Sol
Lo empujé hasta la cama. Vi lo sonrojado de sus mejillas cuando aterrizó encima de mi, claro, pensó que lo jalaba por otro motivo (motivo que por cierto no hubiera sido una mala idea)
- Tengo algo que mostrarte- lo dije mientras apartaba los bucles que caían dulcemente por su rostro incrementando aún mas la rosadez de su rostro. Quizá si me estaba entreteniendo un poco con el.
- ¿A si?- su voz fue en algo desafiante, ronca. La piel se me erizo.
La piel se me erizó.
No cundo ante el pánico, estoy vieja para eso. Lo que verdaderamente me da miedo estaba lejos de mi alcance, hasta ahora.
Vulnerable, mi cuerpo cede.
Fue solo un segundo de shock que Maxi pareció percibir, pero de otra forma, porque pasó su dedo acariciando mi mandíbula y me estremecí
me estremecí, desee, lo desee cerca.
- Es por aquí.- apartandolo con delicadeza me dirigí hasta la pequeña mesita de noche. Miré mis manos, delicadas y fuertes como eran las de las hembras de esta especie ¿Será que estos años en el cuerpo me estan haciendo parte de el? Para nada me olivdo de mis raíces, porque ahora el parece que cedo ante el ¿estoy deseando eso? Luna de seguro no lo desea y aun asi... Tiré de la pequeña cabeza de león hecha en cobre que con delicadeza sobresalía del oscuro cajón, de su interior retiré una cajita arteciopelada.
Cuando giré lo ví sonrojado, confundido, intentando disimular lo que claramente sentía, culpa.
-Ey, tranquilo, no hiciste nada malo. De hecho justamente todo lo contrario- no quise usar mis habiliddades para tranquilizarlo, fueron palabras sinceras.
- ¿estás bien?- puso su mano sobre la mía. Vinimos una parte del camino de las manos tomadas, sabía lo que su corazón sentia al respecto y yo tambien sabía que aunque mi corazón no se abía inmutado mi escencia había sido ofuscada ¿esto es el tal afecto que los humanos hablan?
- ajam. Toma, para ti.-Dudoso tomó la caja que reposaba en mis calidas manos, las de el estaban heladas y intercambiando ritmicamente los ojos de la caja a mi rostro lo abrió. De la caja retiro un hermoso relicario (modestia aparte) - si se que es muy bonito.
- ¿Vas a parar?- una risa calida surgió de mis labios. Respire hondo y solo los más experimentadis notas las diferencias en el ambiente cuando uso mi energía, Maxi claramente no lo era pero debería volverse uno. Lleve mis brazos a mi pecho y con el cariño de una madre maternando a su hijo le revelé a Máximo la tan característica ( denominada para ellos) esferita de luz.
La acerque a mis labios y en susurros inaudibles para el humano le pedí, más bien le incomende que lo cuidara, que su energía estuviera guardada cerca de un octrark, que fuera su voz de valentía.
El me abrazó. Y yo lo correspondí con fuerza
- no quiero que nada les pase, más allá de lo que es mi deber, quiero que estén bien, que estés bien. - se lo dije cerca del oido, enredando sus rulos en mis manos, sintiendo el aroma de su piel en la curvatura de su cuello, disfrutando del calor que emana de su piel.
- te quiero, gracias por tanto- apretó más el abrazo- todo va a estar bien.- apoyamos nuestras frentes y así nos quedamos, f
Disfrutando.
* * * *
Cortito pero bueno
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Raíces ensangrentadas, una historia de Sol y Luna
FantasíaSiendo objetivo de caza de quién sabe qué, Gio, Maxi, Sol y Luna se van introduciendo en un mundo que está oculto a la vista de la mayoría. Oscuros secretos, guerras interminables y la mayor búsqueda de la humanidad, la verdad. Pero ninguno es un sa...