Entre Lazos [+18] [Completa]

Capítulo 17

Valentina

Viernes 4 de marzo 2022

Estoy apoyada en el marco de la ventana fumándome un cigarro. No lo hago siempre, solo cuando lo necesito y ahora mismo sí, lo necesito. Hoy por fin haré mi primer trío; y digo primero porque espero muchos más.

¡Weón, estoy nerviosa! Me asusta tener las expectativas muy altas y que al final no sea tan bueno.

La puerta principal se abre y veo a Ian entrar tan tranquilo como siempre.

—¿Dónde estabas? —le pregunto con los brazos cruzados.

—También me alegra verte —se ríe—. Por cierto, estás muy linda—guiña un ojo y yo ruedo los míos.

—Se supone que estarías aquí hace una hora...

—Sí, digamos que tuve que relajarme un poco —su mirada se pierde un segundo, luego vuelve a sonreír—. Karina ya debe estar por llegar. Lo haremos en tu habitación, ¿cierto?

Asiento. No quiero que nadie nos interrumpa.

—Por casualidad —se acerca lentamente, envolviendo sus brazos en mi cintura y habla contra mi cuello—. ¿Limpiaste? ¿O debo ayudarte con eso?

Me rio.

—Ya limpié... —rodeo su cuello con mis brazos teniendo cuidado con el cigarro para no quemarlo—. Llévame a la habitación—le pido enredando mis piernas en su cintura.

Se ríe y lo hace. Al entrar se sienta en el sofá conmigo sobre su regazo.

—¿Crees que se me haga incómodo? —le pregunto dudando un poco.

Recuesta su cabeza en el respaldo del sofá y sonríe. Yo aprovecho y apago el cigarro en el cenicero que tengo cerca.

—Nah... No es tu primera vez con una chica. Karina puede ser muy coqueta —sube y baja sus cejas—. Y yo... prometo llevarlo con calma.

—¡No quiero que lo lleves con calma! —golpeo su hombro y ríe—. Es solo que...

—Tranquila, Val, no tienes que pensarlo mucho, solo déjate llevar y disfrútalo.

—Temo que los nervios no me dejen disfrutar —hago un puchero.

—Yo lucharé contra tus nervios —me guiña un ojo.

Después de repetirme no sé cuántas veces que estoy bien vestida y que estará todo bien, logro tranquilizarme. No tenía idea de qué ponerme, pero Ian me dio a entender que es lo menos importante ya que nos quitaremos todo. A fin de cuentas, es cierto.

Estoy usando una falda de jean tiro alto, un croptop blanco sin mangas y de ropa interior solo llevo una tanga de encaje rojo fuego, el mismo tono que mi labial.

El timbre suena y un nudo se instala en mi estómago.

«Conchetumare, conchetumare, conchetumare. Va a pasar».

Ian va a abrir y lo sigo detrás. En cuanto veo a la chica me relajo un poco; no sé qué tiene, pero me da buena espina y soy de las que se deja llevar por las intuiciones. Es una trigueña de ojos grandes, cabello castaño oscuro y largo. Trae un corto vestido de algodón negro pegado al cuerpo y zapatillas blancas.

—Hola, niño bonito —saluda a Ian con un beso en la mejilla.

Mi moreno le sonríe. Estoy segura de que no es la primera vez que tiran. Ian toma mi mano y me acerca para presentarme.