Hwang Hyunjin recibe un mensaje de un número desconocido pidiéndole ayuda ¿Tendrá que ver con lo que ocurre en la ciudad o es solo una broma?
Desapariciones, secuestros, adolescentes muertos, todo comenzó hace 10 años y cada vez son más frecuentes e...
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Sana me trajo las galletas y me susurró un adorable "la casa invita", mientras que se alejaba con paso rápido para atender a otro cliente.
Sonreí con nostalgia y comencé a comerme el helado con las galletas.
La verdad es que si logró que me calmara un poco.
Una vez que estaba relajado, mi cerebro comenzó a funcionar de mejor manera y se me vino a la mente algo.
Busqué el número de Shuhua y decidí escribirle.
Ella no me había bloqueado.
Quizás se le olvidó, dudo que los chicos no le hayan dicho nada a ella.
Al parecer pensamos lo mismo, pues justo cuando abrí su conversación, comenzaron a llegarme mensajes de ella.
Al terminar de leerlos quería llorar de nuevo.
Shuhua: Oye... Quería hablar contigo de algo Prefería que fuera en persona, pero estoy un poco ocupada cuidando a Minho Por cierto... No viniste para acompañarlo a casa cuando le dieron de alta Aunque él quisiera ocultarlo, estaba triste porque no estabas ahí Sé que tenía la esperanza de que fueras a explicarle todo, pero también sería difícil pues estaban los chicos... En fin, lo que quería decir es que yo sé que no eres malo... Quizás Jisung entendió mal Quizás si escuchó bien, pero tienes tus razones... Sé que no eres una mala persona, y sé que no eres de esa mafia, lo presiento Solo estoy un poco confundida, por eso quisiera que me explicaras en algún momento, pero será cuando tu puedas Por los momentos iba a pedirte que vinieras y hablaras con Minho, quizás él te escuche a ti He estado todo el día diciéndole que algo no me cuadra de lo que nos dijo Jisung, pero no quiere escucharme, nos ignora a todos y dice que quiere estar solo Corrió a todos del apartamento, solo me dejó quedarme a mí, pero no me deja entrar a su habitación Por favor arregla las cosas con él Esto le está afectando más de lo que crees Él te ama y sé que tú también lo amas a él Por favor, ven
En cuanto terminé de leer todo me levanté corriendo de la mesa y salí a toda velocidad para llegar a mi auto, necesitaba ir al apartamento de Minho.
Shuhua me abrió la puerta con una sonrisa amable y me indicó que Minho estaba en su habitación.
Toqué la puerta y escuché a Minho decir "Ya te he dicho que quiero estar solo, Shuhua", su voz sonaba ronca, como si hubiera estado llorando.
Mi corazón se rompió de solo imaginarlo.
Abrí la puerta lentamente y me asomé a su habitación, encontrándolo abrazando el peluche de cerdito que le regalé hace años.
Sus sollozos me indicaban que definitivamente estaba llorando, pero al estar de espaldas a mí no podía ver su cara.
—Hola, Min... —Dije un poco nervioso por su reacción, pero el chico ni siquiera se movió.
—¿Qué haces aquí? —Fue lo único que dijo.
—Vine a hablar contigo... Sé lo que les dijo Jisung, y quiero explicarte todo.
—Sabía que dirías eso... Pero no quiero escuchar ninguna de tus excusas, Bang Chan.
Al escucharlo decir mi nombre coreano supe que realmente estaba molesto conmigo.
—Min... Por favor, escúchame.
—No quiero escuchar nada que venga de tu boca mentirosa.
—Minho... Si no me escuchas nunca sabrás la verdad.
—Pero sé que no me dirás la verdad... Solo me mentirás como has hecho todo este tiempo.
—¿Que te dice que te he mentido? —El chico iba a responder, pero lo interrumpí— Tu mismo dices que me conoces muy bien, y que si te mintiera te darías cuenta de inmediato. Así que dime ¿Cuándo te he mentido?
—Anoche... Cuando me dijiste que tenías que adelantar unas cosas del trabajo... Supe que me estabas mintiendo porque no me veías a los ojos.
—Si... Te mentí anoche... No iba a adelantar el trabajo, tenía que hablar con Hongjoong...
El chico se sentó en la cama y me lanzó el peluche con furia.
—¿Y vienes a decirme en mi cara que si eres un maldito mafioso? No te quiero ver, Chan.
—Minho, deja que te termine de contar —Intenté mantener la calma.
Quería llorar.
Sus ojos ya no me veían con amor.
Ahora solo me veía con rabia.
Con odio.
Minho me odia por mi propia culpa.
Mi pecho dolía, pero debía aguantar un poco más, para poder arreglar las cosas con mi chico.
—No quiero escucharte más... Por favor vete ─Gruesas lágrimas corrían por sus mejillas.
—Minho... ─Sentía una puntada en el pecho, un ardor justo donde está el corazón.
—¡Maldita sea, te dije que te vayas!
Se levantó de la cama y me empujó afuera de su habitación para luego cerrar con llave.
Por más que toqué la puerta él no volvió a abrir.
—¿No arreglaron las cosas? —Preguntó Shuhua acercándose a mí.
—No me dejó hablar.
—Entiendo... Bueno —La chica me miró y me ofreció un emparedado— ¿Ya desayunaste? Acompáñame a desayunar y así me explicas todo a mí.
Le sonreí y ella caminó hasta la mesa.
—¿Minho no comerá?
—Toda la mañana ha dicho que no quiere comer... No puedo obligarlo, así que se lo dejé preparado en la cocina. Cuando quiera comer, se levantará y lo comerá.
La chica fingía que no le importaba, pero se le notaba que realmente se preocupaba por Minho.
—Entonces ¿Me vas a explicar o no?
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