Hwang Hyunjin recibe un mensaje de un número desconocido pidiéndole ayuda ¿Tendrá que ver con lo que ocurre en la ciudad o es solo una broma?
Desapariciones, secuestros, adolescentes muertos, todo comenzó hace 10 años y cada vez son más frecuentes e...
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—Aún me gustas. Me gustas desde que te conocí y aún siento todo eso por ti.
Mi corazón se detuvo por un momento, no podía creer lo que me decía.
¿Todo este tiempo estuvimos sintiendo lo mismo el uno por el otro?
¿Durante 10 años estuvimos enamorados del otro y nunca dijimos nada?
Chris se sentó a mi lado y sentía mi corazón latir como loco.
—Nunca te dije nada porque no quería arruinar nuestra amistad —Comenzó— Tenía la sospecha de que te gustaban los chicos, pero siempre creí que tenías algo con Hyunjin, no quise interponerme entre ustedes dos y por eso preferí hacer las cosas en secreto... Me gustas desde el primer momento en que te vi por la ventana del salón el día que llegué.
Sentía el cosquilleo en el estómago más fuerte que nunca.
—La verdad es que siempre me gustaste —Confesé— Igualmente desde el primer momento en que te vi —Chris se veía sorprendido— Hyunjin siempre me dijo que tu eras el que me daba los chocolates, se dio cuenta desde la primera vez porque reconoció tu letra, pero yo nunca le creí porque sentía imposible que justo el chico del que yo estaba enamorado, también gustara de mí —Lo miré a los ojos, mis manos temblaban, pero aún así las coloqué sobre las suyas— Desearía haberlo dicho antes. No debí haber esperado 10 años.
—Yo si me confesé hace tiempo.
—¿Que? —Lo miré confundido.
—El día que te rompieron los lentes... Cuando te llevé a la bodega del gimnasio, te confesé que era yo, e incluso... —Sonrió tímidamente— Incluso nos besamos —Los recuerdos comenzaban a chocarme y confundirme— Luego de eso te desmayaste por la fiebre, te llevé a la enfermería, pero cuando despertaste creíste que había sido un sueño, luego de eso no tuve el valor de decirlo otra vez.
—Wow... —Me quedé impresionado— N-no se que decir... En serio creí que eso había sido un sueño... Me convencí tanto que era un sueño que hasta lo olvidé casi por completo...
—¿Quieres recordar el beso? —Me sonrojé inmediatamente, pero entendí a que se refería— Olvida lo que dije, no tuve que ser tan directo, si no quieres solo olvídalo.
Me reí por lo nervioso que se puso, pero decidí tomar la iniciativa esta vez.
Tomé su rostro entre mis manos y me acerqué a sus labios con decisión.
El simple toque de nuestros labios me hizo sentir un cosquilleo por todo el cuerpo.
Sus manos sujetaron mi cintura y me acercaron a él, aproveché para sentarme sobre su regazo, quería tener más contacto con él, deseaba esto desde hace tanto tiempo.
Su lengua delineó mis labios, pidiendo permiso para unirse con la mía, el cual le dí con mucho gusto.
La temperatura en el apartamento subió de un momento a otro, o tal vez eran nuestros cuerpos los que estaban calientes.