Hwang Hyunjin recibe un mensaje de un número desconocido pidiéndole ayuda ¿Tendrá que ver con lo que ocurre en la ciudad o es solo una broma?
Desapariciones, secuestros, adolescentes muertos, todo comenzó hace 10 años y cada vez son más frecuentes e...
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Los tres nos sentamos en la cama de Felix y Jeongin comenzó a hacernos preguntas.
—¿Como llegaron ustedes aquí?
—Yo llegué hace 7 años —Dije mirando mis manos intentando que mis ojos no se cristalizaran— Tenía 15 años... Iba saliendo de la casa de un compañero de la escuela, su familia era de mucho dinero y yo había ido a hacer una tarea con él. Se me hizo tarde y tuve que volver a mi casa solo, pero cuando salí de la casa había una camioneta negra estacionada al frente. Me trajeron a la fuerza y hablaban sobre un tal rescate que pedirían, al parecer creían que yo era hijo de esa familia... Mi madre no tenía dinero, por lo que la llamaron para pedirle el rescate y que debía ir a un lugar para entregar el dinero. Cuando vieron a mi mamá con las manos vacías... Ellos... Ellos la mataron frente a mis ojos... La mataron porque "No les servía de nada y ella ya había visto sus caras". Desde ese día estoy aquí, con la esperanza de escaparme.
Felix acarició mi espalda y me dio un beso en la mejilla para tranquilizarme un poco.
—Yo... —Felix suspiró y luego siguió hablando— Llegué hace 3 años, tenía 17. Había salido con mi hermano al cine, siempre organizábamos ese tipo de salidas. Cuando terminó la función, ya era tarde, fuimos al baño y al parecer tardamos tanto que la entrada principal del centro comercial estaba cerrada, por lo que tuvimos que bajar por unas escaleras como de emergencia que daban a la salida trasera... Todo estaba oscuro y yo como le tengo miedo a la oscuridad, le pedí a mi hermano que no se alejara de mí, pero él dijo que así superaba mi miedo y se alejó, solo un poco, pero eso fue suficiente para que alguien me agarrara desde atrás y colocara un trapo en mi cara... Perdí el conocimiento y cuando desperté estaba aquí.
—Wow... —Jeongin hizo un puchero— Yo había salido a comprar unos dulces... Solo iba a hacer eso, a pesar de que podía haberlo hecho mañana temprano, quise salir a esa hora... Cuando iba saliendo me atraparon... Si tan solo me hubiera quedado en mi casa.
Volvió a llorar y se abrazó a mí. Acaricié su espalda y él con voz entrecortada hizo otra pregunta.
—¿Que me van a hacer aquí? ¿Qué les hacen a ustedes aquí?
—Pues, todo depende de para qué te vean útil —Respondió Felix y yo me apresuré a continuar.
—Por decirlo de alguna manera, esto es como una mafia, pero se desempeñan en diferentes cosas... Depende de quien seas, por lo menos, a las familias de dinero las investigan con antelación para poder secuestrar a alguno de sus hijos y pedir rescate. De resto, agarran a los chicos que se consigan y los utilizan para hacer los trabajos sucios de ellos...
—¿Trabajos sucios? —Preguntó aterrado mirándonos a ambos— ¿Como matar gente?
—No, no, no. Ese tipo de trabajos sucios no... Eso lo hacen los de alto mando —Hice una mueca, me daba asco de solo pensar en eso— Por ejemplo, Felix aprendió muy bien a hacer trampa en juegos como el póker, nadie se da cuenta de que está haciendo trampa, lo utilizan para ganar dinero de esa forma... A mí... Pues me mandan a robos de banco y cosas así, trabajos muy limpios y muy organizados, de manera en que nadie sabe quién hizo el robo, nunca nos han atrapado... Pero hay otros que no tienen tanta suerte. Si ven que no sirven para nada, venden sus órganos... A las chicas que son muy lindas las venden a otros mafiosos, y a quienes sean atractivos o tengan buen cuerpo los... Los prostituyen... Antes ese era mi trabajo, hasta que me vieron útil para otra cosa.
