Entre Lazos [+18] [Completa]

Capítulo 4

Valentina

Jueves 16 diciembre 2021

—También me da gusto verte —sonríe.

Cierro la puerta de golpe y me dirijo hacia mi mejor amigo.

—¡¿Qué hace él aquí?! —chillo lo más bajo que puedo.

—El pobre quería verte —encoge sus hombros con una fingida sonrisa de inocencia—. Solo le hice un favor.

—¿Un favor? —alzo mis cejas—. ¿Qué estás ganando realmente?

Sonríe con picardía.

—Un tatuaje.

—¿Me vendiste por un tatuaje? —golpeo su brazo—. ¿Eso es todo lo que valgo?

—Eso y hierba de la mejor calidad —agrega como si eso arreglara algo.

Antes de que pueda responder o volver a darle un golpe, vuelven a tocar la puerta.

—¡No voy a tirármelo! —le advierto a Ian antes de ir refunfuñando a abrir.

—No dije que lo hicieras, aunque sé que quieres, maldita orgullosa —se burla.

—Ian me invitó —carraspea Caleb en cuanto vuelvo a abrirle—, pero si están ocupados, quedo con él otro día.

—No, no. Es solo que no te veía desde...

Me callo.

—Desde tu último tatuaje —sonríe con suficiencia—. ¿Encontraste otro tatuador o no...?

—No he vuelto a tatuarme —lo interrumpo.

Ian se ríe. No una risa pequeña, si no una gran y sonora carcajada. Suspiro y lo miro mal para que cierre la boca ¡Dios! Esto es incómodo.

Después de ese último tatuaje, cogimos. En el estudio. Su estudio. Sabía que era una mala idea. Cada vez que iba a tatuarme, la tensión era demasiada. Ian solía acompañarme para que yo no cediera y adivinen qué: ese día él no fue. Así que caí o me lancé, depende como lo vean.

Fue alucinantemente bueno y después se tornó jodidamente incómodo. Él quería que saliéramos y ese tipo de cosas a las que yo no estoy dispuesta, así que solo me alejé.

—Pasa —me hago a un lado—. Pediremos algo para comer.

Mientras saluda a Ian con su típico abrazo de «amigos machos», observo al sexy moreno y no, no estoy hablando de mi mejor y traicionero amigo.

Si tuviera que describir físicamente a mi tipo ideal, sin duda sería él; cuerpo muy marcado, espalda ancha y brazos fuertes. Piel de chocolate; aunque no tanto como Ian, y está lleno de tatuajes. Ah, y sus ojos... Tiene unos hermosos ojos verdes y si le añadimos la mirada sexy que me está dando en este preciso momento... Sí, derretiría a cualquiera.

Y como si eso fuera poco, él entra en la categoría de buenas personas. Es respetuoso, educado, bromista y fiel a los suyos. Todos los que lo conocen dicen que es demasiado bueno para ser real. Una excelente razón para mantenerme alejada.

Repetir no me va, una regla que me puse cuando solo era una adolescente. Y no es por la típica mierda de querer proteger mi corazón, es para protegerlos a ellos. Soy un caos.

—¿Te vas a quedar ahí, Bob? —pregunta Ian con sorna.

Mierda. Caigo en cuenta de que sigo con mi pijama; short y camiseta de Bob esponja. Maldito Ian. Lleva insistiendo hace meses para que salgamos con Caleb, aun conociendo las razones de mi negativa. Me acerco al sofá donde están sentados los dos y me siento en la alfombra peluda.