Tanatos había vuelto a trabajar y Macaria se limitaba a quedarse en casa y cuidar los campos Elíseos, los estaba decorando para esa fiesta que había propuesto Hades, sabía que Ares estaba en el Inframundo y también sabía que no quería verlo, no porque no le importara simplemente no quería problemas con Tanatos, se estaba enamorado de verdad de él, lo suficiente para evitar a Ares.
—Las rosas se ven hermosas—le dijo Adonis paseando por el lugar.
—No lo sé ¿no crees que son un poco... Ya sabes predecibles?
—A mi me parecen preciosas—en realidad iba para hablar con ella, sabía que no había ido al Inframundo desde que había regresado—¿no has ido a ver a Ares?
—He estado ocupada
—Tu madre me dijo que no sale del castillo—Adonis se sentó a lado de ella—, odio un poco a Ares por haberme confinado a una eternidad de los campos Elíseos, sin embargo creo que no está bien y tú madre sonaba preocupada.
—¿Hablas con mamá?—pregunto ella sorprendida.
—Es mi amiga, a veces viene y charlamos, te pido que no malinterpretes la situación, tu padre lo sabe y créeme no le molesta.
—¿Por qué me cuentas todo esto?
—Porque sé que la razón de que no vas al Inframundo a verlo es Tanatos. No se lo dije a tu madre pero no hace falta ser un genio para saberlo—Adonis era muy persuasivo—, te conozco, Ares es lo más importante para ti después de tus padres, apuesto que Tanatos tiene celos de él.
—No es Tanatos, soy yo, yo decidí alejarme de Ares, por primera vez soy la primera opción de alguien y quiero que él sea la mía.
Macaria miro hacía la casucha de Ares, también se preguntaba porque no había ido.
—Solo creo que deberías ir a verlo.
Era cierto que los días de Macaria habían perdido cierto color y brillo, y que quizá si lo veía por fin podría verlo como un amigo.
—Mamá te envío ¿verdad?
—Solo se preocupa por el equipo, como buena capitana.
Macaria continuo arreglando el lugar pero no podía pensar en otra cosa, ¿él la necesitaba? Quería saber si en algún momento ella había estado en sus pensamientos. Quizá podría ir a verlo, Tanatos no llegaría hasta dentro de dos días y si no se enteraba no le haría daño.
Fue a su casa a preparar algunas cosas para llevarle a Ares y al terminar se dejó caer en el sofá para descansar y se quedó dormida. Cuando despertó ya era bastante tarde para ir así que decidió dejarlo para el siguiente día.
Fue a preparar la bañera para relajarse hasta que la sobresalto un ruido, quizá Tanatos había llegado antes, cuando abrió la puerta ahí estaba Ares tirado en la entrada. Estaba desmayado, quizá drogado.
Ella trato de levantarlo pero era bastante más grande que ella. Así que abrió un portal al sofá y lo aventó ahí. Le acomodo el cabello para despejarle los ojos. Le sonrió triste, Macaria sabía de los problemas de Ares pero creía que eran cosa del pasado lo cual al parecer no era así.
Ares le tomo la mano.
—Hola—le dijo sonriendo—estaba pensando en ti y me preguntaba si habías pensado en mi.
—Iba ir a verte hoy pero me quedé dormida y todo lo que te iba a llevar está en la cocina.
—Eres un ángel, uno de verdad—él le seguía sonriendo—en el cristianismo dicen que tienen cuatro pares de alas y muchos ojos—Ares balbuceaba—, los pintores los reimaginaron a algo más parecido a Eros o a tu esposo—le puso la mano en el rostro—pero yo creo que sí yo pintara a un ángel bueno, te pintaria a ti.
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Tolerate it (Macaria x Tánatos)
FantasySi todo está en mi cabeza, dímelo ahora dime que me equivoqué de alguna manera sé que mi amor debe celebrarse pero tú lo toleras...