Capítulo 10

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Pasaron muchos años en los que sobrellevaron el matrimonio, aunque cada día que pasaba era evidente que Tanatos le daba igual si Macaria iba y venía a los campos Elíseos, también parecía importarle poco si ella prefería estar allá. Llego el día en que ella dijo que no quería seguir viviendo en la Tierra, decía que necesitaba su espacio y que ahí no era feliz.

—Hola Tanatos—le dijo Perséfone sentada en la sala con la chimenea encendida.

—¿Cómo entraste?

—Soy tu suegra, vine a traerte esto—ella le entrego un sobre—pero antes de que lo abras te tengo una petición, lo cual es tu última prueba.

—¿Una prueba?—él miro a Perséfone sabiendo a qué se referia.

—Mi esposo confía en ti, por lo que Macaria le ha dicho, Hades cree que eres el mejor esposo y quiere cancelar aquel contrato que te hizo, más bien modificar.

—¿Cuál es tu punto? Habla ya Perséfone.

Ella se sentó pero seguía haciendo contacto visual.

—Las ninfas hablan y a diferencia de mi esposo, yo ya no confío en ti, ganaste su confianza pero estás perdiendo la mía.

—No sé de qué me hablas—le dijo él sabiendo ocultar sus nervios.

—Creo que lo sabes y mi hija lo sabe, ella no es estúpida, ¿sino porque viven en casas separadas?

—La tierra no es para ella, Macaria es feliz en los campos Elíseos y yo soy feliz aquí.

Era parcialmente verdad ambos tenían diferentes gustos y eso nunca le importó a él, quizá porque pensó que no iba a durar.

—Mientras te revuelcas con Leteo, si obviamente eres muy feliz, yo tampoco querría irme a casa con mi esposo si tuviera una amante.

—Una vez más no sé de qué hablas.

—Engañate a ti mismo si quieres, no engañas a nadie, pero yo sé lo importante que es para ti seguir engañando a todos, en especial a Hades—Persefone hablaba pausadamente pero era firme—, encuentra a Ares y yo no le diré nada a Hades.

—Si voy a buscarlo te estaría dando la razón de algo que no es verdad.

—Pero, olvidas que una palabra mía pondría a Hades en tu contra, sea o no verdad, Hades jamás te daría el beneficio de la duda si yo soy su fuente.

Tanatos lo meditó un poco a sabiendas que Perséfone tenía razón, la miro y ella seguía con ese aire de superioridad moral.

—¿Por qué quieres encontrar a Ares? Las cosas están bien—dijo Tanatos—ha cumplido con su cuota de batallas, guerras y conflictos, hay muertos pero no hay muchos.

—Porque no tarda en explotar, Hécate tuvo algunas visiones y quiero evitar su recaída.

—Él no me agrada. Se sabe eso, yo lo sé, me tiene harto que todos ustedes se preocupen más por él que por Macaria.

Era algo qué Tanatos había observado y que Macaria le había contado, ella nunca fue tan importante para sus padres. Ellos siempre se preocupaban por Ares, hablaban tanto de él que ella se enamoró de Ares. Se decía a sí misma que quizá lo amaba porque si estaban juntos también se preocuparian por ella

—Es porque Macaria está completamente bien. Ella jamás nos ha dado preocupaciones.

—¿Bien?—Tanatos rió— La chica lleva siglos enamorada de alguien que siempre ha sido el número 1 en la vida de sus padres.

—No hablaré de esto contigo ahora, no cuando sabemos lo que le has hecho, porque tú también la pones en segundo lugar, tú qué siempre has estado en último lugar para tus padres, me sorprendes—Perséfone hablaba como golpeando—. Macaria tiene problemas, no come,ahora que no esta su mejor amigo no tiene con quien hablar como se siente.

Tolerate it (Macaria x Tánatos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora