Entre Lazos [+18] [Completa]

Capítulo 12

Camila

Viernes 25 de febrero 2022

Oficialmente termina mi primera semana de práctica. De alguna manera se siente como si llevara mucho más. Han sido días de adaptación en los que Lucas, mi sexy tutor, ha estado supervisándonos en todo momento.

No he tenido la oportunidad de aclararle que Ian es solo mi amigo, no hemos tenido un momento a solas. Y sé que no debería importarme lo que él piense, no es su asunto tampoco, pero solo siento que necesito decírselo.

Ahora que estamos por irnos, tomo mi tiempo al guardar las cosas en mi bolso mientras espero que las demás se vayan. Cuando la última persona sale por esa puerta, volteo y observo a Lucas, quien, al sentir mis ojos sobre él, niega con la cabeza.

—No es mi novio —rompo el silencio—. Es uno de mis mejores amigos.

—No tienes porqué darme explicaciones, solo soy tu tutor —continúa sin mirarme.

—No debo, pero quiero —me acerco a su escritorio, donde termina de guardar su laptop—. Lucas, me has evitado toda la semana ¿Qué pasó con lo de ir por un trago?

Coloco una de mis mejores sonrisas y bato un poco mis pestañas. Sus ojos bajan a mi boca y carraspea.

—Creo que tenías razón, no es correcto que te invite a nada cuando estoy aquí para enseñarte —contesta poniéndose de pie—. Ahora, por favor, retírate. Tengo que dejar cerrado.

No sé qué pasa por su cabeza, pero niego decepcionada por su actitud. Aunque no suelo hacerlo, estaba dispuesta a repetir con él; pero por muchas ganas que tenga, mi orgullo siempre va primero y yo no ruego. Traté de explicarle y si a él no le interesa es su problema, no el mío.

Sin darle otra mirada, salgo de la oficina con la cabeza en alto.

Al llegar al departamento encuentro a Ian solo en la sala viendo «Como conocí a tu madre». Me acerco para dejar un beso en su mejilla y me dirijo a mi habitación para cambiarme por algo más cómodo. Al volver a la sala, ya está Val ahí.

—Hola amor —la saludo también con un beso—. ¿Dónde estabas?

—Con papá en la cafetería —responde—. Estoy agotada, pero me comprometí a ayudarlo hasta que mi práctica empiece.

—Si fuera tú, aprovecharía el tiempo para salir o simplemente no hacer nada —respondo tirándome a su lado en el sofá—. Necesito sexo.

—También yo —dice Val con un suspiro.

—¿Qué no estuviste con Caleb el otro día? —le pregunta Ian.

—No, el idiota trata de conquistarme —rueda los ojos—. Cita normal, sin sexo.

—¿Cómo es que trata de conquistarte sin sexo? —pregunto indignada.

—¡Exacto! —exclama exasperada pero luego sonríe—. Aunque después de la cita recibí un mensaje de Nico, un viejo amigo de la universidad...

—¿Fuiste con él después de esa cita? —no sé qué cara debo poner, porque Val se ríe.

—Sexo casual —encoge sus hombros—. Nada de otro mundo.

—Por lo menos tienes algo de acción. Yo no lo he hecho con nadie desde el día del karaoke —frunzo los labios—. Necesito un buen orgasmo y que no sea provocado por mí.

—Podría ayudarte con eso —Ian sube y baja las cejas, jugando.

—No creo que esa sea una buena idea —comenta Val burlándose—. ¿Te acuerdas aquella vez que...?