Capitulo 1- La llegada

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notita del autor!!!!

bueno, cada capitulo va a ser narrado enfocándose en los pensamientos de un personaje

para que no se pierdan. MUCHO AMOR Y ESPERO LES GUSTE MUCHO<3<3<3

SOL

Era una noche refrescante y taciturna de verano, de esas que no suelen ocurrir en esta época del año, la gente se colocaba abrigos y el bullicio indicaba que las personas habían decidido salir a despejarse.

Las hojas de los arboles danzaban al son del viento, tranquilo pero pícaro y me regalaba esa sensación que tanto me gustaba, hacía que se le erizara la piel. Incliné mi cabeza hacia el cielo disfrutando que mis mejillas se iban entumeciendo poco a poco, y que mi chal ondeara atascado en mi cuerpo.

Entrecerré los ojos al ver a mi pequeña hermana recargada sobre su pierna y con los brazos reposando en sus caderas, mirando a un antro que se establecía frente al parque.

La verdad, Luna siempre ha sido la fiestera y el espíritu "libre" no es que a mí no me gustara la celebración, pero los pequeños placeres de la vida me traían mucha más diversión.

- ¿En qué pansas Lunita?- dije con un tono divertido abriendo los ojos y regalándole una pequeña sonrisa.

-¿En qué crees tú? - dijo ella acercando su cabeza como retándome

- ¿En serio piensas que necesito adivinarlo?- mencioné con un tono que denotaba lo obvio de la familiaridad con el accionar de su hermana.

- Entonces cámbiate que nos espera una noche de perdición.- dijo luna imitando una mirada maliciosa.

- Nunca cambias Lunita- le espeté con una sonrisa de ternura, a pesar de ser distintas nos queríamos muchísimo, y la felicidad en el pecho de Sol solo lo hacía más real

- ¡¡Error!!- dijo Luna como si estuvieran jugado en un show de televisión - yo siempre cambio pero tú me acompañas.

- Es que soy la mejor.

Nos miramos para un segundo después empezar a reír y encaminarse al departamento para cambiarse.

De camino al departamento íbamos riendo y charlando sobre distintos temas, sobre todo viendo como las estrechas calles que las llevaban al departamento estaban iluminadas por los postes de luz y las casas coloridas con árboles en su vereda. En mi cabeza pasaba la imagen de años anteriores, en la última visita, no podía parar de preguntarme ¿Cómo todo puede estar tan distinto pero mantenerse igual?

La tierra era un lugar extraño.

Llegamos al pequeño departamento rentado, no era como que pasáramos allí mucho tiempo como para necesitar mayor comodidad.

Luna llego y lo primero que hizo luego de abrir la puerta fue quitarse los zapatos, no los soportaba, prefería estar descalza.

Sin embargo dejé nuestras mochilas arriba de la mesa que estaba en el medio de la sala de estar y caminé hacia el cuarto, en donde se encontraba el mueble que guardaba la ropa de las dos hermanas. Si bien tenían estilos distintos ambas compartían ropa sin problema, y tampoco poseían demasiada.

Vi mi reflejo en el espejo, me sentía identificada con el estilo de las tribus africanas, había ido a visitar a unos viejos amigos en áfrica no hace mucho y le hicieron un tatuaje en la cara que de verdad amaba, la hacía ver "peculiar"

Un pantalón de tela ancho y muy grande que ondeaba mientras caminaba y un top escarlata de tiritas que hacia lucir toda mi belleza, en especial los ojos. Excelente elección de mi parte

- ¡Pero que belleza tengo de hermana!- exclamó Luna haciéndome dar una vuelta

- Bueno bonita ¿qué elegiste tú?- comenté mirando a Luna mientras sacaba un labial rojo de su estante.

Luna saco un vestido corto y ajustado color negro, era bonito y simple, lo combinaría con sus converse negras y listo, ella tenía muchos estilos pero todos la hacían aumentar ese aura de determinación y poder que tenía. Con una sola mirada te lo transmitía

Se miró al espejo y su cabello ondulado caía y llegaba hasta su cintura, tenía hermosos destellos cobrizos aunque este fuera castaño, poseía piernas grandes y no era muy alta.

Bailaban con una música que había colocado para "ambientarlas" ambas se movían mientras terminabas de alistar entre risas.

Cuando llegaron al antro se separaron, ambas iban a disfrutar de formas distintas y no se querían frenar, además ninguna corría peligro estando sola.

Sentía la música retumbar en sus huesos y la adrenalina humana correr por sus venas.

Luego de bailar un rato y charlar con algunas personas quise salir a acompañar a una nueva conocida que le daba miedo esperar el Uber sola.

Se encaminaron a la salida y esperaron hasta que llegara.

Al parecer se llamaba Laura, era una chica dulce y le sacaba por lo menos una cabeza, con el cabello amarillo y rosa, era extraordinariamente peculiar, y le quedaba genial.

Su belleza distrajo a Sol, al parecer el Uber había llegado y ni siquiera lo había notado.

Se despidieron y me mantuve afuera tomando aire, me gustaba el eco de la música y aún más el aire penetrándome en mi piel, no sentía frio, apenas un frescor, las personas normales estarían buscando un abrigo, pero de normal tenía poco.

Raíces ensangrentadas, una historia de Sol y LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora