Cuando las Luces nos tomen

23 3 0
                                    

                   Giovanna

- Todo se volvió negro.- Era lo ultimo que había dicho el soldado antes de toser un  poco de una sustancia negra que intuyo, es sangre. Las enfermeras intervinieron de inmediato.

 Miré a Sol y a Luna con cara de "Porque no hacen nada" en cambio recibí un gesto de "lo aclaramos luego"  como siempre, era habitual recibir esa mirada, como también era habitual mi sentimiento de curiosidad, acompañado de impaciencia y horror.

- Disculpen.- el corpulento hombre, aunque sufría, era extremadamente educado

- Por favor, no se disculpe, prosiga.- La voz de Magnus era gentil

- No recuerdo más desde allí, fuimos con los duendes. Claro que alguno de los nuestros saló levemente herido.- hizo una pausa al toser un poco, por su suerte en esa toz ya no contenía sangre.- por lo poco que pudimos averiguar antes de las espadas, ningún Sílfide se había acercado al lugar, como era de esperarse.- la irónia se filtraba en el significado de las palabras.-  Famelio se infiltró en las prisiones, pero allí no había ninguno de los nuestros.- su voz, que pretendía ser dura, se rompía por dentro.- luego escapamos de esos lunáticos. A los sílfides que encontramos en viaje les pedimos por favor que nos acompañaran hasta aquí, por suerte todos accedieron de inmediato a volver cuando les explicamos la situación. Según mis cálculos, ya deben estar llegando- Sentí el nerviosismo de Magnus aflorar ¿Qué podría saber el? Bueno, de todo un poco, es el rey. Me parece que la verdadera incógnita era lo que él no sabía.

 El hombre se dobló un poco para que las enfermeras.- Y como decía...- apenas crucé una mirada tímida con las hermanas.- Cuando estábamos yendo donde los brujos, todo se oscureció, lo último que hice fue tomar la mano del general Famelio- sus ojos ésta vez rebosaron en lagrimas que no pudo retener. - Todos estaban muertos cuando retomé la conciencia.-Maxi se quiso acercar pero Luna no lo dejó, en cambio Sol y su Rey si lo hicieron.

- Recuerda nuestro dicho "Cuando las Luces nos tomen, y la oscuridad se desvanezca, nosotros veremos y seremos uno con nuestro corazón.- Dijo amable pero firme el Joven Rey, como obligándolo a convencerse.

 La escena me conmovía, y sentía en el pecho todas las lagrimas que no me podía permitir soltar. Tome la mano de mi hermano, la cual con su pulgar acarició.

Sol le tocó la frente suavemente y el hombre alivianó su expresión. En unos minutos se encontraba dormido sobre la cama.

  Cuando salimos del sanatorio Magnus le pidió a todos que nos dejaran solos.

- Y si el...- Magnus se quitó la corona para pasar sus largos y finos dedos por el espeso cabello negro, intentando en vano, calmar su agotamiento.

- No lo hizo.- dije segura de mi misma.- lo siento

- Creo que en estos momentos no podemos basarnos en presentimientos.- Dijo Maxi con la mirada cansada. Magnus parecía escucharnos desde lejos, aunque estuviera a solo unos pasos.

- No lo hizo.- Aseguró Luna.- como sabrás Magnus, tenemos sensibilidad para las intenciones y energías de la gente. Este hombre no miente.

- O al menos, no piensa haberlo hecho.- Sol posó su mano en el hombro de Maxi.- El dice que todo se oscureció, no es fácil oscurecer la total conciencia de alguien, si hubiera al menos una pizca de recuerdo o accionar lo sentiría, pero no la hay.- Sol se notaba pensativa.- hasta para un brujo muy poderoso es complicado.

Magnus soltó un suspiro irritado.- Iremos nosotros. 

silencio

Una mirada de pánico recorrió el rostro de mi hermano al igual que el mío

Raíces ensangrentadas, una historia de Sol y LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora