

—Eres mi mejor amiga, Kat —me interrumpe—. Me gusta tenerte en mi vida y no puedo...—vacila—. Hostia, lo que menos quiero es joderlo. No quiero perderte... —lo último lo dice en un susurro.

—¿De qué estás hablando?, ¿por qué me perderías? —no contesta—. Aarón, has estado raro conmigo y entiendo que es difícil empezar en un país nuevo, pero... ¿No podemos volver a la normalidad? Nuestras cenas juntos, las maratones en Netflix.