Hwang Hyunjin recibe un mensaje de un número desconocido pidiéndole ayuda ¿Tendrá que ver con lo que ocurre en la ciudad o es solo una broma?
Desapariciones, secuestros, adolescentes muertos, todo comenzó hace 10 años y cada vez son más frecuentes e...
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Incluso antes de despertar por completo ya sentía el dolor en todo mi cuerpo, en especial el brazo izquierdo.
Abrí los ojos poco a poco, luchando para ver algo con la pobre iluminación del lugar.
En cuanto me fijé de las condiciones del lugar, inmediatamente sentí un escalofrío por todo el cuerpo.
Parecía una celda de prisión.
Todas las paredes eran de cemento sin ninguna pintura o algo que le diera mejor aspecto. El suelo y techo estaban igual, dándole un aspecto completamente gris a la habitación.
No había ninguna ventana, la única iluminación era un bombillo un poco quemado que se encontraba en una esquina.
Por lo menos había un pequeño aire acondicionado, así no me ahogaría, solo preferiría que le subieran la temperatura, pues sentía mis dedos congelados.
Además, no había ninguna cámara a la vista. De verdad esperaba que no me estuvieran vigilando.
Habían dos puertas a la vista.
La primera puerta era de metal, no tenía pomo ni nada con lo que pudieras abrirla desde este lado. Supuse que sería la puerta de entrada.
La otra era de madera sencilla, tenía pomo y se veía ligera. Esperaba que lo que estaba al otro lado fuera un baño.
La cama en la que me encontraba era un catre metálico soldado a la pared para que no la pudieran mover... Por lo menos el colchón era cómodo.
Finalmente miré mis vestimentas.
No tenía la ropa que usé en el momento en que me agarraron. Tenía un pantalón deportivo color gris y una franela sencilla negra. No tenía calcetines, así que ya entendía la razón de mis dedos congelados.
Tenía una vía intravenosa conectada en el brazo derecho, seguramente era algún sedante o un suero, no podía estar completamente seguro, pero como me sentía somnoliento a pesar de tener el presentimiento de haber dormido por varios días, entonces el sedante era una buena opción.
El brazo izquierdo lo tenia enyesado hasta el codo, sujetado por un cabestrillo.
No sabía donde diablos estaba, pero estas personas me estaban cuidando bien.
Noté que no estaba amarrado ni nada, así que me senté en la cama para poder levantarme.
Coloqué los pies en el suelo, sintiendo mi piel erizarse debido al frío.
Me levanté con un poco de dolor en mis piernas. Me sentía débil.
Tomé el porta suero y lo arrastré para llevarlo conmigo, pues aún no sabía que tenía conectado, y si era suero prefería tenerlo.
Me dirigí a la puerta de madera, la que tenía pomo, esperando que de verdad fuera un baño.
Al abrir la puerta suspiré de alivio, pues si lo era.
