Capítulo 15

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Kathery

Lunes 28 febrero, 2022

Mateo me avisa con un mensaje que está abajo esperando. Con mi trabajo, este es el mejor día para salir tranquila y él no tuvo problema. Siendo sincera, estoy nerviosa; con Mateo las cosas suelen, o solían ser, intensas. No sé realmente qué esperar.

Voy a despedirme de las chicas y con lo insistentes que son, me acompañan hasta bajar la escalera, Val es quien abre la puerta con una sonrisa en el rostro.

Mateo está al frente, apoyado en su moto con los brazos cruzados. Parece un sexy modelo o un chico malo. Está todo vestido de negro; jeans rasgados, botines y una camiseta sin mangas con la que se le lucen más los tatuajes en sus blancos y musculosos brazos.

Al vernos, tira de la comisura de sus labios en una perezosa sonrisa y camina hasta nosotras sin dejar de mirarme.

«Definitivamente se puso más bueno con los años».

Porque sí, él siempre fue atractivo, pero ahora su cuerpo está más trabajado, tiene muchos más tatuajes y una mirada que sin duda es capaz de mojarte.

—Todo eso te vas a comer, Katty —ronronea Val en mi oído.

—Maldita perra afortunada —añade Camila.

Mateo saluda a las chicas con un beso en la mejilla y ellas ríen como dos estúpidas, o sea, como lo que son la mayor parte del tiempo. Por último, me saluda a mí con un beso que sería en la mejilla, pero que a última instancia desvía a mi boca. Su mirada juguetona me confirma que fue a propósito.

Camila y Val lo molestan como dos niñas pequeñas, Mateo trata de reprimir su risa jugando con el pircing en su labio inferior.

«Dios, es tan sexy».

—Siempre es un gusto verlas, chicas, pero me llevaré a Kathery —su brazo rodea mi cintura y me pega a él—. Quiero aprovechar esta noche con ella.

Clava sus ojos en los míos y ¡Mierda, esa mirada!

Entrelaza nuestras manos, nos despedimos de mis amigas y me lleva hasta su nueva moto. En el tiempo que estuvimos juntos usaba una que le regaló su tío, tengo muy buenos recuerdos en ella.

—Vamos, nena —me extiende un casco.

Me lo coloco y subo detrás de él. Deslizo mis manos por debajo de su camiseta y acaricio lentamente cada cuadrito de su abdomen. Puedo sentir como se tensa y sonrío apoyando mi cabeza en su espalda.

—Kathery... —inhala profundamente—. Cariño, tendrás que poner las manos sobre mi camiseta si no quieres que...

—¿Qué? —lo interrumpo.

—Mierda —lo escucho murmurar.

Se quita el casco y se gira para poder mirarme. Me quito el casco también.

—Nena, planeo ser un caballero esta noche y llevarte a una buena cita —sus ojos se clavan en mis labios—. No me tientes.

La cosa con Mateo es que nunca pude quitar mis manos de él. Nuestra relación aparte de ser muy romántica era también fuego puro. No sé bien el porqué, pero Mateo saca una parte de mí que pocos conocen; más traviesa y más...

—¿Manos sobre tu camiseta? —pregunto irónica.

—Por favor.

Sonríe, también yo.

Ya listos, con los cascos y mis manos fuera de su cuerpo, partimos. Hace mucho que no subía a una moto y los nervios no ayudan. En la primera curva, pego mi rostro a su espalda y me aferro a él como si mi vida dependiera de ello. Literalmente.

Entre Lazos [+18] [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora