Hwang Hyunjin recibe un mensaje de un número desconocido pidiéndole ayuda ¿Tendrá que ver con lo que ocurre en la ciudad o es solo una broma?
Desapariciones, secuestros, adolescentes muertos, todo comenzó hace 10 años y cada vez son más frecuentes e...
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—¿No irás a trabajar hoy? —Me preguntó mi padre cuando me senté en la mesa del comedor, ya que no traía mi uniforme puesto.
—No iré al despacho, haré unas investigaciones de incógnito —Me inventé algo rápido, aunque no era del todo falso.
—¿Y tus compañeros?
—... Bien.
Muy bien. Uno tiene una fisura en la pierna, y el otro una conmoción cerebral...
—Christopher —levanté la mirada cuando me llamó— ¿Que tienes?
—Es solo la investigación, me tiene un poco preocupado.
—¿Por qué? ¿Está marchando todo bien? Si necesitas mi ayuda en algo me puedes decir. Tengo un poco de trabajo, pero puedo ayudar a mi hijo sin problemas.
Sonreí y volví a bajar la mirada.
Movia la comida en el plato sin llevarme un solo pedazo a la boca.
—¿O será un mal de amores lo que tiene mi pequeño?
—Me atrapaste —confesé.
—¿Algún problema con...? ¿Cómo es que se llama?... —Lo miré esperando lo que iba a decir. Seguramente se le había olvidado que terminé con Sana— Ah ya, Minho ¿Algún problema con Minho?
Sentí toda mi cara enrojecer y mis manos comenzaron a temblar.
—¿Q-que? ¿De que hablas, p-papá?
Oculté mis manos bajo la mesa para que no note mis nervios.
—Christopher. No tienes que ocultar nada. Sabes que no te voy a juzgar. Eres mi hijo, te amo, y una orientación sexual no cambiará eso. Amor es amor.
Mis lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos, pues esas fueron las mismas palabras que dijo mi madre cuando descubrió mis gustos.
Ella me prometió que no se lo diría a nadie, y ni siquiera mi padre lo sabía.
O eso creía.
—¿Desde cuándo lo sabes?
—Siempre lo he notado. Al principio creí que simplemente eras muy cariñoso con tus amigos, pero la felicidad que irradias cuando estás cerca de ese chico es algo especial, no es solo amistad, esa misma felicidad la irradia él. Y como últimamente los he notado bastante apegados en el departamento, creí que tenían algo.
—Pues sí lo teníamos, pero... Podría decirse que estamos... Peleados... Pero intentaré recuperarlo.
—No sé que clase de problema pudieron haber tenido, pero el consejo que puedo darte es que la honestidad en una relación lo es todo. De esa manera pude durar tanto tiempo con tu madre, y nunca tuvimos problemas... —Mi padre suspiró y yo imité su acción— Espero que te vaya bien hoy y que puedas recuperar a Minho. Es un gran chico.
