Pursuit ~ Stray Kids

13

(Presente)

—Hola chicos —Dijo Chris llegando a mi despacho— ¿No piensan descansar hoy?

—No puedo descansar ahora que se llevaron a la hermana de Changbin —Le respondí— Bin está destrozado, y entiendo el dolor por el que está pasando.

—Pero no podrás resolver nada si no descansas —Me respondió— Mira a Jisung —Señaló el escritorio del nombrado, Jisung estaba dormido con la cara sobre algunos papeles— Es el día libre de ustedes dos, y no lo están usando, últimamente no están usando sus días libres y me preocupa.

—¿Venias solo a regañarme? —Pregunté un poco irritado por la falta de sueño. Me duele la cabeza.

—No... Les traje algo que hice.

Sacó un par de bolsas pequeñas y el sonido despertó a Jisung.

—¿Eso que huelo es chocolate? —Preguntó el adormilado chico.

—Si, les hice unos chocolates —Confirmó.

—¿Por qué tan de repente? —Pregunté intentando no hacer caso a los rugidos de mi estómago.

—Tal vez si te detuvieras un momento a ver la fecha, entenderías por qué les traje chocolates... Deja de ser tan grosero conmigo.

Vi la fecha en la pantalla de mi computador, 14 de febrero.

—Oh...

—Oh —Me imitó Chris.

Dejó una de las bolsas de chocolate en el escritorio de Jisung, quien no tardó en abrirla para probar. Se acercó a mi escritorio y se colocó detrás de mi asiento, yo seguía revisando algunas cosas en mi computador, por lo que intentaba ignorarlo para terminar antes.

Sentí sus brazos rodearme por detrás y colocó la bolsa sobre el teclado de mi computadora, mientras su boca se acercaba a mi oído, logrando ponerme nervioso.

—Feliz día de san valentin —Susurró en mi oído y luego dejó un beso en mi mejilla.

Me quedé paralizado por un momento, mientras sentía que todo mi rostro se coloraba.

—¿Por qué tratas de esa forma a Minho? A mi solo me soltaste la bolsa en el escritorio —Se quejó Jisung.

—¿Quieres que te de amor a ti también? ¿Jisung quiere un beso? —Se acercó al chico mientras hacía un pico con sus labios.

Jisung se quejó y dijo que no quería un beso, Chris solo se rió y se volvió a colocar detrás de mí.

—Bueno, si tu rechazas mis besos, se los daré todos a Minho.

Me abrazó para que no me moviera y comenzó a dar besos por mis mejillas y cuello. Sentía que mi rostro ardía por el sonrojo.

—Minho, quiero irme a casa —Dijo Jisung de repente.

—V-ve —Le respondí logrando soltarme de los brazos de Chris.

—Oh... No sabía que sería tan fácil —Dijo el chico, para luego tomar sus cosas, despedirse de nosotros y finalmente irse.

—Creo que yo también debería ir a casa —Dije luego de suspirar.

—¿Crees? Te lo dije apenas llegué.

—¿Y tu que haces aquí? También tienes el día libre hoy.

—Yo... Este... Pues, quería ver si estabas bien ¿No puedo preocuparme por mi amigo? Además debía traerles los chocolates. Los hice yo mismo.

Recordé los chocolates, abrí la bolsa y probé uno. Inmediatamente tuve un deja vu.

"Atte: tu admirador secreto"

Sabían exactamente igual a los de mi admirador secreto.

—¿T-tu los hiciste? —Pregunté un poco confundido por el recuerdo que me vino a la mente.

—Si, mi mamá me enseño a hacer chocolates cuando era joven, los hago todos los años con ella, mas que todo en febrero.

"Mi pequeño Minho"

Chris hace poco me llamó de esa manera... En ese momento no lo relacioné, pero ahora que lo recordé... El primero en llamarme así fue ese tal admirador secreto que tuve en la escuela.

—¿Te acuerdas de ese admirador secreto que me enviaba chocolates cada 14 de febrero en la escuela? —Le pregunté intentando comprobar si mi teoría era cierta. Chris asintió— Pues, nunca descubrí quien era, pero siempre tuve una sospecha... ¿Y sabes? Tus chocolates saben iguales a los que esa persona me daba...

—Ah... Que casualidad.

Chris se sentó en la mesa de mi escritorio y sonrió nerviosamente.

—Chris... ¿Hay algo que debas contarme?

—Vayamos a tu casa y te explico ahí, debes estar cansado.

—Chris, dime de una vez.

—Vamos.

Tomé mis cosas y salí del despacho cerrando con llave.

Chris se ofreció a llevarme en su auto porque tenía miedo de que tuviera un accidente en la motocicleta por el cansancio.

El camino fue silencioso, ya que Chris no quería responderme. Él sabía perfectamente de lo que le hablaba, por eso no quería hacerle la pregunta directamente.

Chris se detuvo un momento para comprarme algo para que comiera durante el camino, pues mi estomago sonó un par de veces. Luego de eso me llevó a mi apartamento.

Entramos también en silencio, Chris saludó a mis gatos y yo me senté en el sofá, esperando que comenzara a hablar.

Como Chris al parecer no pensaba iniciar la conversación por su cuenta, me atreví a hacer la pregunta que rondaba por mi cabeza desde que probé el chocolate.

—¿Yo te gustaba cuando estábamos en la escuela?

—Objeción.

Boté todo el aire que estaba conteniendo, sabía que Chris no sentía esas cosas por mi, no sé en que estaba pensando.

—Todavía me gustas.