Hwang Hyunjin recibe un mensaje de un número desconocido pidiéndole ayuda ¿Tendrá que ver con lo que ocurre en la ciudad o es solo una broma?
Desapariciones, secuestros, adolescentes muertos, todo comenzó hace 10 años y cada vez son más frecuentes e...
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Miré a Chris dándole la señal de que era hora de que entrara, pues iba a sacar a estos tipos del perímetro.
La verdad es que ya me estaba poniendo aún mas nervioso, pues los guardias estaban ahí, buscando un reloj que no se me había perdido.
Mientras ellos seguían alumbrando, algo pasó por mi mente. Más específicamente, una persona.
Seungmin.
—Ehh, bueno, supongo que no fue aqui que se me cayó. En fin, si voy a entrar, pueden dejar de buscar.
Esos hombres apagaron sus linternas y me escoltaron hasta la puerta de entrada, sin sospechar nada de que un policía se había infiltrado en sus instalaciones.
Espero que todo salga bien con Christopher, ahora solo debo asegurarme de que ese chico esté bien.
Una vez que entré fui directo hacia Seonghwa, quien me sonrió coquetamente cuando lo saludé.
Me tomó por la nuca y dejó un beso en mi mejilla.
Por instinto lo empujé por el pecho, pero luego me arrepentí.
No sabía que clase de persona era Seonghwa.
Me miró por un momento con una ceja alzada y luego se cruzó de brazos.
—Solo tenías que decirme que no te gustaban los besos. No hacía falta empujarme.
—L-lo siento.
Seonghwa suspiró y relajó su expresión.
—Tranquilo. Fue mi culpa por hacer eso sin tener esa confianza. Es que cuando veo a un chico tan guapo no puedo controlar mis ganas de besarlo —Esto último lo dijo en un tono coqueto mientras pasaba un dedo sobre mi pecho. Sentí mis mejillas arder— Pero supongo que no viniste a verme a mi —Hizo un puchero— ¿Vienes por Sky?
Asentí y el chico sin preguntar más nada me llevó directamente a la puerta escondida detrás de las cornetas.
Colocó su dedo en el bioidentificador y entramos.
Nada más entrar tenía un mal presentimiento, pero no sabía por qué.
Ya había entrado antes, ya sabía las cochinadas que hacían aquí.
Pero aún así sentía que había algo muy malo. Algo que no me dejaría dormir.
Nada más llegar al lugar donde estaban los tubos de metal, supe que era lo que estaba mal.
Esta vez no estaban las 3 chicas de la otra vez.
Esta vez estaba solo Felix.
Sentí mi corazón dar un vuelco de solo verlo.
Por un momento creí que me lo estaba imaginando. Que quizás no era él.
