Hwang Hyunjin recibe un mensaje de un número desconocido pidiéndole ayuda ¿Tendrá que ver con lo que ocurre en la ciudad o es solo una broma?
Desapariciones, secuestros, adolescentes muertos, todo comenzó hace 10 años y cada vez son más frecuentes e...
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Abro la nevera, fijándome en lo vacía que está.
El sonido de mi estómago resuena por el silencio del apartamento.
He estado tan ocupado con el entrenamiento de los chicos que ni siquiera me daba tiempo de comprar comida para mi casa.
Volví a colocarme los zapatos, dispuesto a salir a comprar la comida, y aprovechar de comer algo en la calle para no tener que cocinar.
Antes de salir revisé la hora en mi celular.
9:47 de la noche.
No es tan tarde...
Me fijé en el mensaje de Christopher que me acababa de llegar.
Chris <3 Ya te dormiste?
Yo: Justo me estaba cambiando para acostarme Buenas noches
Buenas noches Descansa, recuerda que mañana temprano llegaran los amigos de mi padre, así que hay que explicarles el plan
Si, lo recuerdo Descansa tu también
Decidí mentirle un poco, pues Christopher me regañaría si se entera que saldré solo a esta hora.
Después de la sospecha de que el jefe de la mafia es mi padre, y que según Hongjoong todos los esbirros me están buscando, pues Christopher se ha vuelto un poco sobreprotector conmigo.
Básicamente no me deja hacer nada solo, incluso para ir a su casa él me viene a buscar, aún cuando perfectamente puedo ir en mi moto.
No es que me moleste, pero me siento como un bebé que no puede hacer nada por si mismo.
Salí del edificio, montándome en mi motocicleta para ir directo a comer algo antes de comprar. Me estaba muriendo de hambre.
Me comí una hamburguesa en un pequeño local que se hallaba casi vacío debido a que últimamente no salía tanta gente durante la noche.
Por alguna razón me sentía observado desde que salí del edificio. Supongo que estoy un poco paranoico
Con el estómago lleno me dirigí a la tienda de conveniencia que sabía estaría abierta a esta hora, pues ya eran más de las 10, solo que algo en el camino llamó mi atención.
Habían algunas cosas tiradas en la acera, entre ellas un celular aún encendido, lo que indicaba que a alguien se le acababa de caer.
Con miedo a que fuera lo que supuse, me bajé de la motocicleta, mirando en dirección al callejón oscuro del cual se escuchaban unos ruidos un poco raros, como sollozos de alguien.
Me acerqué, arrepintiéndome de haber dejado mi arma en casa.
En un rincón cercano a un contenedor de basura se encontraba un joven, ocultando su rostro entre sus rodillas mientras lloraba.
